La figura del arquitecto Jesús Guinea ha estado asociada desde un principio al territorio alavés, donde desarrolló la mayor parte de su obra. Nace en Vitoria el 1 de junio de 1903 en el seno de una familia acomodada. Hijo del conocido fotógrafo Enrique Guinea Maquíbar, realizó sus primeros estudios en los colegios de los Corazonistas y Marianistas de la capital alavesa, desarrollando en este último centro escolar ya como arquitecto, una importante ampliación en 1947. Dichos estudios los compagina con la asistencia a la Escuela de Artes y Oficios, donde impartía clases el conocido pintor Diaz de Olano y donde el joven Guinea comenzaba a tener afición por el dibujo, mostrando desde niño una especial pasión por la ingeniería naval, pasión que abandonó por la arquitectura. Aficionado a la música y a los toros, estudió la carrera en la Escuela de Arquitectura de Madrid alcanzando la titulación de arquitecto el 30 de julio de 1928.
En ese mismo año viaja a Sevilla en compañía de su amigo y compañero Fernando de la Cuadra, donde permanecerá durante un año colaborando en los trabajos de la Exposición Iberoamericana que tuvo lugar en 1929. Tras regresar de la capital hispalense contrae matrimonio con la cántabra Maria del Carmen García Pol estableciendo su residencia en Vitoria. Nombrado arquitecto provincial en 1935, sustituye en dicho cargo a Julián Apraiz permaneciendo en el mismo hasta 1971. La Guerra Civil le sorprende en Fuenterrabía, villa fronteriza a la que acudían por tradición familiar. Tras finalizar la guerra comenzó su actividad arquitectónica junto con Emilio de Apraiz, con quien comparte estudio a partir del año de 1941. Esta actividad en el estudio la compartía con su cargo en la administración foral, colaborando desde sus primeros años con otros arquitectos y aparejadores entre los que destacan Txomin Echeverría quien será futuro Director de la Escuela de Aparajadores de Burgos y Mario López de Guereñu aparejador de la Diputación Foral de Alava con quien trabajó largos años.
Amigo de Ricardo Buesa, Francisco Tabar, Emilio Apraiz y Miguel Mieg frecuentaba las tertulias. Hacia 1960 recibe el título de Diplomado en Urbanismo siendo desde 1966 doctor arquitecto. Consejero del Banco de Vitoria, miembro de la Junta de Bodegas Franco Españolas, Consejero de Vitoriana de Espectáculos S.A., Académico correspondiente a la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, es nombrado así mismo Arquitecto Diocesano en 1941 obteniendo en su amplia y variada actividad edilicia numerosos premios por sus proyectos arquitectónicos.
Tras una dilatada vida profesional con su amigo y compañero Emilio Apraiz, ambos deciden en 1965 instalarse con sus hijos también arquitectos, continuando el trabajo hasta su jubilación. Nuestro protagonista fallecíó en Vitoria el 11 de agosto de 1994.
Tanto a Jesús Guinea como a Jose Luis López de Uralde se les puede considerar como los dos arquitectos más representativos del racionalismo arquitectónico en la Provincia de Alava. Ambos estudiaron en la Escuela de Arquitectura de Madrid, rodeados de un ambiente muy propicio para la adopción de las ideas de la nueva arquitectura. Diversos estudiosos ya nos señalan que el mapa arquitectónico internacional entre 1925 y 1928, años en que Guinea se encuentra estudiando su carrera, era de trasformación irreversible, hacia la creación de una nueva arquitectura. Precisamente en estos años surge en la Escuela de Arquitectura de Madrid una generación de ruptura que comienza a relacionarse más con lo que se hace fuera de España que con lo que se lleva a cabo en el interior. Dichas inquietudes se hacen especialmente sensibles, entre un grupo de alumnos de la Escuela madrileña, contemporáneos de Jesús Guinea, que finalizaron su carrera entre los años 1926-27. Ignoramos si Guinea participó en este debate, lo que sí parece seguro es el interés que en él despertó el incipiente desarrollo de la nueva arquitectura. Las revistas que consultó y sus primeras realizaciones nos muestran dicho interés por la nueva arquitectura racionalista.
La dilatada labor profesional de Jesús Guinea la podemos dividir en cuatro etapas diferenciadas: El racionalismo de su primera arquitectura, el historicismo de postguerra, la actividad que lleva a cabo en el campo de la restauración monumental como arquitecto provincial y finalmente las últimas obras en unión con el imperante Estilo Internacional.
Uno de sus primeros edificios que realiza es el Pabellón Maggi que llevó a cabo para la Exposición Iberoamericana de Sevilla junto con Fernando de la Cuadra, obteniendo el segundo premio de pabellones comerciales y por consiguiente la medalla de plata en la sección edificios complementarios. Se trata de un edificio que se caracteriza por su simplicidad, con pocos elementos de líneas muy claras, actuando los arquitectos con la libertad propia de estas salas comerciales e industriales, donde se presenta la arquitectura más moderna de la época, en contraste con los estilos históricos y regionales de los grandes pabellones de la exposición.
Amigo de Aizpurúa a quien intentó ayudar en difíciles circunstancias previas a la contienda civil y Victor Eusa con quien gustaba acudir a las corridas de toros en los Sanfemines, Guinea no pertecene al GATEPAC, aunque es junto a Jose Luis López de Uralde, y el aparejador Txomin Echevarria uno de los tres únicos suscriptores de la revista AC en la provincia de Alava, por otra parte su importante biblioteca nos muestra que se hace eco de las nuevas corrientes arquitectónicas del momento. El movimiento racionalista se desarrolla en plena juventud profesional de Jesús Guinea y coincide con un corto período de tiempo 1929-1936 en donde nos muestra el racionalismo fresco, libre y depurado de su obra, aunque para ello tengamos que acudir en parte a sus proyectos no realizados, que podemos documentar gracias a la existencia del archivo del arquitecto.
Dentro del capítulo de las obras realizadas, la mayor parte desaparecidas en la actualidad, destacamos el chalet sanatorio en Labastida (Alava) para Manuel Mendoza 1931, el Club de Natación Judizmendi 1934-35 y el proyecto de viviendas para doña Juana Alonso y Santiago Fenández en C/ Florida-Judizmendi de Vitoria , manifestaciones todas ellas de arquitectura funcional en la línea de la estética barco. En esta misma línea debemos de destacar, el edificio de viviendas de la C/ San Antonio llevando a cabo entre 1937-39, donde ubicó su estudio de arquitectura. Esta arquitectura de Guinea junto con las intervenciones puntuales que estaba llevando a cabo por aquel entonces Jose Luis López de Uralde como la Estación de Servicio Goya 1935, constituye la vanguardia arquitectónico de la época en la provincia alavesa.
El gusto que Guinea muestra en este tiempo por obras menores, como los múltiples proyectos de escaparates en lonjas comerciales del centro de la ciudad, resulta especialmente interesante, destacando entre todos ellos por su racionalidad y pureza de líneas, el proyecto que realiza para la cafetería SAM, y especialmente la reforma de la tienda de los paños LOSA llevada a cabo en 1934 y hoy tristemente desaparecido, con un lineal tratamiento decorativo muy próximo al Art Decó.
Otros muchos proyectos se quedaron en el papel, mostrando el gusto que Jesús Guinea tenía por el nuevo racionalismo. El sencillo diseño para la Estación de Ferrocarril Vasco-Navarro, el café Ezquerra con su magnífica sala de baile, el garaje gasolinera de la DKW en Ortiz de Zárate, el proyecto de cine KLMN para VESA en la C/ San Prudencio tremendamente vanguardista en la Vitoria del momento, o el grupo de viviendas pensado para el concurso de Solokoetxe, son proyectos prácticamente inéditos y suyo análisis denota el avanzado interés de nuestro arquitecto por el racionalismo arquitectónico.
Los trágicos acontecimientos de la Guerra Civil no tuvieron la misma virulencia en Alava que en el resto de las provincias vascas y poco antes de finalizar la misma, ya tiene fechados una serie de proyectos que continúan la línea racionalista. Las nuevas circunstancia políticas y el control que la Dirección General de Arquitectura realiza por medio de su director Pedro de Muguruza, no elimina en cualquier caso el interés de Guinea por el diseño de la arquitectura racionalista. Y es que aproximarse a la arquitectura de los años cincuenta en España, no supone acercarse a un hecho unitario, bajo influencias historicistas y ruralistas se realizar arquitecturas y planes de contenidos disciplinares contemporáneos, buena prueba de ello es el magnífico dibujo que nos queda de proyecto para la Estación de Autobuses de Vitoria de 1941, las viviendas de la C/ Santiago 1942, o la fábrica para Heraclio Fournier en donde todavía perdura un racionalismo mitigado.
Pero el racionalismo de Guinea es un racionalismo de "carácter ecléctico", muestra interés y preocupación por las nuevas corrientes pero de forma dialogada, sin radicalismo y adaptada conscientemente a las circunstancias del lugar y del momento. Eso explica que desde 1929 a 1936 compagine los proyectos de carácter racionalista antes mencionados, con otros de un talante bien distinto, como son el proyecto de Hotel parador para el Puerte de Herrera (Alava), o la construcción de la Iglesia de San Cristóbal en Vitoria de claro componente ecléctico.
Tras la contienda civil, Jesús Guinea es un arquitecto todavía joven, a sus 37 años posee ya una experiencia profesional, y por sus cargos y ocupaciones estaba profesionalmente dispuesto para llevar a cabo una destacada labor arquitectónica. Pero dicha aspiración coincidió con la posguerra, una época arquitectónicamente pobre, hasta que alrededor de los años 1950 y sobre todo en los 60 Vitoria comenzó a tener una rápida expansión. No obstante dicho período histórico también creó ciudad. Edificios como el Cine VESA o el Instituto Provincial de Sanidad delatan las nuevas señas de identidad, con una vuelta hacia lo ecléctico, principalmente hacia el estilo herreriano que se convirtió en el estilo nacional del régimen. A esta estética obedecen varias de las construcciones proyectadas como la Casa Cuartel de la Guardia Civil en Villarreal de Alava 1941, reconstrucción de la Casa de Viviendas y Ayuntamiento de Villarreal, y ya en Vitoria casa en la C/ Postas 1941 y las viviendas protegidas en la C/ Florida.Pero dentro de este ambiente de vuelta a los estilos históricos, el regionalista o neovasco es quizás el estilo que Guinea prefería. Las casas rurales de miñones que extendió como arquitecto provincial por toda la geografía alavesa, son manifestación clara de la labor que desarrolló en este sentido. La capital Vitoria no quedó al margen de este tipo de arquitectura, ejemplos significativos a este respecto son la antigua Estación de Autobuses de Vitoria hoy desaparecida y la gasolinera caserío del Alto de Armentia en la salida sur de la capital alavesa.
Pero quizá de entre todos los proyectos que llevó a cabo junto a Emilio Apraiz podemos destacar por su volumen y esfuerzo proyectual los llevados a cabo para Hotel Balneario de Gijón 1944 que obtuvo el segundo premio y al cine VESA de Vitoria 1944, desarrolando también en este período dominado por el historicismo, la citada ampliación del Colegio de los Marianistas y la reforma del Banco de Vitoria entre otros.
La tarea restauradora que ejercida por parte de la Diputación Foral de Alava en relación a los monumentos históricos de la provincia, cobra un importante impulso a partir de los años 50. Esta labor restauradora de Guinea que coincide en cierta manera con la última etapa como arquitecto, la llevará a cabo tanto en el campo de la arquitectura civil como religiosa. Consolidación de iglesias como San Andrés de Bolivar (Alava) , alzados de torres como las de Andollu (Alava) o Espejo (Alava), sus restauraciones se realizan sobre edificios tan importantes en el pasado histórico de la provincia como las torres medievales de Quejana, Guevara 1964, y Mendoza 1963, la iglesia juradera de San Juan de Arriaga 1968, la ermita románica de San Juan de Marquinez 1958, la iglesia de Tuesta y la Basílica de Armentia 1964.
En su archivo de arquitectura podemos apreciar así mismo una serie de anteproyectos que realizó para la iglesia de Nuestra Señora de Angosto, con cuyos religiosos continuó trabajando en distintos proyectos durante una dilatada trayectoria profesional. Son así mismo muchas las intervenciones que realiza sobre otros edificios que aunque no sean considerados monumentales o de carácter histórico, son edificios modernos que con el paso del tiempo necesitaron una intervención debido a su notable deterioro, entre los que destacamos el trabajo que realizó sobre los edificios iniciales de la actual Granja de Arkaute.
Ya en la época de desarrollo de la capital alavesa, aumentan las necesidades y por consecuencia los encargos, desarrollando una importante labor como arquitecto de estudio en la construcción edificios industriales y de servicios sociales, como hospitales, escuelas, arquitecturas para el ocio o grupos de viviendas. Es precisamente en la construcción de este tipo de edificios, cuando descubrimos a un Guinea más en la línea de la nueva arquitectura, despojándose definitivamente de los historicismos del período de la autarquía, dando paso hacia la nueva arquitectura en la línea del Estilo Internacional. La fábrica para los hermanos Medrano o la que diseñó para los hermanos Urrutikoetxea en Lapuebla de Labarca (Alava), las instalaciones de la Sociedad Deportiva Estadio 1958 que han dado durante mucho tiempo la imagen de la Vitoria moderna, la Escuela de Peritos en el Campus de la Universidad del País Vasco 1958, la Policlínica San José en colaboración con Eduardo Garay 1964-1970, son las obras que marcarán el final de su carrera profesional.
Mariano J. RUIZ DE AEL