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MONTANER, J,M., La Modernidad superada. Arquitectura, arte y pensamiento del siglo XX.


Edit. Gustavo Gili. Barcelona, 1997.


Págs 181-206.


(Dentro de las variadas corrientes del Minimalismo, una de ellas es la relación con el presente.)


Como creaciones autorreferenciales, sin alusiones, antihistóricas, se trata de obras que han apartado la memoria histórica de su posición privilegiada, que han escarbado una memoria antihistórica.


Tal como provoca la música repetitiva de John Cage, de Philip Glass o de Gavin Bryars, se trata de hipnotizar al oyente, conducirlo al más puro disfrute del presente, un tiempo primitivo y sagrado. Tal como genera la escultura minimalista, se trata de que con su cuerpo y su percepción, el observador experimente con la mayor intensidad posible una relación espacial, volumétrica y cromática pura, sin ornamentaciones narrativas, simbólicas o históricas.


Es difícil indicar paradigmas arquitectónicos en este sentido, sin embargo, algunas piezas de Jean Nouvel y de Toyo Ito han conseguido aportar un efecto máximo en esta percepción pura y atemporal. Tanto la Fondation Cartier en París (1993) de Jean Nouvel, con sus fachadas radicalmente transparentes, como el proyecto de Mediateca en Sendai (1995-2000) de Toyo Ito - síntesis de la racionalista estructura Domino de Le Corbusier con las organicistas doce torres de la estructura-, son paradigmas de esta arquitectura que se aproxima al más puro y cristalino presente, de una percepción hecha de transparencias, superposiciones y atemporalidades.


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MONTANER, Josep María., Sistemas arquitectónicos contemporáneos. Gustavo Gili. Barcelona, 2008. 


Págs.. 190-214. “Diagramas de energía”


La energía como espectáculo visual. El delirio de la arquitectura como espectáculo de energía puede llevar al absurdo de obras puramente visuales, totalmente alejadas de la tectónica y de los valores arquitectónicos y espaciales; una arquitectura sólo retiniana, para ser percibida visualmente, pero difícilmente para ser vivida y experimentada a fondo. El caso más evidente lo constituyen las últimas obras de Jean Nouvel(1945), quien se ha convertido en maestro de la arquitectura entendida como espectáculo visual. Nouvel había realizado una obra emblemática y acertada en la búsqueda de una arquitectura inmaterial: la Fondation Cartier en París (1991-1994). Las fachadas de vidrio del edificio desbordan su perímetro y un paramento acristalado dando al Boulevard Raspail sustituye a los antiguos muros ciegos de cerramiento del solar. Rodeado de jardines con árboles gigantescos, la caja del edificio se desmaterializa en medio de la presencia de la naturaleza. De esta manera, se recrean impresiones evanescentes de niebla, vapor y luz, la vegetación se fusiona con el edificio y se juega a expandir los reflejos y los acontecimientos del entorno urbano. Ya en 1929 László Moholy-Nagyhabía escrito en La nueva visiónque: "Una casa blanca con grandes ventanales de vidrio, rodeada de árboles, se hace casi transparente al iluminarla el sol. Los muros blancos actúan como pantallas de proyección en lascuales las sombras multiplican a los árboles, y los vidrios de las ventanas actúan como espejos,reflejándolos. El resultado es una perfecta transparencia; la casa se convierte en parte de lanaturaleza”.


 

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