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Colonia Dammerstock

Ettlinger Allee
  • 1928 - 1929
  •  
  • GROPIUS, Walter
  •  
  • Karlsruhe
  • Alemania

LUPFER Gilbert, SIGEL Paul., Gropius 1883-1969. Propagandista del nuevo diseño. Edit Taschen. Köln,2006. 


págs.67-69.  "La decisión de Gropius de abandonar la Bauhaus después de nueve años de trabajo en ella fue acertada. El riesgo que conllevaba renuniciar a su sueldo fijo en Dessau y tener que vivir de los ingresos de su estudio berlinés era asumible para un arquitecto ya conocido internacionalmente. Gropius se concentró entonces en la planificación de bloques de viviendas y colonias. Sus intereses científicos se encontraban también en este ámbito, ya que, por ejempo pertenecía a la comisión de expertos Sociedad de investigación de estándares económicos en la construcción y la vivienda. Las importantes cuestiones ya planteadas enDessau-Törten sobre la estandarizaciónde la obra de construcción, la racionalización y la normalización constituyeron el leimotiv del trabajo de Gropius alrededor de los años 30.


Así, en 1928 participó en el concurso de la Reichsforschungsgesellschaft para la realización de anteproyectos para un complejo modelo de 4.000 viviendas en Berlín- Haselhorst. Gropius presentó cuatro variantes de una construcción en hileras rígida y sin apenas alternativas de disposición que flexibilizaran el conjunto. Éstas se diferenciaban en la altura y la densidad de la construcción, que abarcaba desde casas adosadas hasta edificios en altura de doce plantas. A causa de su esquematismo, y a pesar de haber superado a la competencia, los proyectos de Gropius fueron objeto de crítica en los círculos espacializados. A ello se le sumó el hecho de que el cálculo de costes para los edificios en altura estaba basado en cifras equivocadas. Al final sólo se constuyó una pequeña parte de la colonia a partir de los planos de Fred Fobát, antiguo colaborador de Gropius. La idea del edificio de viviendas en altura había sido explícitamente formulada por primera vez hasta Haselhorst y condujo en 1929/30, entre otras cosas, al proyecto de un edificio de viviendas plurifamiliar de diez plantas y estructura metálico. De forma similar a Le Corbusier, Gropius veía la construcción en altura las posibilidades de descongestionar la densidad edificatoria, de mejorar las condiciones higiénicas y de construir más económicamente. 


En 1928, Gropius ganó un concurso convocado por la ciudad de Karlsruhe para una colonia en el distrito de Dammerstock; por primera vez en un concurso en Alemania, se prescribía la construcción de casas unifamiliares y plurifamiliares adosadas en hileras. Las pautas fundamentales eran muy precisass incluyendo hasta los detalles de la planta, lo que a los arquitectos les dejaba unmargen de creatividad muy estrecho. 


Gropius recibió el encargo de la completa planificación junto a Otto Haesler, un colega oriundo de Celle. Además era responsable del proyecto de tres bloques de viviendas plurifamiliares y de varias casas unifamiliares. También participaron algunos arquitectos locales y foráneos, entre ellos Wilhelm Riphahn de Colonia. El objetivo era la creación "de viviendas funcionales sanas y prácticas" que "correspondan al estándar social de la familia media". Por motivos financieros, de las 750 viviendas previstas en un principio, sólo se construyeron 228. El compleje en su totalidad impresionaba por lo consecuente y por lo claro, pero irritaba a los contemporáneos por su rigor excesivo y por una tendencia a hacer imposiciones a sus habitantes. 


Los elementos de diseño comunes a todos los edificios de la colonia, como el mismo tamaño para todas las ventanas o el uniforme enfoscado blanco sobre zócalos grises, dotaban a la colonia de una imagen homogénea, pero también monótona. La bicefalia de Jano del Neues Bauen se aprecia rara vez tan claramente como en Dammerstock:una de las cabezas tiene las mejores intenciones de poner la arquitectura al servicio de una nueva sociedad democrática, mientras la otra desea con fuerza jacobina mejorar la humanidad, valiéndose para ello de las viviendas. La construcción de viviendas ado, fuesadas en hileras como contramodelo de la construcción de bloques en la periferia de las ciudades del siglo XIX, al igual que la cubierta plana fueron convertidas en el dogma y el fetiche de la arquitectura moderna.  Adolf Behne anotaba en la publicación de Werkbund: "La construcción de unidades adosadas en hileras desea solucionar y sanar todo a partir de la vivienda, seguramente a partir de una preocupación auténtica por la humanidad. El ser humano debe habitar sus casas y sanar a través de llo, por lo que se le prescribe una eacta dieta de vivienda hasta el más mínimo detalle". 


Gropius lo veía de otro modo. En sus conceptos funcionales y est´ticos era muy rígido. Buscar en él las libertades que se tomaron Bruno Taut en Berlín o Ernst May en Frankfurt am Main resultaba prácticamente en vano, pero de ninguna manera se puede negar su delicado sentido para el diseño y la estética, como lo prueban sus edificios para la colonia en Berlín-Siemensstadt."


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FUSCO Renato de ., Historia de la arquitectura Contemporánea. Ed. Celeste. Madrid,1992.


Págs.263-350.“El racionalismo ”


Como se ve, asumiendo el tema del Existenzminimum como el más emblemático del código racionalista, resulta bastante poco rígido, muy alejado de ser una serie de preceptos fijos e indeclinables. Fue un código precisamente en la medida en que, aun estando basado en postulados lógicos y compartidos, permitía una amplia gama de respuestas. En efecto, si nos fijamos en los barrios de ensanche realizados por Ernst May entre 1925 y 1930 en Francfort, reflejan puntualmente la metodología unitaria del racionalismo, desde el design hasta el urbanismo, sus implicaciones con las artes figurativas, en una palabra, su código—estilo; sin embargo, si analizamos la entidad de la intervención, la autonomía de cada uno de los barrios aun dentro de la homogeneidad del plano y, sobre todo, la feliz coexistencia entre arquitectura y naturaleza influyendo en ello la experiencia inglesa de May, que había trabajado anteriormente en Inglaterra con Unwin, uno de los realizadores de la primera ciudad-jardín, podemos afirmar que el nuevo Francfort se diferencia claramente de las restantes realizaciones arquitectónico-urbanistas del racionalismo.


 Otros numerosos ejemplos demuestran estas variaciones de los mensajes en la unidad del código. En la propia urbanística de Gropius el código admite manipulaciones muy diversas, sin hablar de los barrios realizados por Taut en Magdeburgo, por Haesler en Celle o por Martin Wagner en Berlín. En el barrio Törten de Dessau, que presenta en planta un esquema radial entorno al edificio de la cooperativa, puede decirse que es la red viaria, con calles limitadas por una doble banda de casas en hilera, la que determina la configuración de todo el conjunto. Por el contrario, en el barrio de Dammerstock, cerca de Karlsruhe, la planimetría general constituye uno de los primeros ejemplos donde se afirma la independencia del esquema viario con respecto a la configuración y disposición de los edificios. Esta diferenciación rigurosa se desvanece nuevamente, a su vez, para dar lugar a una tercera situación en el barrio de Siemensstadt, construido en Berlín en 1929. Por motivos orográficos y paisajísticos, coexisten aquí la tendencia a alinear los edificios según las calles (pensemos en los edificios alargados proyectados por Bartning, Scharoun y Gropius) y la tendencia a disponer perpendicularmente a la red viaria los bloques de edificación (por ejemplo, en los edificios de Häring, Forbat o Henning). La comparación entre este barrio y el precedente muestra algunos aspectos particulares interesantes, en lo que se refiere a la tipología de edificación. Los edificios de Karlsruhe, quizá para compensar el abstracto rigor urbanístico, presentan una volumetría articulada, una alternancia de volúmenes macizos y espacios vacíos en los balcones. En Berlín tenemos la situación contraria: a la composición urbanística más flexible corresponde una masa de edificación más compacta. En la zona proyectada por Gropius, que aquí como en Dammerstock coordina el trabajo de otros arquitectos, las partes macizas predominan sobre los vacíos, tratados como simples huecos horizontales. A pesar de este esquematismo, el tema de la articulación volumétrica presente en toda la obra de Gropius aparece en la leve vibración plástica de la balaustrada maciza, que sobresale del plano de la fachada.


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CURTIS William. J.  La arquitectura moderna desde 1900. Edit. Phaidon. Hong Kong, 2006. 


Págs.183-199“Walter Gropius, el Expresionismo alemán y la Bauhaus”


Ahora que la Bauhaus estaba al menos instalada en su nuevo hogar, Gropius centró su atención cada vez más en los problemas de la estandarización en la arquitectura. Este interés quedó patente en los estudios de vivienda que instauró en la escuela y que culminaron en la racionalización de los bloques de viviendas colectivas abiertos al espacio, la luz, el aire y las vistas.


En 1928 fue contratado por Siemens para construir unas viviendas para los obreros de la empresa a las afueras de Berlín. Después de 1925, con la estabilización de la moneda, ciudades como Frankfurt y Stuttgart ya habían contratado a arquitectos modernos como Bruno Taut (que se había serenado tras su época expresionista) y Ernst May para proyectar viviendas a gran escala y de bajo coste, y se había desarrollado toda una variedad de modelos estándar. En principio, los esquemas se inspiran con frecuencia en los ideales de la ciudad jardín inglesa, pero en sus formas las casas eran sencillas y cúbicas. Esto llevó a los críticos a apreciar en ellas un sentido anti alemán y también Gropius fue criticado por el supuesto carácter `no natural´, `antihumano´ y `mecanicista´ de su arquitectura. Así pues, a medida que la nueva arquitectura se extiende más allá de la esfera de los proyectos de tablero y de los encargos privados y especializados, era cada vez más probable que fuese malentendida, en particular cuando la estética fabril invade el santuario del hogar. Especialmente en manos de los más prácticos proyectistas berlineses de la Neue Sachlichkeit - que evitaban el formalismo y la consecución de elevados significados espirituales - existía el peligro constante de que los pretendidos efectos estéticos de la sobriedad y la repetición controlada pudiesen mal entenderse como un aspecto insulso y sin vida.


El enfrentamiento entre las normas de los arquitectos y las del público era con frecuencia bastante drástico. Es más, los debates sobre la forma de las viviendas revelaban toda una variedad de posturas dentro de la propia arquitectura moderna alemana: desde las actitudes intransigentes de algunos de los partidos del grupo G en Berlín, que seguían proclamando los ideales funcionalistas y racionalistas, hasta las aspiraciones más `espirituales´ de las personas como Gropius y Mendelsohn , para quienes la poética formal era esencial para la arquitectura. Incluso a Mies van der Rohe -que estaba en realidad más cerca del último grupo que del primero- se le podía encontrar repitiendo hasta la saciedad las actitudes de la estricta objetividad: “Rechazamos toda especulación, toda doctrina y todo formalismo. Rechazamos reconocer problemas de forma; reconocemos solo problemas de construcción. La forma no es el objetivo de nuestro trabajo, sino sólo el resultado. Por sí misma, la forma no existe. La forma como objetivo es formalismo; y lo rechazamos.” En 1925 el Deutsche Werkbund había pedido a Mies que supervisas el proyecto de la primera exposición importante de la organización desde 1914.


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 BENEVOLO, L., Historia de la Arquitectura Moderna. Edit. Gustavo Gili. Barcelona, 1987.


 Pág. 530-564.”Formación del Movimiento Moderno en Europa entre las dos guerras. Aproximación a los problemas urbanísticos”


3.- La urbanística de Gropius.


Las dificultades de la Bauhaus reflejan, por otra parte, las de la cultura europea. Mientras las investigaciones sobre la composición de la tipología de edificios avanza con éxito y convergen hacia resultados de valor general (aparecen en este período los fundamentales trabajos de Alexander Klein [1879-1961], fig. 600), en los criterios de composición de barrios existe todavía una extraordinaria confusión: se pasa de las casas unifamiliares realizadas en los barrios-jardín de Bruselas a los monumentales patios vieneses y a los bloques holandeses, sin que las diferencias puedan justificarse por una proporcional variedad de los modos de la vida. 


 Para poder dar una solución definitiva a los problemas del housing, Gropius comprende que debe enfrentarse con la competición profesional en campo abierto, tomando contacto directamente con las fuerzas económicas y políticas que dirigen la producción de la edificación. Así, abandona en 1928 la escuela y se establece en Berlín como profesional liberal. 


 En 1927 gana el concurso para el barrio Dammerstock en Karlsruhe y, para la construcción de las casas, pide la colaboración de otros nueve arquitectos. El plan de conjunto es sencillísimo: todos los bloques están orientados de Norte a Sur, para distribuir simétricamente sobre las dos fachadas la iluminación solar, y están servidos por calles peatonales, ya que las de vehículos corren perpendicularmente de Este a Oeste (fig.602). La variedad, que parece ausente en el plan general, queda restablecida por la arquitectura, puesto que los bloques son de alturas distintas (de dos a cinco pisos), siendo, por lo tanto, distinta la separación entre ellos y resueltos de manera distintas por los nueve proyectistas. 


 Es bastante notable que el barrio no tenga un espacio central y no quede cerrado en sí mismo, sino estrechamente relacionado con los espacios circundantes; los edificios públicos y los edificios complementarios se sitúan al margen del recinto, en los puntos más adecuados para reconducir el tejido del nuevo barrio al tejido urbano, mientras los recortes menos regulares, como los extremos de las parcelas hacia la Heidelbergerstrasse, son cuidadosamente arreglados mediante movimientos de tierras. 


 Si la visión urbanística de Gropius es objetivamente escasa, puesto que no va más allá del barrio, es necesario notar que el concepto de barrio ha variado profundamente: no se trata ya de una composición que se mantiene por sí misma, sino de una intervención en el cuadro amorfo de la periferia ciudadana, una modificación calculada y ordenada en un ambiente casual y desordenado; el problema consiste en relacionar entre sí estas dos realidades distintas, que se interfieren y contrarrestan recíprocamente. 


 


 


 


 

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