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Edouard HERRIOT

HERRIOT, Édouard

  • Político y escritor
  •  
  • 1872 - Troyes. Francia
  • 1957 - Saint-Genis-Laval. Francia

FRAMPTON Kenneth., Historia crítica de la  Arquitectura Moderna. Gustavo Gili. Barcelona, 1987.  


Pág.102-106. “Tony Garnier y la Cité Industrielle, 1899 -1918” 


Contra una gran oposición en la Villa Medici, Garnier siguió trabajando en su proyecto de ciudad durante toda su estancia. Para el 'testimonio de estudio académico' que se exigía, preparó una reconstrucción imaginativa y sin precedentes de la ciudad Tusculum, en una colina romana. Tusculum y la primera versión de la Cité Industrielle fueron exhibidas a la vez en París en 1904, el año que Garnier regresó triunfante a Lyon. Durante los 35 años trabajaría exclusivamente en esta ciudad y para ella, sobre todo bajo las instrucciones del alcalde progresista Edouard Herriot, y fue en Lyon, al comenzar su carrera pública, donde Le Corbusier lo conoció en 1908.


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 BENEVOLO, L.,Historia de la arquitectura moderna. Edit. Gustavo Gili. Barcelona, 1987.


Págs. 351-373. ”Los movimientos de vanguardia europeos de 1890 a 1914. El nuevo clasicismo francés: Auguste Perret y Tony Garnier” 


Si Garnier se hubiese limitado a dibujar estas láminas en su atelier de Villa Medici, sólo sería uno de los numerosos utópicos nacidos en Francia. En realidad ha hecho mucho más: ha tenido la oportunidad de aplicar susconceptos arquitectónicos a una gran ciudad como Lyon y ha construido entre 1904 y 1914 una serie de edificios públicosejemplares y de barrios de viviendas, encuadrados por un plan unitario. Esta experiencia ha permitido a Garnier someter sus ideas a las exigencias concretas de una ciudad moderna. La obra construida confirma sus presupuestos teóricos y tal resultado, este puente lanzado entre teoría y práctica, constituye su contribución al Movimiento Moderno.


 Esto ha sido posible gracias al encuentro de Garnier con E. Herriot, diputado radical elegido alcalde de Lyon en 1904. Ambos personajes, casi coetáneos, unidos por iguales convicciones políticas y culturales, se ponen inmediatamente de acuerdo y a esta colaboración se debe la vitalidad de las obras que han concebido juntos, como cliente, el uno y como arquitecto, el otro.


 El primer edificio construido por Garnier para Herriot es una modesta lechería con establos en el parque de la Tete d'Or, en 1904. Luego, tras el período de preparación pertinente, le siguen las obras mayores; en primer lugar el complejo del matadero y del mercado de ganado de la Mouche, realizado entre 1909 y 1913, convertido en fábrica de proyectiles durante la guerra y restituido a su función finalizada ésta.


Págs.374 – 399. "Las experiencias urbanísticas desde 1890 hasta 1914”


El espíritu de esta cultura, esperanzada por resolver analíticamente los problemas de la ciudad moderna, por formular las soluciones con exactitud casi científica y llena de entusiasmo por el porvenir progresivo de la convivencia humana, puede quedar eficazmente ilustrado con este discurso de Herriot, alcalde de Lyon, pronunciado en la Exposición de 1914:


 


 La administración de una ciudad media debe dejar de ser empírica para transformarse en una verdadera cencía. Prever la extensión racional de una aglomeración humana, sistematizar los espacios libres necesarios y las reservas de suelo,responsabilizarse de su buen mantenimiento, defenderlo de las insidias de todo upo que lo amenazan, atender al transporte de sus habitantes, proveerlos de aguas sanas, desembarazarlos de los desechos, reformar las viviendas, escoger el mejor sistema de iluminación, vigilar la alimentación y controlar los alimentos básicos, como la leche, erradicar las falsificaciones y los fraudes, proteger a la infancia, modernizar la enseñanza, crear las condiciones higiénicas para el trabajo, promover o perfeccionar las instituciones sociales, organizar la lucha contra las enfermedades, infecciosas, transformar nuestros hospitales, nuestros asilo y nuestras, guarderías, buscar cual deba ser la verdadera tarea de un organismo asistencial, fomentar cultura física y el deporte indispensable para los ciudadanos, hacer que florezca la ciudad en todos los sentidos, coronar con la instrucción del arte desde esfuerzo hacia la ciencia. ¿No es este un programa digno de reflexión?


 



Este es el marco de instituciones y experiencias en que caen las propuestas de las vanguardias artísticas a partir de 1890. Hay que decir, antes que nada, que ninguna de estas propuestas toca las bases de la práctica urbanística del momento, ni está en situación de resolver plenamente los graves problemas de las ciudades y los territorios; precisamente aquí, de hecho, la cultura de vanguardia pone de manifestó sus limitaciones constitucionales.


 

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