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Asamblea Nacional de Francia

Asamblea Nacional de Francia

Palacio Borbón
  • 1722 - 1728
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  • GIARDINI, Lorenzo
  • SOUFFLOT, Jacques-Germain Ampliación   1765
    Este edificio fue ampliado por Soufflot para el nieto de la duquesa.
  • JOLY, Jules de Acondicionamiento   1815 - 1830
    Después de la restauración borbónica, albergó la sede de la Cámara de Diputados, por la que se realizaron importantes obras a fin de que el edificio estuviera a la altura de la nueva función. Dichos trabajos, que supervisó el arquitecto Jules de Joly (1788-1865) incluyeron la construcción de una biblioteca. Tras la revolución de febrero de 1848, el edificio se convirtió en sede de la Asamblea Nacional.
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  • Paris
  • Francia

CAMPBELL James W.P., La biblioteca. Un patrimonio mundial. Edit. Nerea. San Sebastián, 2013.


pág.218. "El edificio para albergar la ASamblea Nacional empezó siendo el Palacio Borbón, una obra encargada por Louis XIV como residencia de la hija que había tenido con Madame de Montespan, a quien había legitimado como Luisa Francisca, duquesa de Borbón. Proyectado por el arquitecto italiano Lorenzo Giardini, fue ampliado en 1765 por JacquesGermain Soufflot (1715-1780) para el nieto de la duquesa. Fue confiscado tras la Revolución, y en 1798 se convirtió en la sede del Consejo de los Quinientos. Napoleón encargó al arquitecto Bernard Poyet (1742-1824) que añadiera un gran pórtico orientado hacia el Sena. Después de la restauración borbónica, albergó la sede de la Cámara de Diputados, por la que se realizaron importantes obras a fin de que el edificio estuviera a la altura de la nueva función. Dichos trabajos, que supervisó el arquitecto Jules de Joly (1788-1865) incluyeron la construcción de una biblioteca. Tras la revolución de febrero de 1848, el edificio se convirtió en sede de la Asamblea Nacional


Al diseñar la biblioteca Joly tuvo que enfrentarse de modo especial al problema de la iluminación. La sala era un recinto completamente cerrado, así que la única forma que cabía de introducir luz era mediante unos lunetos muy cercanos al techo y de considerable altura. Desde entonces, la mitad de dichos lunetos han sido cegados, con lo que l biblioteca resulta incluso más oscura que cuando se inauguró. El techo está formado por cinco cúpulas pateriformes y una hemiesférica en cada extremo, cuya iluminación original venía de tragaluces oscuros. Estas cúpulas se sustentan con contrafuertes interiores, seis a cada lado. En el nivel superior, la galería discurre junto a estos contrafuertes, pero abajo estos se hallan encartrados dentro de las estanterías, de modo que la biblioteca parece un híbrido extraño entre el sistema de la estantería-pupitre y el sistema mural.  Hay dos características que merece la pena destacar. La primera son las inusuales chimeneas, que se sitúan en medio del salón. Esta disposición resultaba especialmente difícil, puesto que había que extraer el humo mediante unos conductos ocultos bajo el suelo y llevarlo hasta el tejado del edificio. La segunda característica fue la inclusión del alumbrado de gas.  En la cuarta década del siglo XIX, cuando se terminó la construcción, este alumbrado seguía siendo relativamente novedoso.  Las primeras farolas de gas se utilizaron en Paris en 1820 y hubo que esperar a mediados de siglo para que el alumbrado de gas llegara a ser relativamente común. Resultaba un 75% más barato que otros recursos equivalentes, y comparado con ellos, era seguro.  Su aparición supuso un importante punto de inflexión para las bibliotecas, pues pudieron alargar su horario y seguir funcionando después de la puesta del sol. Hasta entonces quienes diseñaban las bibliotecas siempre consideraron que la existencia de grandes ventanales eran un requisito obligado, pero la introducción de la luz de gas, fue el primer paso hacia un futuro en el que las bibliotecas iban a depender cada vez más de la luz artificial.


La importancia de la Biblioteca de la Asamblea Nacional como espacio arquitectónico - o, si se prefiere como ejemplo de innovaciones técnicas -  queda completamente eclipsada por un elemento de su diseño, en el cual el arquitecto no representó ningún papel: la decoración del techo. Esta labor la ejecutó a lo largo de un período prolongado que se extendió entre 1838 y 1847, el artista del romanticismo francés Eugène Delacroix (1798-1863). Las posteriores modificaciones que ha sufrido el recinto han ocultado las proporciones de las librerías, y en la actualidad las mesas se hacinan en lo que antaño fue un suelo diáfano; pero el techo de Delacroix ha experimentado una hermosa restauración. El artista gozó de extremada libertad a la hora de escoger la temática. Las cinco cúpulas representan la poesía, la teología, el derecho, la filosofía y las ciencias. Las imágenes de las pechinas son célebres figuras de la Antigüedad, mientras que las cúpulas de los extremos retratan el caos de la guerra (el huno Atila y sus ordas bárbaras) y el paraíso de la concordia (Orfeo enseña a los griegos el arte de la paz)."

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