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LAMBERT Rosemary. “El siglo XX”. Introducción a la Historia del Arte. Universidad de Cambridge.Edit. Gustavo Gili. Círculo de lectores. Barcelona, 1985. (Cambridge University Press, 1981).


pág.11-12. "El artista que pintó el primer cuadro cubista, el españolo Pablo Picasso, fue uno de los primeros en volver al pasado prehistórico... en 1907 pintó una obra que escandalizó a quienes la vieron, sus famosos Señoritas de Avignon, una escena de burdel que se convirtió en el prototipo de la pintura cubista.  Las figuras parecen estar compuestas de varias facetas del cuerpo femenino, pero captadas desde ángulos distintos, mostrando lo que sabemos que hay y no lo que vemos a primera vista. Las distorsionadas figuras han quedado aplanadas casi del todo, y al haber poco espacio detrás o enfrente de ellas son empujadas hacia adelanta, sin que exista entre nosotros y ellas una distancia prudente.  Si observamos el fondo azul de la derecha, podermos ver que Picasso estaba decidido a mantenerlo todo en la superficie del cuadro. Este color normalmente retrocedería, pero Picasso al perfilarlo en blanco lo ha hecho avanzar marcadamente. La figura de la izquierza tiene la actitud de las figuras del antiguo Egipto, las dos siguientes recuerdan figuras del primitivo arte ibérico, y las dos de la derecha presentan muecas de máscaras africanas. Picasso utilizó el arte exótico porque era un modelo que le permitía alejarse con más facilidad de los métodos tradicionales de representar un tema. Fragmentó las figuras y recompuso brutalmente alguna de las caras, produciendo un efecto salvaje que sabía que escandalizría. La disposición general de la obra, su composición, es casi una caricatura de la organización que Cézanne imponía en su pintura."

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