Desde esta posición, se toma la ciudad dada e interpretada como la realidad desde donde partir. Por esta razón, cuando se interviene en las ciudades europeas, se intentan continuar las formas reticulares y en damero, poniendo énfasis en las características y elementos constitutivos de la ciudad tradicional: la calle, la manzana cerrada, las plazas, los paseos. Se parte del concepto de “preexistencias ambientales” que Ernesto Nathan Rogersplanteó a finales de la década de 1950 y se propone cada intervención como continuidad de la ciudad existente. Ello se corresponde con las diversas ideas de la ciudad que han elaborado autores como Aldo Rossi, Carlo Aymonino, Philippe Panerai, Jean Castex, Rob Krier y Manuel de Solá Morales, especialmente durante la década de 1970, y significa la vigencia de un cierto platonismo que cae en el reduccionismo europeocentrista de considerar que la ciudad compacta es, si no el único, el mejor modelo urbano; el tipo ideal.