Aunque la relación y el interés por la cultura arquitectónica japonesa en Occidente se desarrolló a partir del siglo XIX y a lo largo del siglo XX, volvió a revitalizarse con figuras como Tadao Ando. Arquitecto activo en Japón, Europa y Estados Unidos, desde la creación de su estudio de arquitectura en Osaka en 1970, tiene una estrecha relación con la arquitectura tradicional, la cultura y la historia japonesa, que se refleja en los edificios.
De carácter autodidacta, sin formación académica ni titulación arquitectónica, suplió su desconocimiento inicial con una lectura constante y sobre todo con su particular interés básico por los principios estéticos y técnico-constructivo, a los que mantuvo un especial apego desde el principio de su labor profesional.
Conceptos de la arquitectura tradicional japonesa como Mujo (cambio en la percepción de las cosas), Engawa (espacio intermedio entre interior y exterior), Shakkei (paisaje prestado), Ma (indicios previos de llegada a un lugar) o Hashi (camino)... forman un parte intrínseca de su obra arquitectónica moderna.
Los distintos estudiosos de Tadao Ando (K. Frampton, P. Jodidio, Francesco Dal Co, W. Curtis, M. Furuyama...), han señalado, dentro de su arquitectura moderna, la aportación que este arquitecto japonés hace a el debate arquitectónico internacional, uniendo conceptos como identidad, contexto y globalización, siendo uno de los mayores representantes del llamado regionalismo crítico (un movimiento arquitectónico que, con una expresión moderna en su arquitectura, muestra su conexión con el lugar y la tradición ).
Después de una juventud particularmente dura en un barrio pobre de Osaka, donde tuvo relativo éxito como boxeador, emprendió viajes arquitectónicos de 1962 a 1969 a Europa, África y Estados Unidos. Tras unos inicios vacilantes, con creaciones posmodernas para centros comerciales, fue fijando en sus obras posteriores las características de su arquitectura.
Basado principalmente en:
1.- El uso de muros de hormigón, lisos, de texturas desnudas, potentes y de tacto suave donde se notan las marcas del encofrado.
2.- Estos muros se abren progresivamente hacia el exterior, a pesar de la introspección de sus creaciones, permitiendo que la luz penetre por los rincones e ilumine las paredes, transformando la complejidad de los espacios interiores.
3.- Sus muros cortan el cielo y en ellos el agua se refleja en muchas ocasiones, dándoles un fuerte carácter geométrico.
4.- Con estos elementos antes mencionados crear una estética de ausencia, con “paredes silenciosas” desarrollando una arquitectura del espacio.
5.- Finalmente, otra de sus características es lo que se ha dado en llamar artesanía de sitio. La arquitectura de Ando es especialmente adecuada para parcelas estrechas e irregulares, en terrenos empinados.
Estos y otros valores han servido de base para la obtención de numerosos títulos y reconocimientos internacionales. Entre ellos destaca el Premio Pritzker de arquitectura que se entregó en 1995.
Mariano J. RUIZ DE AEL