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Tadao Ando

ANDO, Tadao

  • Arquitecto
  •  
  • 1941 - Osaka. Japón
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 Aunque la relación y el interés por la cultura arquitectónica japonesa en Occidente se desarrolló a partir del siglo XIX y a lo largo del siglo XX, volvió a revitalizarse con figuras como Tadao Ando. Arquitecto activo en Japón, Europa y Estados Unidos, desde la creación de su estudio de arquitectura en Osaka en 1970, tiene una estrecha relación con la arquitectura tradicional, la cultura y la historia japonesa, que se refleja en los edificios.


De carácter autodidacta, sin formación académica ni titulación arquitectónica, suplió su desconocimiento inicial con una lectura constante y sobre todo con su particular interés básico por los principios estéticos y técnico-constructivo, a los que mantuvo un especial apego desde el principio de su labor profesional.


Conceptos de la arquitectura tradicional japonesa como Mujo (cambio en la percepción de las cosas), Engawa (espacio intermedio entre interior y exterior), Shakkei (paisaje prestado), Ma (indicios previos de llegada a un lugar) o Hashi (camino)... forman un parte intrínseca de su obra arquitectónica moderna.


Los distintos estudiosos de Tadao Ando (K. Frampton, P. Jodidio, Francesco Dal Co, W. Curtis, M. Furuyama...), han señalado, dentro de su arquitectura moderna, la aportación que este arquitecto japonés hace a el debate arquitectónico internacional, uniendo conceptos como identidad, contexto y globalización, siendo uno de los mayores representantes del llamado regionalismo crítico (un movimiento arquitectónico que, con una expresión moderna en su arquitectura, muestra su conexión con el lugar y la tradición ).


Después de una juventud particularmente dura en un barrio pobre de Osaka, donde tuvo relativo éxito como boxeador, emprendió viajes arquitectónicos de 1962 a 1969 a Europa, África y Estados Unidos. Tras unos inicios vacilantes, con creaciones posmodernas para centros comerciales, fue fijando en sus obras posteriores las características de su arquitectura.


Basado principalmente en:
1.- El uso de muros de hormigón, lisos, de texturas desnudas, potentes y de tacto suave donde se notan las marcas del encofrado.
2.- Estos muros se abren progresivamente hacia el exterior, a pesar de la introspección de sus creaciones, permitiendo que la luz penetre por los rincones e ilumine las paredes, transformando la complejidad de los espacios interiores.
3.- Sus muros cortan el cielo y en ellos el agua se refleja en muchas ocasiones, dándoles un fuerte carácter geométrico.
4.- Con estos elementos antes mencionados crear una estética de ausencia, con “paredes silenciosas” desarrollando una arquitectura del espacio.
5.- Finalmente, otra de sus características es lo que se ha dado en llamar artesanía de sitio. La arquitectura de Ando es especialmente adecuada para parcelas estrechas e irregulares, en terrenos empinados.



Estos y otros valores han servido de base para la obtención de numerosos títulos y reconocimientos internacionales. Entre ellos destaca el Premio Pritzker de arquitectura que se entregó en 1995.



Mariano J. RUIZ DE AEL


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MONTANER J. M., La modernidad superada. Arquitectura, arte y pensamiento del siglo XX. G.Gili. Barcelona, 2002.


págs.115-140“Tipo y estructura. Eclosión y crisis del concepto de tipología arquitectónica”. 


PROTOTIPOS Y ARQUETIPOS


Dentro de esta visión clasificatoria por tipos deben diferenciarse dos conceptos totalmente distintos: el de prototipo y el de arquetipo. Los prototipos arquitectónicos se producen esencialmente durante el movimiento moderno, cuando los métodos de proyectación y construcción toman como referencia el mundo mecanicista de la producción industrial, y buscan ejemplos que pasen por bancos de pruebas similares a los que pasan las máquinas repetibles y combinables. Encontramos los casos más emblemáticos en las propuestas de Le Corbusier y Mies van der Rohe.


A partir de los prototipos básicos -la casa Domino (1914), es decir el espacio sandwich, y la casa Citrohan  (1920), es decir el espacio megarón-, Le Corbusier construye todo su mecanismo para resolver la arquitectura residencial privada y pública. La casa Domino es el tipo constructivo y la casa Citrohan el tipo espacial en el que pervive la estructura muraria lateral que permite grandes aberturas en fachada y dobles espacios. El inmueble-villa (1922) constituye tanto la síntesis de los dos prototipos iniciales -Domino y Citrohan- como la síntesis de la casa unifamiliar y la vivienda colectiva. Cada célula de habitación permite pasar consecutivamente de la visión sandwich de los planos horizontales a la visión megarón del doble espacio que liberan los muros laterales. El redent, en el proyecto de una ciudad para tres millones de habitantes (1925) o en el Plan Obús de Argel (1930-1934), es la estructura que sirve para alojar los prototipos básicos. Las unités d'habitation (1952) constituyen la culminación del sistema de agrupación y de la propuesta del edificio residencial colectivo como elemento básico de la ciudad racionalista. En ellas la estructura Citrohan es la que acaba predominando.


Al mecanismo abierto y optimista creado por Le Corbusier se le opone el método de las casas numeradas de Peter EisenmanLa casa X (1976) ha de ser interpretada como una estructura anti-Domino, como el resultado de la metódica destrucción del sistema flexible, transparente y unívoco de las casas lecorbusierianas. Donde la casa Domino es abierta al horizonte, unitaria y de espacios sandwich, la casa X es cerrada, fragmentaria y de espacios cúbicos.


En el caso de Mies van der Rohe su arquitectura se basa esencialmente en el perfeccionamiento de los dos tipos básicos: el pabellón y el rascacielos. En el pabellón como estructura espacial sándwich


… Los arquetipos, en cambio,  se refieren a principios formales lógicos, originales, inmutables, intemporales y genéricos. La arquitectura que intenta basarse en arquetipos busca las formas esenciales y primigenias de la arquitectura: el arco, el dolmen, el templo, la cabaña primitiva, la cueva, la escalinata. Es el caso de la arquitectura de Paulo Mendes da Rocha y Tadao Ando. Cuando la idea de arquetipo adopta su dimensión histórica, cultural y urbana, volvemos a encontrarnos con las tipologías y con la búqueda metodológica de Aldo Rossi, Giorgio Grassi, Carlo Aymonino, Luciano Semerani o Antonio Monestiroli.


Págs.159-180. “El lugar metropolitano del arte”


"Las formas contenidas y minimalistas de gran parte de la obra de Tadao Ando, Eduardo Souto de Moura, Herzog & Meuron, Francesco Venezia, Antonio Monestiroli o Paulo Mendes da Rocha presentan como valor máximo su materialidad y extrema unidad, la renuncia a lo secundario para otorgar mayor intensidad a las ideas básicas, la presencia y la textura de las geométricas simples, en una arquitectura de gran cualidad que se produce en circunstancias muy determinadas. También las propuestas urbanas de Rem Koolhaas o Toyo Ito recurren a las transparencias, superposición de imágenes y densidad de referencias que han aportado los medios de expresión mediáticos más vanguardistas.


... En definitiva, se puede establecer que la influencia de las artes figurativas sobre la arquitectura se manifiesta en diversos niveles.


1- En primer lugar, puede existir una influencia directa de tipo mimético. Las artes plásticas aportarían nuevos repertorios formales que la arquitectura podría utilizar directamente en sus formas. Es el caso de Alison y Peter Smithson utilizando su repertorio morfológico de clusters o de R. Venturi utilizando el recurso pop de citas literales a los ordenes clásicos.


2- Más allá de esta transposición formal, existiría un segundo nivel de entrecruzamientos más profundo al establecer una relación estructural o mental; no copiar las formas sino los procesos, métodos y criterios que están en la base de dicha corriente artística. Es lo que sucede con Peter Eisenman y el arte conceptual o con Frank Gehry y la Coop Himmelblau y la re-interpretación de los mecanismo creativos del surrealismo.


3- Habría un tercer nivel de influencias más profundo y disciplinar. Cada nueva propuesta en el campo de las artes o del pensamiento impulsaría a la arquitectura a rastrear en sus propias tradiciones arquitectónicas con el objetivo de hacer emerger nuevas formas enriquecedoras. Esto es lo que sucede con Tadao Ando, que por su afinidad a la estética minimalista busca en la propia tradición del espacio japonés, los conceptos de sencillez y simplicidad, con Giorgio Grassi y Antonio Monestiroli en que la búsqueda de lo esencial les conduce a los repertorios tipológicos, o con Charles Moore cuando el gusto pop le lleva a reivindicar la arquitectura tradicional de los indios americanos....


Págs. 181-206.....Esta búsqueda de una unidad conseguida mediante el uso intenso de muy pocas formas y materiales arquitectónicos, con la voluntad de conseguir lo máximo y lo mejor con lo mínimo, se manifiesta en bastantes arquitectos contemporáneos. La obra de Tadao Ando (1941), nos recuerda a Mies van Der Rohe, pero al mismo tiempo cada edificio establece una relación intensa con el lugar: edificios confiadamente abiertos en contextos naturales, celosamente cerrados en contextos urbanos agresivos. Sus edificios de hormigón visto siguen al Le Corbusier neobrutalista de los años cincuenta, pero el tratamiento del hormigón es totalmente refinado. Porque Tadao Ando es, ante todo, un profesional especialista en la delicada realización de edificios en un hormigón...


.... (Dentro de un lenguaje de diversidad del minimalismo, podemos destacar la categoría de auterreferencialildad y relación con el lugar)


.... La mayoría de estas características -como la distorsión de la escala- se relacionan con otro rasgo básico: la autorreferencialidad de toda obra genuinamente minimalista; el intenso aislamiento de cada cosa. Si se podía establecer que la ciudad y la cultura habían sido los dos máximos paradigmas de la arquitectura desde los años sesenta, para estos arquitectos estos dos referentes han perdido ya relevancia.


Sin embargo, y aunque parezca paradójico, en la mayoría de los casos se da una estrecha relación con el lugar, un contextualismo nada literal. En las obras de estos autores existe una relación entre objeto y ambiente. Y cualquiera de estas obras pierde todo su sentido si es extrapolada del lugar al que pertenece. Los edificios de Tadao Ando y Eduardo Souto de Moura constituyen el más espléndido ejemplo de este carácter autónomo y autorreferencial y, al mismo tiempo, deudor de una cierta relación abstracta con el lugar.


... (Dentro de un lenguaje de diversidad del minimalismo, podemos destacar la categoría del predominio de la forma estructural)…


Y si algunos autores se ciñen a los límites del absoluto tipológico, otros como Paulo Mendes da Rocha o Tadao Ando, buscan la esencia del proyecto en las formas arquetípicas que pueden abstraerse de lugares elementales o espacios sagrados. De hecho, este rastreo de la estructura oculta y profunda se desarrolla desde la filosofía griega hasta el estructuralismo contemporáneo.


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CURTIS William. J., La arquitectura moderna desde 1900. Edit. Phaidon. Hong Kong, 2006. 


Pág.589-613.“ El pluralismo de los años 1970” 


Una sola denominación estilística o ideológica no puede hacer honor a la variedad de ideas y edificios producidos en los años 1970. Un corte histórico practicado a mitad de la década revela la coexistencia de varias creencias con diversos linajes, desde la alta tecnología hasta el cultivo de lo arcaico. Como la mayoría de las épocas, los mitos, las obsesiones y las preocupaciones de una serie de generaciones individuos existían unas junto a otras.


Arquitectos como Utzon, Kahn, Lasdun y Scarpa creaban obras maduras de alto nivel que prescindía de la moda variable; esto no significaba que hubiese que considerarlos desfasados. Philip Johnson cambiaba con un camaleón para mantener su arquitectura ajustada a la última moda; esto no contribuye a dar a su obra la profundidad que necesitaba.


El estilo de James Stirling se alteraba drásticamente cuando intentaba respetar el contexto y los precedentes, y una generación más joven, concentrada en la manipulación consciente del lenguaje Formal (por ejemplo, Michel Graves o Arata Isozaki) comenzó a recibir importantes encargos. Fue también en esos años cuando los edificios de Frank Gehry en el sur de California dieron nueva vida a la idea de montaje cubista, mientras que las casas minimalistas de Tadao Ando en Japón habrían camino a otro vínculo entre el reduccionismo moderno y ciertos aspectos esenciales de la tradición japonesa. Como se indicaba en el capítulo anterior, los conceptos básicamente modernos fueron replanteados en culturas y países diversos..


págs. 635-655. "Lo universal y lo local. Paisaje, clima, cultura" 


pág.640-641. Cuando se trataba de ilustrar qué se quería decir con un regionalismo crítico, solía aparecer una selección de reputados arquitectos modernos cuya obra encarnaba una síntesis esencial de lo local y lo general: figuras como Coderch y Barragán en el pasado a media distancia, o como Botta, Siza o Ando en el mundo de la arquitectura por entonces reciente.


La lectura e interpretación que hacían los arquitectos de los conceptos y patrones básicos en la parte del mundo donde habitaban podría estar condicionada, de hecho, por su versión de lo que era universal en la arquitectura moderna; asimismo, su transformación de los rasgos relevantes de la tradición moderna podría estar influida por sus intuiciones sobre lo que era arquetípico en su propio pasado nacional o regional.


El arquitecto japonés Tadao ANDO es revelador a este respecto. Usando medios modernos Ando trataba de realizar “esa unidad entre la casa y la naturaleza que las casas japonesas han perdido en el proceso de modernización”. Sus edificios ofrecían una alternativa minimalista a la cacofonía visual y el desorden descontrolado de la megalópolis moderna; también destinaban un sentido a la identidad de maneras muy sutiles. Las casas de Ando a finales de los años 1970 y comienzos de 1980 (por ejemplo, la Koshino en Hyogo 1979-81) volvía la espalda al mundo exterior y (al igual que las viviendas de Barragán un cuarto de siglo antes) se desplegaban en el secreto de unos muros ciegos pero con gran carga emocional. Estas casas se abrían a recintos tranquilos en los que el individuo podía restablecer el contacto con la vida interior y con los ritmos de las estaciones. El vocabulario de Ando estaba reducido a lo esencial (muros planos de hormigón liso, entramados, bóvedas, acristalamiento y pavés), pero estos eran simplemente los medios materiales para poner de manifiesto un sentido del orden subyacente, una abstracción espiritualizada intensificada por la luz, la sombra y el espacio. Las secuencias de pasillos,  habitaciones y patios estaban bañados en una suave luz, procedente de aberturas limitadas, que concentraban la atención en pequeños episodios. Al igual que en la tradicional casa del té japonesa, se usaba una sofisticada sencillez para realzar el sentido del mundo natural. Aunque la arquitectura de Ando se apoyaba en conceptos establecidos mucho tiempo atrás en su propia cultura,  también estaba muy en deuda con Le Corbusier, Kahn y escultores abstractos como Richard Serra; también recordaba esa sugerencia hecha por Mies van der Rohe de que la arquitectura moderna debía juntar al hombre y la naturaleza en una “unidad superior”. Sobre su propia arquitectura Ando escribía: “La arquitectura de esta clase es probable que cambie dependiendo en la región en la que echa raíces…sin embargo se abre en dirección a la universalidad”.


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FRAMPTON Kenneth., Historia crítica de la  Arquitectura Moderna. Gustavo Gili. Barcelona, 1987. 


Pág.284-316. “Lugar, producción y escenografía; práctica y teoría internacionales desde 1962”


A diferencia de los metabolistas, Isozaki, Shinohara y otros miembros  de la ‘nueva ola’ japonesa aceptaban el hecho de que por entonces difícilmente se podía tener la esperanza de lograr una relación significativa entre el edificio singular y el tejido urbano en su conjunto.  Esta actitud crítica quedó expresada en una serie de casas extremadamente regulares e introspectivas diseñadas por arquitectos como Tadao Ando, Hiromi Fuji, Hiroshi Hara, Isuko Hasegawa y Tokyo Ito...


Págs. 317-331. “Regionalismo crítico: arquitectura moderna e identidad cultural”.


 "No es casual que Tadao Ando que es uno de los arquitectos con más conciencia regionalista de Japón esté afincado en Osaka y no en Tokio, y que sus escritos teóricos formulen más claramente que los de ningún otro arquitecto de su generación un conjunto de preceptos que se aproximan a la idea del regionalismo crítico. Donde más patente queda esto es en la tensión que percibe como algo dominante entre la modernización universal y la idiosincrasia de la cultura enraizada. Así, vemos que escribe en un artículo titulado “De la arquitectura moderna autoencerrada hacia la universalidad”: “He nacido y criado en Japón, aquí realizo mi obra arquitectónica. Y supongo que sería posible decir que podría decirse que el método que he escogido es el de aplicar el vocabulario y las técnicas desarrolladas por un Movimiento Moderno abierto y universalista a un ámbito cerrado de estilos de vida individuales y diferenciación regional. Pero me parece difícil tratar de expresar las sensibilidades, las costumbres, la conciencia estética, la cultura distintiva y las tradiciones sociales de una determinada raza por medio del vocabulario abierto e internacionalista del Movimiento Moderno…”


Por “arquitectura moderna encerrada” Ando entiende la creación literal de enclaves vallados en virtud de los cuales el ser humano es capaz de recobrar y conservar algunos vestigios de su anterior intimidad tanto con la naturaleza como con la cultura. Y sobre ello escribe: “Tras la II Guerra Mundial, cuando Japón se lanzó por el camino de un rápido crecimiento económico, la escala de valores de la gente cambió. El viejo sistema familiar, fundamentalmente feudal, se derrumbó. Alteraciones sociales tales como la concentración de la información y los puestos de trabajo en las ciudades llevaron a la superpoblación de pueblos y aldeas agrícolas y de pescadores (como ocurrió probablemente también en otras partes del mundo). Las densidades excesivas de población urbana y suburbana hacen imposible conservar un rasgo que anteriormente era el más característico de la arquitectura residencial japonesa:  la relación íntima con la naturaleza y la apertura al mundo natural. A lo que me refiero cuando hablo de arquitectura moderna encerrada es a una restauración de esa unidad dentro del hogar y la naturaleza que las casas japonesas han perdido en el proceso de modernización.”


En sus pequeñas casas patio, a menudo situadas dentro de un denso tejido urbano. Ando emplea el hormigón de manera que se acentúe la tensa homogeneidad de la superficie más que el peso. Ya que para él el hormigón es el material más adecuado para realizar superficies creadas por los rayos del sol... (en las que) los muros se hacen abstractos, quedan anulados y se aproximan al límite último del espacio. Su carácter real se pierde y sólo el espacio que delimitan produce cierta sensación de existir verdaderamente.


Aunque la importancia cardinal de la luz se recalca en los escritos teóricos tanto de Kahn como de Le Corbusier. Ando considera que esa paradoja de que la limpieza espacial surja de la luz es algo relacionado de manera peculiar con el carácter japonés, y con ello deja explícito el amplio significado que atribuye al concepto de una modernidad auto-encerrada: “Los espacios de esta clase no se tienen en cuenta en los asuntos utilitarios cotidianos y raras veces se dan a conocer. Sin embargo, son capaces de provocar el recuerdo de sus formas más recónditas y fomentar nuevos descubrimientos. Éste es el propósito de lo que llamo 'arquitectura moderna cerrada'.  Es probable que la arquitectura de esta clase se altere dependiendo de la región en la que eche raíces, y que crezca siguiendo varios caminos individuales y distintivos. No obstante, aunque cerrada, estoy convencido de que, como metodología, se abre en la dirección de la universalidad.”


 Lo que Ando tiene en mente es el desarrollo de una arquitectura en la que el carácter táctil de la obra trasciende la percepción inicial de su orden geométrico. La precisión y la densidad de los detalles resultan cruciales para la cualidad reveladora de sus formas bajo la luz,  Así escribe sobre la casa Koshino de 1981: “La luz cambia las expresiones con el tiempo. Creo que los materiales arquitectónicos no se acaban en la madera y el hormigón, que tienen formas tangibles, sino que van más allá, hasta incluir la luz y el viento que atraen nuestros sentidos.  El detalle existe como el elemento más importante para expresar la identidad.  (...) Así pues, para mí el detalle es el elemento que logra la composición física de la arquitectura pero al mismo tiempo es el generador de una imagen de la arquitectura.”

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