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BROOKS PFEIFFER Bruce. Frank Lloyd Wright 1876-1959. Construir para la democracia. Edit. Taschen. Colonia, 2006.


p.21 La casa de Ward W. Willits se construyó en un vasto rerreno de un barrio periférico de la ciudad. Revocadas en cemento, las superficies blancas quedan acentuadas por las ornamentaciones de madera, barnizadas en negro. La planta es cruciforme; la sala de estar, el comedor y el vestíbulo de entrada están separados más por elementos arquitectónicos que or paredes o puertas. Al igual que en la casa Dana, la chimenea, rodeada de asientos fijos, ocupa el centro. En estas primeras obras, Wright va experimentando más y más con el mobiliario, diseñado por ñel mismo pues, para su consternacion, comprobaba que sus clientes - una vez acabada la casa- se trasladaban con sus muebles antiguos. Utilizando estanterías fijas, asientos, aparadores, armarios empotrados etc. se aseguraba que al menos el mobiliario básico quedaba en consonancia con la concepción general. También la arquitectura del jardín estaba en función del edificio, con el fin de proporcionar una impresión de unidad. 


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PEEL Lucy, POWELL Polly, GARRET Alexander., “Frank Lloyd Wright y el estilo doméstico” en Introducción a la Arquitectura del siglo XX. CEAC. Barcelona, 1990. Págs.22-25.


La casa Ward Willitts (1902) está situada en Highland Park, en las afueras de Chicago, y muestra muchas de las características del estilo Prairie, pero combinado con fuertes alusiones japonesas. Como muchos de los trabajos de Wright durante este período, la casa está desprovista de ornamentaciones innecesarias, tiene fachadas de cuadrículas blancas y negras que no desentonan en el entorno inmediato. El sótano, que tanta importancia tiene en las casas norteamericanas de los suburbios, se alza del suelo, creando así un podio para los pisos superiores.  Muchos años más tarde Wright intentó analizar sus principios fundamentales en los diseños de estas primeras casas, y por encima de todo vio en la unidad – como relación a su vez de los espacios interiores y de la casa y su entrono – su primer objetivo.


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CURTIS William. J.  La arquitectura moderna desde 1900. Edit. Phaidon. Hong Kong, 2006. 


Págs. 113 – 129.“El sistema arquitectónico de Frank Lloyd Wright


La casa Ward Willits (1902), construida en el barrio suburbano de Highland Park, al norte de Chicago, fue una de las primeras de la fase madura de la obra de Wright; está muy retranqueada con respecto a la calzada y la primera impresión es la de unas cubiertas bajas que se extienden tras los árboles próximos, y ventanas encapuchadas con oscuras rendijas de vidrio colocadas bajo los aleros. El edificio se divide en cuatro alas principales, de modo que el tamaño nunca es agobiante. Se entra desde una puerta cochera, situada a la derecha del edificio, subiendo unos escalones. Las casas de Wright solían tener un 'camino' que las recorría; en este caso existe la elección momentánea de volver hacia atrás para coger la escalera helicoidal cuadrada que lleva al piso de los dormitorios,o bien tomar la ruta más llamativa que sale del vestíbulo siguiendo la visión diagonal hacia la sala de estar. Ésta se halla en el eje principal y alcanza una altura de planta y media; tiene la chimenea en el eje y una pantalla de ventanas verticales. Las paredes están revocadas y son lisas,y hay listones de madera que rebajan la escala y relacionan la estructura, el mobiliario y los detalles con las proporciones principales. Desde este espacio se puede ver a su vez, a lo largo de otra diagonal, el comedor, situado en un eje transversal, con vistas hacia el jardín en tres de sus lados; en el ala trasera de la casa está la cocina.


Los detalles como las rejas, las texturas del ladrillo en la chimenea, los parteluces de las ventanas, e incluso las líneas de plomo de vidrios llevan la impronta de la misma inteligencia formal que concibió el conjunto, como si hasta las partes más pequeñas hubiesen tenido la idea generadora implícita dentro de todas ellas. Así, las figuras abstractas de la planta y la ornamentación de las ventanas se perciben como variaciones de los mismos trazados geométricos. De hecho, la planta es casi una obra de arte en sí misma y sirve para ilustrar los principios compositivos de Wright.


Hay ejes primarios y secundarios que están reforzados por las líneas centrales de las cubiertas y la colocación de la chimenea, pero muchas de las habitaciones están desplazadas sobre ejes paralelos a los principales. El resultado es una especie de rotación de 'molinete' que se experimenta en tres dimensiones como una tensión espacial que varía a medida que nos movemos por los espacios interiores. La sección está estratificada y los elementos se deslizan unos sobre otros. Las partes y el todo se mantienen en un equilibrio vital. Para Wright, este dinamismo era quizás equivalente a la fuerza de la vida que él sentía en la naturaleza; y daba a sus viviendas algo de la cualidad de una música espacial en la que el ritmo, el movimiento, la repetición y la variación de elementos similares provocaban estados de ánimo y emociones diferente grado e intensidad. La casa Ward Willirs fue un primer experimento con las teorías recién concebidas por Wright.


En ella puso a prueba las diversas piezas de su tipo 'casa de la pradera'. Más de veinte años después volvió la vista atrás, hacia este periodo, se intentó poner por escrito los principios que guiaban sus proyectos domésticos.


Primero. Reducir al mínimo el número de partes necesarias de la casa y las habitaciones separadas, y hacer que todas se unan como un recinto espacial, dividido de tal manera que la luz, el aire y las vistas impregnen el conjunto con un sentido de unidad.


Segundo. Asociar el edificio como conjunto con el emplazamiento mediante la extensión y el énfasis de todos los planos paralelos al suelo, pero evitando ocupar la mejor parte del terreno, dejando así la mejor zona para el uso en relación con la vida de la casa. Los planos extendidos y nivelados se mostraban muy útiles a este respecto.


Tercero. Eliminar la habitación como una caja y la casa como otra análoga, haciendo todas las paredes como pantallas de delimitación; hacer que los techos, los suelos y las pantallas de delimitación fluyan unos dentro de otros como un gran recinto de espacio, sólo con subdivisiones interiores. Hacer todas las proporciones de la casa más generosamente humanas, con menos espacio desperdiciado en la estructura, y una estructura más apropiada al material, de modo que el conjunto sea más habitable.Generoso es la mejor palabra. Las extensas líneas rectas o los perfiles aerodinámicos eran muy útiles al respecto.


Cuarto.Sacar del terreno los sótanos malsanos, levantarlos como un pedestal bajo en favor de una posición habitable para la casa, haciendo visible la propia cimentación como una plataforma baja de fábrica sobre la que se debería asentar el edificio.


Quinto. Armonizar todas las aberturas necesarias hacia el ‘exterior’ o hacia el ‘interior’ con buenas proporciones humanas y hacer que aparezcan de un modo natural, aisladas o como una serie en el esquema de todo el edificio. Solían parecer ‘pantallas de luz’ en vez de paredes, dado que toda la ‘Arquitectura’ de la casa consistía principalmente en el modo en que estas aberturas se situaban en dichas paredes, ya que se agrupaban alrededor de las habitaciones como pantallas de delimitación. La habitación como tal era entonces la expresión arquitectónica esencial, y no debía haber huecos cortados en las paredes tal como se cortan en una caja, puesto que no estaba en armonía con el ideal ‘plástico’. Los huecos recortados resultaban violentos.


Sexto. Eliminar combinaciones de diferentes materiales en favor de un único material en la medida de lo posible; no usar ningún ornamento que no resulte de la naturaleza de los materiales, para hacer así el edificio entero más claro Y más expresivo como lugar para vivir, y dada la concepción del edificio un énfasis adecuado y revelador. Las líneas geométricas o rectas eran naturales para la maquinaria usada en las empresas constructoras de entonces, de modo que los interiores tomaban este carácter de manera natural.


Séptimo. Incorporar toda la calefacción, la iluminación y la fontanería de modo que estos sistemas se conviertan en partes constitutivas del propio edificio. Estas instalaciones se hacían arquitectónicas y a todo ello contribuía el ideal de una arquitectura orgánica.


Octavo. Incorporar como arquitectura orgánica la medida de lo posibleel mobiliario, haciéndolo todo uno con el edificio y diseñándolo en términos simples para el trabajo a máquina. De nuevo todo con líneas rectas y formas rectangulares.


Noveno. Eliminar al decorador. Para él todo eran curvas y eflorescencias, si es que no era todo de ‘época'.


Esto no supone afirmar que el 'sistema' de Wright fuese rígido y obligatorio; por el contrario, le permitía contar con una base firme desde la que experimentar; su flexibilidad quedaba bien demostrada en sus respuestas a diferentes tamaños de vivienda. Muchas de las primeras casas de Wright eran modestas, pero a medida que fue creciendo su reputación ocurrió lo mismo con tamaño de sus encargos, hasta el punto de que pronto estuvo construyendo para personas inmensamente ricas.

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