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Esta pequeña casa protegida por la tierra en Atlantic Beach, Florida, es en realidad un dúplex, dos casas casi idénticas de 69.7 m2 cada una. Fueron construidos en 1975 por el arquitecto William Morgan para usarlos como alquileres de vacaciones. Como él mismo vivía justo al lado, no quería que la nueva casa bloqueara su vista del océano, y prefería mantener el paisaje natural. La solución de Morgan fue enterrar la casa en una duna de arena existente. Apenas es visible desde la calle de arriba. Desde el lado del océano parece algo parecido a una rana con dos grandes aberturas redondeadas que enmarcan los patios gemelos. La masa de arena sobre y alrededor de las casas modera las temperaturas internas durante todo el año, por lo que se necesita muy poca calefacción o refrigeración. "Las dunas dibujadas frente al mar son preciosas, así que desde el primer momento quería preservar lo máximo posible el valor ecológico del entorno, lo construí con si fuera una concha marina; es como estar en un submarino"
A pesar de que datan de mediados de los setenta, los interiores aún parecen más modernos que retro, con paredes suavemente curvadas y escaleras que fluyen. Cada unidad tiene su entrada principal en el nivel superior, que también contiene un baño y un dormitorio tipo loft. En la planta baja hay una cocina comedor y una amplia sala de estar con zona de estar hundida. La pared de vidrio que separa la sala de estar del patio semicerrado ofrece una vista del océano.
Estructura y eficiendia energética
El edificio se construyó utilizando la tecnología para piscinas, un armazón de hormigón armado anclado a un suelo de hormigón colado, todo cubierto con un manto de tierra estabilizado por un paisaje nativo que ayuda a mantener una temperatura interior de 70 grados F. Los interiores están hechos principalmente de madera con amplios muebles empotrados, lo que le da a la casa una sensación similar a la de un camarote a bordo de un barco ".
La tierra y la vegetación que rodea los dos departamentos se comportan como aislante natural en épocas de calor y frío. El suelo tiene una temperatura constante de 21 grados°C, la cual ayuda a mantener en confort los espacios interiores.
En 2012, la Universidad de Florida le ha concedido un doctorado honorario en artes, recibió de su Escuela un Premio por su trayectoria profesional, se le considera como pionero del diseño sostenible.