Mamá (1999), concebida originalmente como encargo inaugural para la Sala de Turbinas de la Tate Modern en mayo de 2000, es uno de los trabajos más ambiciosos y representativos de la artista. La escultura consiste en una colosal araña de acero de casi 9 metros de altura, que porta un saco con 10 huevos de mármol en su vientre; su abdomen y su tórax están hechos de bronce acanalado. Esta es la mayor de una serie de esculturas que Bourgeois creó basándose en la araña, un motivo que plasmó por vez primera en 1947 en un pequeño dibujo de tinta y carboncillo.
La palabra francesa maman se traduce como “mamá” o “mami”, el apelativo con el que un niño se dirige a su madre. Pese a su apariencia temible, esta araña es un cálido tributo a la madre de Bourgeois, que se dedicaba a tejer tapices y falleció cuando ella tenía 21 años. La obra pretende reflejar la profunda huella que la madre de la artista dejó en ella, y alude a la fortaleza de su progenitora de manera metafórica, haciendo referencia a actividades como hilar, tejer, alimentar y proteger.
ABASCAL Alejandro