Págs. 547- 565.“ Extensión y crítica en la década de 1960”
La lectura del 'contexto' era crucial en el pensamiento de Vittorio Gregotti(autor de El territorio de la arquitectura, de 1966) y de Giancarlo Carlo; pero éstos grandes arquitectos que también tenían que afrontar los problemas del gran tamaño y la estandarización en la fabricación. La respuesta de Carlo a la topografía y el contexto urbano implicaba una considerable abstracción (a diferencia de la imitación bastante obvia del entorno histórico evidente en la torre Velasca de Milán, de Ernesto Rogers, 1958, (figura 600), como muy bien se manifestaba en la primera fase de la Universidad Libre de Urbino(1962-1965), arracimada sobre una ladera fuera de las murallas de la ciudad antigua (figura 557). En años posteriores, de Carlo emprendió un estudio de todo el repertorio construido del núcleo medieval y renacentista de Urbino con vistas a realizar conversiones e intervenciones receptivas. De hecho, desarrolló un método para interpretar las fuerzas latentes en un lugar, una técnica que iba implícita en añadidos posteriores como el auditorio en forma de abanico de la Facultad de Educación (1968-1976), (figura 691), implantado en la ciudad antigua entre muros de piedra y cubiertas de teja, con la luz cayendo en distintos niveles desde arriba, y una cubierta inclinada de vidrio y una geometría ligeramente fracturada que recordaban a Aalto. De Carlo estaba comprometido con la liberalización de las instituciones y con la crítica social, pero no perdía de vista los valores arquitectónicos y urbanos.
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Pág.273-383.“Las vicisitudes de la ideología: los CIAM y el Team X, crítica y contracrítica, 1928-1968” .
Hacia 1963 el Team X ya había superado la fase de fértil intercambio y colaboración, una transformación que fue reconocida intuitivamente por los Smithson en su publicación de 1962, Team X Primer. En adelante, el grupo. continuaría como movimiento tan sólo en el nombre, puesto que lo que había que conseguir con la crítica creativa a los CIAM ya se había alcanzado. En realidad, poco más quedaba por hacer en el camino de la reinterpretación critica, con la posible excepción de la obra de dos miembros que hasta entonces habían permanecido alga apanados: un norteamericano, Shadrach Woods, y un italiano, Giancario de Carlo.
...En 1964, la ideología implícita en el esquema de Woods para Frankfurt tuvo su complemento en el plan de De Carlo para Urbino. Este plan, precedido por un estudio topográfico exhaustivo. dedicaba más espacio a la táctica de conservación y rehabilitación que al acomodo de nuevas construcciones. Con este plan de De Carlo para Urbino, el Team X llegó finalmente a la antítesis completa de las proyecciones cartesianas de la Villa Radieuse. El interés de De Carlo por la reutilización, en lo posible, del patrimonio existente fue confirmado más adelante por una política de estudios residenciales que mostro de manera concluyente que, pese a las mayores densidades que suelen alcanzarse, pueden pasar hasta cincuenta años antes de que las nuevas viviendas compensen la 'perdida de alojamientos' producida durante el tiempo gastado en la demolición y la construcción.
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Pág. 183-192.“Del racionalismo al revisionismo: La arquitectura en Italia, 1920-1965”
El contextualismo. Si el movimiento neorrealista supuso la primera aparición de lo que Vittorio Gregotti ha denominado «la lucha por la realidad» en la arquitectura italiana de esa misma lucha puede encontrarse en el concepto formulado por Ernesto N. Rogers de una arquitectura que respondiese a su contexto urbano. En un artículo publicado en Casabella en 1955, titulado como «Condiciones preexistentes y problemas de la práctica constructiva contemporánea», Rogers abogaba por una arquitectura que, aun permaneciendo explícitamente moderna en sus técnicas, respondiese formalmente a su contexto histórico y espacial: una arquitectura basada en una realidad más existencial de posguerra, que idealizada.
Este concepto ya se había introducido en la práctica antes de que fuese teorizado por Rogers. Podrían señalarse dos proyectos que representan soluciones opuestas al mismo problema. En las oficinas del INÁ Casa en Parma (1950), obra de Franco Albini (1905-1977), una estructura vista de hormigón ofrece una retícula en la que se ensarta un juego de llenos y vacíos acentuados verticalmente. Las complejidades de la vida cotidiana y los trazados de las fachadas existentes en la calle se sugieren sin perturbar la racionalidad subyacente de la retícula idealizada. En contraste con esto, Rogers y sus socios Lodovico Belgiojoso (1909-2004) y Enrico Peressutti (1908-1975) –que con Gianluigi Banfi (1910-1945), muerto en Mauthausen, habían formado el grupo BBPR-, en su edificio de oficinas de la Piazza Meda en Milán (1958-1969), deforman la retícula estructural racional para crear una jerarquía clásica de pisos distintos. En el primer ejemplo, dos órdenes se superponen dialécticamente; en el segundo se forma un híbrido, pero sin tratar de imitar su contexto, sino creando uno análogo.
Una interpretación más literal del contexto puede apreciarse en la obra del arquitecto y teórico romano Saverio Muratori (1910-1973). Para Muratori como se ve en la sede de la Democracia Cristiana Italiana en el barrio romano de la EUR (1955), la respuesta al contexto significaba comunicarse con el público por medio de signos familiares, y reafirmar la tradición. Muratori, al igual que Ridolfi y Quaroni, estaba influido por la arquitectura sueca, pero en su fase neoclásica inicial. Una nostalgia más superficial por el pasado fue la característica del movimiento neoliberty, surgido a mediados de la década de 1990, esa nostalgia quedaría plasmada en la villa de la Via XX Settembre en Milán (1954-1955), obra de Luigi Caccia-Dominioni (n. 1913). A este movimiento no le interesaba ni el contexto inmediato ni el clasicismo eterno, y creía que el liberty, el art nouveau italiano, aún era capaz de representar a una burguesía urbana culturalmente frustrada.
Muchos arquitectos italianos rechazaban el contextualismo, entre ellos Giancarlo de Carlo quien, tras un breve devaneo con el neorrealismo en un primer proyecto de viviendas en Matera, en la década de 1950, volvió al estilo racionalista-brutalista en su residencia de estudiantes de la Università de Urbino (1963-1966). Pero las principales críticas llegaron del extranjero, en particular del Team X, recién formado en el Congreso Internacional de Arquitectura Moderna (CIAM) de Otterlo, en 1959. Los principales objetivos de este ataque fueron la Torre Velasca en Milán (1954-1958), de BBPR; las viviendas en las Zattere de Venecia (1954-1958), de Ignazio Gardella (1905-1999); y el proyecto de De Carlo para Matera.
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Págs. 437-451."La Unité d´habitation de Marsella como prototipo de vivienda colectiva”
La Universidad Libre de Urbino (1962-1963) de Giancarlo de Carlo, era otra variante, de hecho, las universidades se empleaban a menudo como microcosmos de los ideales urbanísticos, al igual que había ocurrido en los años de entreguerras. En este caso, los edificios se disponían sobre la cima de una colina baja y se abrían en abanico para aprovechar al máximo las vistas y armonizar con los alrededores. Aunque la forma reflejaba probablemente las ideas ‘orgánicas’ de Aalto, se trataba también de una reformulación moderna de algunos de los elementos y espacios típicos de la ciudades medievales italianas. Un espacio semicerrado, más que un objeto exento, se convirtió en el principal foco social, y se hizo todo lo posible para expresar la jerarquía de las células individuales y de las funciones sociales.
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