BANHAM, R., Teoría y diseño en la primera era de la máquina. Edit. Paidos. Barcelona, 1977.
Págs. 207-220.“La arquitectura y la tradición cubista”
Severini fue el primero en clamar por un retorno al orden, un retorno en el sentido literal de vuelta al clasicismo, a la perspectiva central y a objetos de constitución normal. El resultado, en sus cuadros de la década de 1920-1930, es meramente bonito y decorativo, pero Severini contribuyó a salvar del abismo entre pintura y arquitectura, en las que la vena clásica y la llamada al pasado tenían igual vigencia en los primeros años posteriores a la guerra de 1914-1918. Mayor importancia tiene a este respecto, sin embargo, la obra escrita de otro integrante del Groupe de Puteaux, Albert Gleizes. Para este, como para algunos arquitectos jóvenes, el restablecimiento de la disciplina clásica era un paso hacia algo más allá del clasicismo.
Una vez realizado el esfuerzo último, no será el clasicismo lo que redescubrirán, sino la tradición pura y simple, aquello que permita una colaboración estricta y jerárquica en la creación de obras de arte impersonales.
Llaman la atención aquí, en seguida, dos concordancias con las ideas holandesas. Una, concerniente a la Gesamtkuntwerk, recibe plena confirmación de Gleizes en otro pasaje; implicaciones de esta collaboration y hierarchisée son apoyadas por la idea de que
La pinture et la sculpture sont fontion de l’architecture,
Idea de propiedad común pero que, en el caso de Gleizes, podía provenir de Charles Blanc.
Abandonando su cuna común en la arquitectura, dos artes se han liberado sucesivamente de la matriz materna: primero la escultura, después la pintura.
La otra concordancia con Holanda radica en el concepto de oeuvre d’ art impersonelle, a cuyo respecto sus ideas son casi mondrianescas.
Las pinturas cubistas son impersonales… la belleza no es ya una oportunidad aprehensible, sino inevitable.
Mientras las obras pictóricas han sido hasta hoy tan fugitivas que eran imposible copiarlas… ahora, en cambio, se las puede multiplicar al infinito, ya sea por medio del artista que las creo, ya sea por medio de intermediarios responsables… en el caso de la pintura, si ninguna copia es más “original “que otra, el precio de venta disminuirá por sí solo.
La inferencia de que solo obras de cualidades perfectamente determinadas puedan reproducirse con exactitud sugiere (y el texto lo confirma más delante) que Gleizes piensa en las reproducciones a mano, pues la mayoría de los medios mecánicos (por ejemplo, la fotografía) podría reproducir también efectos accidentales. Sin embargo. Gleizes se refiere también a autres moyen d’ordre mécanique y con ello implica que los beneficios de la producción en masa, o reproducciones en masa, llegaran al público comprador solo a través de objetos que describe en otro pasaje como concebidos
…siguiendo leyes bien definidas, pero no obstante muy sencillas.
Esta idea de que solo los diseños geométricamente simples pueden producirse en grandes cantidades y a bajo costo, era común a fines de la década de 1920-1930 y ha mantenido su vigencia desde entonces. Pero debe esa vigencia a Gleizes y su amplia circulación a quienes la combinaron con una teoría de los tipos y con la idea del objet-objet, es decir, los puristas.