Cesar Martinell era un arquitecto especialista en construcciones agrarias, construyó durante su vida unas 40 bodegas y otras construcciones agrícolas, que se conocen por su magnificencia como las Catedrales del Vino. No solo proyectaba los edificios, sino que también organizaba los espacios para desarrollar la producción, los almacenes y la distribución de la maquinaria. Así, organizaba el espacio para el proceso de producción, se preocupaba por la forma y la ubicación de los depósitos, por los sistemas de aislamiento y circulación de líquidos, por la ventilación, las condiciones de fermentación, todo con la finalidad de facilitar el trabajo.