p.55-57. "Entre 1936 y 1928, el estudio de Gropius construyó viviendas adosadas en la periferia de Dessau: la construcción se llevó a cabo en tres etapas y de ella surgieron 316 viviendas. El cliente era el Ayuntamiento de Dessau, que esperaba de la Bauhaus una ayuda rápida para resolver el problema de la escasez de viviendas sociales. Gropius perseguía el objetivo programático de "bajar el precio de los alquileres de las viviendas mediante la aplicación de todas las formas de racionalización posibles". la colonia e T¨rten había sido financiada en parte por la Sociedad de investigación para la racionalización de la construcción y la vivienda, y con ella se le había presentado a Gropius la primera oportunidad de poner a prueba empíricamente y a gran escala sus ideas sobre la construcción racionalizada y estandarizada de viviendas.
Las obras de construcción en Törten estaban tam perfectamente organizadas como las de una fábrica y constituían un ejemplo modelo del "Taylorismo", que había sido promovido con anterioridad por el arquitecto municipal de Berlín Martin Wagner y puesto a prueba también en la construcción de colonias de vivienda obrera en Berlín.Todo el proceso de trabajo estaba previamente calculado con exactitud y fijado por escrito. Las piezas de piedra artificial, a base de hormigón de escoria que se utilizaron para los muros, así como las vigas de hormigón armado para los forjados se fabricaban directamente en la obra, en un proceso similar al de la producción en cintas de montaje. De este modo se consieguía reducir el tiempo de construcción y mantener los costes relativamente bajos, de modo que incluso los trabajadores pudieran alquilar las viviendas, contrariamente a lo que ocurría en otras colonias del Neues Bauen.
En resumidas cuentas, lo que caracterizó a este conjunto de viviendas más bien monótono no fueron las necesidades de sus futuros habitantes, sino las exigencias de la producción industrial y de las máquinaria: así, el proyecto en planta de la colonia fue definido por el alcande del brazo de las grúas giratorias. Sobre todo en la primera fase de la construcción hubo que aceptar muchas deficiencias. ejm. antepechos de ventanas demasiado altos en la planta superior, pasillos entre las habitaciones de escasa altura, ausencia de un vestíbulo de entrada, cocinas poco funcionales (con bañera de asiento entre el horno y el fregadero) o una calefacción de mal funcionamiento. En cambio, el diseño ofrmal de las fachadas era digno de consideración, siempre dentro de la modestia de los medios: la combinación de fajas de ventanas horizontales, planos verticales de ladrillo de vifrio y muros de separación entre las viviendas con revestimiento de ladrillo procuraban una cierta amenidad. Gropiius proyectó también una pieza dominate focal para este complejo edilicio de cubiertas planas que en sí mismo presentaba un carácter horizontal: un elegante edificio de cinco pisos para la cooperativa de consumo (Konsumverein).
Pese a la participación de algunos de los talleres de la escuela, la colonia Törten no fue un proyecto de la Bauhaus, sino del estudio privado de Gropius. Aún así, la colonia es un ejemplo característico de la nueva orientación de la Bauhaus hacia la producción industrial a gran escala desde mediados de los años 1920 y de su adopción incondicional del mundo moderno, muy alejada del romanticismo entusiasta gremial de los primeros tiempos. Gropius entendía ahora la Bauhaus como un laboratorio técnico y social en el que se investigaba principalmente la estandarización y así lo había expuesto en 1926 en los Principios de producción de la Bauhaus ( Grundsätze der Bauhausproduktion). En este sentido, Gropius se ocupó también de dar publicidadd a la "comercialización" del proceso de construcción en serie y empezó a rodar una película en la que mostraga la organización de la obra.
Walter Gropius había proclamado ya en 1919 que "el objetivo final de toda actividad plástica es su integración en la construcción". pero en realidad, el estudio privado de Gropius había venido a cubrir el vacío que dejaba la existencia del departamento de arquitectura, que no fue instaurado hasta 1927. Gropius se despidió de la Bauhaus en 1928 "para poder couparse más de su propia actividad arquitectónica"; sin embargo, eso era sólo una forma de decir que ya había cumplido su mision y que veía agotadas sus posibilidades en la Bauhaus. El comunista Hanner Meyer, que defencía la máxima: "Necesidades del pueblo en lugar de la necesidad de lujo", pasó a ser su nuevo director. En 1930, Meyer amplió la colonia en cinco bloques de viviendas galería.
La colonia es un buen ejemplo de la nueva orientación de la Bauhaus hacia la producción industrial a gran escala, por esta razón, el interés se centra en sus razones ideológicas. El conjunto en sí está formado por módulos, que son los que se estudian en detalle."
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Págs.263-350.“El racionalismo ”
Como se ve, asumiendo el tema del Existenzminimum como el más emblemático del código racionalista, resulta bastante poco rígido, muy alejado de ser una serie de preceptos fijos e indeclinables. Fue un código precisamente en la medida en que, aun estando basado en postulados lógicos y compartidos, permitía una amplia gama de respuestas. En efecto, si nos fijamos en los barrios de ensanche realizados por Ernst May entre 1925 y 1930 en Francfort, reflejan puntualmente la metodología unitaria del racionalismo, desde el design hasta el urbanismo, sus implicaciones con las artes figurativas, en una palabra, su código—estilo; sin embargo, si analizamos la entidad de la intervención, la autonomía de cada uno de los barrios aun dentro de la homogeneidad del plano y, sobre todo, la feliz coexistencia entre arquitectura y naturaleza influyendo en ello la experiencia inglesa de May, que había trabajado anteriormente en Inglaterra con Unwin, uno de los realizadores de la primera ciudad-jardín, podemos afirmar que el nuevo Francfort se diferencia claramente de las restantes realizaciones arquitectónico-urbanistas del racionalismo.
Otros numerosos ejemplos demuestran estas variaciones de los mensajes en la unidad del código. En la propia urbanística de Gropius el código admite manipulaciones muy diversas, sin hablar de los barrios realizados por Taut en Magdeburgo, por Haesler en Celle o por Martin Wagner en Berlín. En el barrio Törten de Dessau, que presenta en planta un esquema radial entorno al edificio de la cooperativa, puede decirse que es la red viaria, con calles limitadas por una doble banda de casas en hilera, la que determina la configuración de todo el conjunto. Por el contrario, en el barrio de Dammerstock, cerca de Karlsruhe, la planimetría general constituye uno de los primeros ejemplos donde se afirma la independencia del esquema viario con respecto a la configuración y disposición de los edificios. Esta diferenciación rigurosa se desvanece nuevamente, a su vez, para dar lugar a una tercera situación en el barrio de Siemensstadt, construido en Berlín en 1929. Por motivos orográficos y paisajísticos, coexisten aquí la tendencia a alinear los edificios según las calles (pensemos en los edificios alargados proyectados por Bartning, Scharoun y Gropius) y la tendencia a disponer perpendicularmente a la red viaria los bloques de edificación (por ejemplo, en los edificios de Häring, Forbat o Henning). La comparación entre este barrio y el precedente muestra algunos aspectos particulares interesantes, en lo que se refiere a la tipología de edificación. Los edificios de Karlsruhe, quizá para compensar el abstracto rigor urbanístico, presentan una volumetría articulada, una alternancia de volúmenes macizos y espacios vacíos en los balcones. En Berlín tenemos la situación contraria: a la composición urbanística más flexible corresponde una masa de edificación más compacta. En la zona proyectada por Gropius, que aquí como en Dammerstock coordina el trabajo de otros arquitectos, las partes macizas predominan sobre los vacíos, tratados como simples huecos horizontales. A pesar de este esquematismo, el tema de la articulación volumétrica presente en toda la obra de Gropius aparece en la leve vibración plástica de la balaustrada maciza, que sobresale del plano de la fachada.
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Pág.132-143.“La nueva objetividad: Alemania, Holanda y Suiza, 1923-1933”
El conjunto de la Bauhaus (1926) y las viviendas de Tórten (1928) representan dos pasos más en la conversión gradual de Welter Gropius a los principios de la Neue Sachlichkell. Mientras que el trazado 'ferroviario' de Tórten reflejaba no sólo la normalización de las viviendas, sino también el proceso lineal de su montaje programado, llevado a cabo mediante grúas móviles, la Bauhaus de Dessau era todavía una composición formalista de elementos asimetricos . Su forma centrífuga y rotatoria -con recuerdos del diseño De Stijl- había sido probados originalmente por Gropius y Meyer en el proyecto de 1922 para el Chicago Tribune, y reformulada más tarde como una distibución asimétrica y horizontal de masas en su diseño para la academia de Erlangen, de 1924. Aunque la expresión de una estética semejanto en la Bauhaus de Dessau exigía la supra deliberada del armazón estructural, esto quedo compensado por los detalles sachlich de los componentes secundarios, como radiadores, ventanales, balaustradas y lámparas. Con todo, la articulación última de estas grandes masas intersecantes no podía alcanzarse sin recurrir a cambios de color o al modelado superficial de la fachada, lo que recordaba en realidad las modenature neoclásicas del edificio de Gropius y Meyer para la Exposición del Werkbund en 1914.
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Pág. 530-564.”Formación del Movimiento Moderno en Europa entre las dos guerras. Aproximación a los problemas urbanísticos”
3.- La urbanística de Gropius.
Detrás de toda experiencia moderna alemana se encuentran los modelos teóricos y las solicitudes de la Bauhaus; los documentos recogidos en la Bauhaus-Archiv de Darmstadt y publicados parcialmente por Wingler demuestran el febril trabajo realizado durante aquellos años para promover, comparar, discutir y defender gran número de propuestas y realizaciones, en distintos lugares. Pero, precisamente, según las tesis de la Bauhaus, la enseñanza no puede ser únicamente indirecta, sino que requiere una demostración práctica; así, Gropius compromete su escuela en una serie de intervenciones concretas, que se apoyan sobre las sucesivas fases del razonamiento teórico.
Ya desde un principio, no se trata de demostrar un mueble o un edificio aislado, sino el ambiente construido, del que forma parte integrante cualquier producto; la nueva metodología abarca todo el ciclo del proyecto, desde el mobiliario hasta la planificación territorial, y un elemento cualquiera - una silla, una casa, un barrio es válido como modelo repetible a escala superior.
Esta exigencia queda inoperante mientras duran las dificultades económicas de la posguerra: la casa «am Horn» es el prototipo de una colonia de viviendas unifamiliares nunca realizadas; las casas para los profesores de la Bauhaus se repiten sólo en unos pocos ejemplares; sólo en 1926 el pequeño barrio Törten en Dessau, encargado por la Reichsforschungsgesellschaft se convierte en un plausible laboratorio para verificar los conceptos teóricos de la escuela.
El barrio está compuesto por casas en fila de dos pisos. Los tres tipos de edificio son estudiados con extremo cuidado; las estructuras sustentantes son muros de carga transversales, trabados por jácenas de hormigón, y en las casas de 1927 estos muros están pintados de color distinto por los cerramientos frontales, acentuando el juego de los cuerpos salientes y entrantes, puesto que todas las paredes orientadas paralelamente a la hilera son claras y las orientadas perpendicularmente son oscuras. En el centro del barrio se levanta un edificio de cuatro pisos que contiene las viviendas mínimas y la cooperativa de consumo. El mobiliario procede de los talleres de la Bauhaus con lo que las medidas de las habitaciones pueden ser calibradas a partir de los muebles.
Mientras la tipología de los edificios está muy bien estudiada, la composición del conjunto es, en cambio, bastante dudosa. El programa casas en fila con huertos individuales obliga a seguir de cerca vínculos derivados de la parcelación ya existentes y representa un camino intermedio entre ciudad y campo, poco apto, en este momento, para inspirar una clara imagen arquitectónica. El barrio está organizado, por ello, de forma centrífuga: se extiende en anillos concéntricos hacia el campo circundante y se concentra en una pequeña plaza cerca del centro de rotación, donde se levanta el edificio alto de la cooperativa.
Gropius advierte probablemente estos defectos, así como la imposibilidad de remediarlos quedándose en el ámbito de la Bauhaus. De hecho, el compromiso didáctico, que procede necesariamente de forma lenta y analítica, no puede conciliarse fácilmente con el compromiso urbanístico, que requiere tempestividad y rapidez para sintetizar los múltiples factores en juego.