Ricardo de Bastida y Bilbao nació el 15 de agosto de 1879, en la intimidad de las ‘Siete Calles’ de Bilbao. Su niñez y su primera juventud estuvieron marcadas por el ambiente romántico producido por la construcción de una serie de edificios representativos neogóticos y neorrománicos, tales como la fachada neogótica de la catedral de Santiago, a cargo de Severino Achúcarro o el Teatro Arriaga, realizado de Joaquín de Rucoba. Tal fue su admiración por esos edificios que en el año 1895 empezó a estudiar Arquitectura en la escuela de Barcelona. El ambiente de la Barcelona de la época, estaba dominado por el Modernismo Catalán. Dominando en la Escuela de Arquitectura las teorías modernistas de Domènech i Montaner, profesor de Composición y director de la misma.
En 1902, recién acabados sus estudios, vuelve a Bilbao para empezar a desarrollar su carrera de la mano de José María Basterra y Severino Achúcarro. Pocos años después, en 1904, entró en el Ayuntamiento de Bilbao, pasando en 1905 a ser arquitecto municipal, labor que desempeñaría hasta que estalló la Guerra Civil Española. En la trayectoria del arquitecto destaca una diversidad estilística que irá mutando a lo largo de su ejercicio profesional. En la etapa postuniversitaria destaca una trayectoria modernista que duró hasta que en 1908, asistió al Congreso de Viena que influyó de forma importante en su tarea profesional, influyendo de forma importante en sus proyectos de con fuerte influencia tanto del modernismo como del estilo Sezesion. En torno a 1918 se decanta por un estilo regionalista que duraría hasta los años 30. Tras finalizar la Guerra Civil, desarrolla su arquitectura en un marco más racionalista-expresionista. Sin embargo, la obra de Bastida destaca por emplear matices clasicistas siempre que el edificio proyectado tuviera carácter representativo.
Entre sus obras más significativas destacamos el edificio de la Alhondiga de Bilbao, fuertemente transformado tras las múltiples intervenciones llevadas a cabo.
Aitor GONZÁLEZ DE GARIBAY