MONTANER, Josep María., Sistemas arquitectónicos contemporáneos. Gustavo Gili. Barcelona, 2008.
Págs. 148-171.“Dispersión y fragmentación”
La obra culminante de Peter Eisenman en este proceso de llevar la arquitectura hasta sus limites conceptuales de dispersión es el Memorial de los judíos asesinados en Esuropa, realizado en Berlín (1998-2005). El tema conllevaba varios aspectos:rememorar a los judíos asesinados, el horror ante el genocidio y, sin nostalgia, elevar la arquitectura a puro silencio, eliminar cualquier voluntad de establecer enigmas y códigos ocultos, sin ninguna posibilidad de entendimiento ni destino final, en una obra abierta a muchas interpretaciones. En este antimonumento que se refiere a la muerte, la única memoria imposible es la experiencia individual de recorrer los intersticios de la trama.
El proyecto se inició con el escultor Richard Serra, que luego se retiró al no aceptar los cambios que se tuvieron que introducir. La intervención se basa en 2.711 estelas de hormigón gris, iguales en sus medidas de base (95x27,5 cm) pero todas distintas, por la diferencia de altura (que va de 0 a 4 m) y por la leve inclinación de cada una. En este proyecto Eisenman se inspira en los pilares alineados e inclinados del jardín del Museo judío en Berlín, de su discípulo Daniel Libeskind. En un extremo, debajo de las estelas prismáticas, una es subterránea de exposiciones de 800 m2, del arquitectos Dagmar von Wilcken explica que este gran campo de estelas ondulares está dedicado al Holocausto.
Con esta intervención, de raíces conceptuales y minimalistas, la obra de Peter Eisenman ratifica la negación del lugar por las superposiciones de una doble topografía ( la de la plaza y al del plano superior del campo de estelas), la negación de un orden que parece que existe pero que se descubre colapsado, destruido y en crisis. En definitiva, expresa la inestabilidad inherente a todo sistema, que es aparentemente estable pero que en su propuesta de oro intrínseco comporta siempre un caos potencial, un germen de desorden.
Por otra parte, se demuestra en qué medida la obra de Peter Eisenman como la de Paulo Mendes da Rocha y otros minimalistas, es esencialmente matérica, construida con masas volumétricas, interpretable desde una intención teórica, diferente de las obras que son esencialmente ópticas y retinianas cinemáticas y cinematográficas de Bernard Tschumi y de Jean Nouvel.