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LATHI Louna., Alvar Aalto 1898-1976. Paraíso para gente modesta. Edit. Taschen. Colonia, 2006.


p.71. "La Casa de verano de Muuratsalo fue una obra muy importante para Alvar Aalto. Su primera mujer, Aino, murió en 1949, año en el que había empezado los planos para el Ayuntamiento de Säynätsalo. Entretanto el joven arquitecto Elsa (más tarde Elissa) Mäkiniemi había entrado en el despacho de Aalto. Durante las obras del Ayuntamiento. Alvar y Elissa encontraron un terreno en un bello paraje natural en la cercana isla de Muuratsalo. Más tarde, tras su boda en 1952, constuirían allí una casa de verano, o como la llamó Aalto, un laboratorio experimental. Aalto tuvo la oportunidad de conocer la zona de Muuratsalo a principios del diglo XX, cuando se trasladaron sus padres a la zona oeste de Finlandia a Jyväskylä. El paisaje  del interior está lleno de lagos y colinas boscosas. Las casas de verano y la cultura de las embarcaciones tenían una gran importancia en la vida de las capas cultas de la pequeña ciudad. 


La casa se encuentra justo encima de una peña que se levanta sobre las aguas. Tanto las proporciones como los innumerables recursos técnicos se acomodan a las condiciones impuestas por la naturaleza. Los cimientos, por ejemplo, reposan sobre la roca natural. La parte de muros de ladrillos de la primera fase de construcción está pintada de blanco por fuera. En el ala para invitados que se levantó un año después, se utilizó la madera; tambiénj está pintada de blanco y se construyó en una cuesta boscosa. La obra tiene una ubicación herorica que nos recuerda ciertas reminiscencias de la naturaleza en los templos griegos. En contraste con los muros exteriores pintados de blanco, las paredes del patio interior son fundamentalmente de ladrillo rojo. Se utilizaron cincuenta tipos diferentes de ladrillos para probar la resistencia de cada uno de ellos y su efecto óptico. Las habitaciones de la parte principal se agrupan alrededor del patio interior, en cuyo centro encontramos un fogón al aire libre. En la parte norte se sitúan el salón y el taller de pintura de la galería y en la parte este los dormitorios. En la zona intermedia está la cocina y los sanitarios; desde aquí se puede acceder por medio de un ingenioso pasillo al ala de invitados.


En la casa de verano se pueden descubrir muchos elementos centrales de la obra de Aalto. El patio interior es un buen ejemplo de la elegante y delicada manera con la que el arquitecto funde el espacio interior y exterior. Desde la vivienda se disfruta del panorama ofrecido por el lado. La torre que Aalto diseñó en los años veinte para la iglesia de Muurame se puede ver desde las ventanas de los dormitorios a través del patio y por una apertura en el muro. La casa tienen tanto una corriente romántica como un toque arcáico. Los muros se levantan solitarios y las pinturas vanas tienen algo de pasado y de perdido; en ellas reside la nostalgia de las ruinas. La relación del edificio con la naturaleza nos da una impresión casi mística. Aalto escribió en 1921: "Nada que pertenezca al pasado vuelve a nacer de nuevo. Pero tampoco desaparece completamente. Y lo que existió una vez, volverá con una forma diferente". 


La Villa Mairea y la Casa de verano tienen un común carácter experimental y de "juego", cada una en sentido positivo. Ambas casas fueron para Aalto una especie de laboratorio experimental, un medio para seguir desarrollando y mejorando la arquitectura."


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CURTIS William. J. La arquitectura moderna desde 1900. Edit. Phaidon. Hong Kong, 2006. 


Págs. 453-469.“Alvar Aalto y las tendencias escandinavas”  


  Aalto pensaba que había configuraciones constructivas casi arquetípicas que expresaban las formas básicas de la sociedad humana; podía intuirlas tanto en las construcciones monumentales más antiguas; no existía oposición alguna entre las tradiciones ‘culta’ y ‘popular’ en lo referente a la búsqueda de los principios fundamentalesUno de tales arquetipos era el patio o, para ser más precisos, el ‘remanso’, formado por una construcción perimetral orientada hacia dentro en tres de los lados, y unida a los alrededores por cascadas de escaleras y niveles. La villa Mairea(1938-1941) habia sido una variante de este esquema (véase el capitulo 19) y otra era la propia ‘casa de verano  experimental’ de Aalto en Muuratsalo (1953). Las variaciones sobre esta idea se repitieron en muchos de sus proyectos públicos (o casi públicos) de los anos 1950 y 1960, cuando era necesario un foco de atención que, no obstante, estuviese ligado a un contexto más amplio.


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