CURTIS William. J. La arquitectura moderna desde 1900. Edit. Phaidon. Hong Kong, 2006.
Págs. 471- 489.“Disyunciones y discontinuidades en la Europa de los años 1950”
Aunque la búsqueda de un patrón en las tradiciones vernáculas campesinas fue un tema recurrente de la década de 1950, siguió varias direcciones distintas....
... La primera prueba del enfoque particular de Siza la proporcionaron sus proyectos de piscinas y edificios adyacentes en la Quinta da Conceiçao, Matosinhos (1958-1965) y en Leça da Palmeira (1961-1966), ambas al norte de Oporto, la segunda de ellas situada en la propia línea de costa. En Leça da Palmeira, Siza limitó su intervención a unas mínimas incisiones lineales (muros, plataformas y sofitos de hormigón, cortados por hendiduras de sombra) que unían los edificios, el paisaje, las rocas y el mar; al parecer, quería realzar las fuerzas ya existentes en el lugar y encontrar un delicado equilibrio entre los nuevos usos humanos y la topografía preexistente.
Al pabellón de la piscina de Leça da Palmeira se llegaba bajando una rampa, y el visitante era conducido a través de pasadizos en sombra por muros de hormigón visto y voladizos flotantes antes de verse liberado en una diagonal orientada hacia el cielo y el mar (tanto este recurso como la planta en general recordaban el Taliesin West de Wright).
La construcción descendía luego como una delicada malla de terrazas, escalones y parapetos –una especie de teatro informal- en donde se reunían los grupos de bañistas.
Finalmente estaban las piscinas propiamente dichas: tersas láminas de agua tendidas entre las rocas y situadas frente al brillo del mar. Siza combinaba las ambigüedades y tensiones espaciales del Cubismo con una arquitectura de planos y contornos abstractos, para guiar así a la figura humana por los estratos de un emplazamiento y para intensificar la experiencia de los rasgos naturales del entorno.