La constatación creciente , a principios de los años sesenta, de que en el ejercicio profesional común había una carencia fundamental de correspondencia entre los valores del arquitecto y las necesidades y las costumbres de los usuarios llevó a toda una serie de movimientos reformistas que trataban de superar, siguiendo vías antiutópicas, este divorcio entre el diseñador y la sociedad cotidiana. Estas facciones no sólo cuestionaban lo inaccesible de la sintaxis abstracta de la arquitectura contemporánea, sino que intentaban también idear maneras de que la arquitectura pudiera ayudar a estos sectores más pobres de la sociedad a los que normalmente no se dedicaba la profesión.
En el libro Supports: an Alternative to Mass Housing (1962), N.J. Habraken fue el primero en abordar el problema de construir un parque de viviendas que pudiera satisfacer las necesidades variables de sus usuarios, y John Turner y William Mangin empezaron en 1963 a transcribir sus experiencias como consultores en las ciudades espontáneas de 'chabolistas'que por entonces estaban surgiendo alrededor del perímetro de las grandes ciudades Sudamericanas. La situación, tal como la describía Mangin en su momento, puede considerarse típica de muchas otras ciudades del continente europeo :
El tremendo crecimiento de la población en Perú, junto con la centralización de los recursos sociales, políticos, económicos y culturales en Lima, ha provocado una migración intensiva desde las provincias a la capital. Puede decirse, sin temor a equivocarse, que al menos uno de los dos millones de personas que viven en Lima han nacido fuera de la ciudad. El aumento en el número de inmigrantes en la ciudad y el consiguiente reasentamiento dramático de muchos de ellos en poblados chabolistas 'autoconstruidos sin ayuda', las denominadas 'barriadas', han llamado mucho la atención tanto allí como en el extranjero, y por primera vez muchos peruanos son conscientes de la situación. Probablemente la ciudad ha crecido en el pasado de modo muy similar, pero la magnitud y la visibilidad de la afluencia reciente hace que parezca un fenómeno nuevo. Los inmigrantes vienen prácticamente de todas las regiones y de todas las clases sociales y grupos étnicos del país.
Los problemas de esta magnitud caen, por supuesto, fuera del alcance de la arquitectura como disciplina autónoma, e incluso fuera del proceso de ocupación del suelo y edificación tal como se concibe habitualmente. De todos modos, la escala del problema, su notoriedad y la necesidad de abordarlo de un modo que ayudase a los chabolistas a construir de un modo más eficaz (la dotación, en muchos casos, de infraestructuras de agua y alcantarillado), creó un clima general en el que la fórmula de la Neue Sachlichkeit -la demolición los barrios degradados seguida de un realojamiento masivo-, ya con cuarenta años a sus espaldas, fue sometida por primera vez a una reconsideración radical . Habraken aseguraba que el enfoque en su conjunto necesitaba replantearse no sólo con respecto al Tercer Mundo, sino también de cara al creciente descontento de los usuarios en las economías industrializadas.
Diversidad. Afortunadamente, una parte de la arquitectura posmoderna ha demostrado su habilidad en potenciar y manifestar la diversidad: en la arquitectura que favorece la participación en las teorías y obras de Ralph Erskine, Lucien Knoll, John F.C.Turner, Christopher Alexander o N. John Habraken; en la tradición holandesa, encabezada por Aldo Van Eyck y Herman Herzberger, continuada a su manera por Rem Koolhaas y que ha desembocado en obras como el Silodam en Amsterdam (1995-2002) y el grupo MVRDV. El silodam se concierte en un manifiesto de diversidad de modos de vida, en la expresión del deseo de caracterización e individualización de cada vivienda dentro de un conjunto colectivo.
---
Este pensamiento y práctica de la participación de abajo arriba (bottom up) tiene sólidas raíces en la teoría arquitectónica contemporánea: las experiencias y los escritos de John F.C. Turner, influido por Charles Abrams y Colin Ward, el método de los soportes de N. John Habraken, y el sistema de requerimientos, diagramas y patrones de Christopher Alexander.
Como ejemplo emblemático de participación podemos tomar el programa Favela-Barrio, promovido por el arquitecto Luiz Paulo Conde, cuando era secretario municipal de urbanismo y alcalde de Rio de Janeiro, y coordinado por los urbanistas Sergio Magalhaes y Verena Andreatta. Dentro de este programa destacan las intervenciones del arquitecto de origen argentino Jorge Mario Jauregui. Con la colaboración de arquitectos y científicos sociales, Jaúregui ha creado un sistema participativo, abierto y complejo que le permite situarse y conocer el lugar para poder plantear posibles líneas de intervención desde la propia lógica de las favelas. En su método, Jáuregui además de los conocimientos técnicos y legales sobre arquitectura e ingeniería, sintetiza aportaciones de la filosofía – como los conceptos de pliegue y rizoma-, procedentes de la sociología y de la psicología.
---
A principios de la década de 1950, Colin Ward empezó a escribir en la revista anarquista Freedom, elaborando el concepto de la autoconstrucción. El antropólogo Oscar Lewis, defensor de los barrios autoconstruidos, publicó en 1959 su libro Antropología de la pobreza: cinco familias. Y gran parte de ello fue heredado por las teorías y acciones del arquitecto John F. C. Turner a favor de la autoconstrucción y el poder de los usuarios, en libros como Todo el poder para los usuarios.
Y no es casual que, en el caso de Barcelona, la tesis doctoral del urbanista Joan Busquets estuviera dedicada a Las “coreas” de Barcelona: estudios sobre la urbanización marginal 1971-1974.
Este proceso de análisis y concienciación de los fenómenos urbanos no reglados, desarrollado entre la década de 1950 y la de 1970, potenciará que este urbanismo, denominado informal, marginal o, también, construcción social del hábitat, se reconozca como alternativo al formal y reglado, como auténtica manera de hacer ciudad, y se comience a superar el calificativo siempre negativo de slum.