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BENEVOLO, L., Historia de la arquitectura moderna. Edit. Gustavo Gili. Barcelona, 1987.


Págs. 771-812.”La arquitectura en Latinoamérica” 


pág 774. Argentina


La siguiente generación, dentro del contexto económico de los cincuenta que les ocasionará grandes dificultades para realizar obras, dispuso como representantes más prometedores a Eduardo Catalano y Horacio Caminos, autores del Auditorio Municipal de Buenos Aires y de la Ciudad Universitaria, también de Buenos Aires (1960-1972), pero ante las dificultades de trabajar en su país, emigraron a Estados Unidos. De esta generación intermedia, el estudio con una mejor organización y capacidad de trabajo será el de Sánchez Elia, Peralta Ramos y Alfredo Agostini, que han escapado al sino negativo de los años cincuenta. Y por último, Mario Roberto Álvarez, autor del Teatro Municipal de San Martín (1954-1960), racionalista convencido que representa un momento de transición importante entre los esfuerzos precursores de los años cuarenta y las más recientes elaboraciones a partir de los sesenta.


Será precisamente en esta época de los sesenta cuando se configure una amplia arquitectura argentina con una importante trascendencia internacional, teniendo en este enriquecimiento un papel relevante los Concursos Nacionales de anteproyectos que se proponen en Argentina y disponiendo este momento cultural tan rico de un testimonio y espacio de reflexión tan cualificado como la revista Summa, creada en 1963.


 En estos años sesenta, la peculiar interpretación de la tradición lecorbusieriana, que arranca en Bonet, Kurchan, Ferrari y Williams, va enriqueciéndose y atomizándose en distintas corrientes. La clara confianza en las nuevas tecnologías y el intento de huir de las configuraciones espaciales más simples, tendiendo a soluciones que expresen la plasticidad de los nuevos materiales como hormigón, cristal, aluminio, etc., se recreará en muchas obras de estos arquitectos, tendiendo a caminos formalistas y neobrutalistas (como Clorindo Testa), hipertecnológicos (como el estudio Llauró, Urgell y Asociados), de un claro énfasis en los valores de significado (como la obra del equipo Solsona, Manteola, Sánchez Gómez, Santos y Viñoli) o centrados en experiencias más poéticas y escultóricas (como Miguel Ángel Roca)...


... Junto a la gran figura de Testa, en la década de los setenta emergerán el arquitecto Miguel Ángel Roca y el estudio Manteola-Sánchez Gómez-Santos-Solsona-Viñoli.


 Roca realiza su obra en el contexto de la ciudad de Córdoba. De su arquitectura racional e imaginativa, basada tanto en el juego de volúmenes puros y el valor escultórico de los edificios, como en la expresión del color, de los materiales y de la lógica del montaje estructural, destacan la Sede del Banco de la Provincia de Córdoba en Buenos Aires (1973-1977), el Conjunto Centro Santo Domingo en Córdoba (1972) y la torre Hábitat en Córdoba (1972-1978), según una cierta idea de ciudad en el espacio.


 


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MONTANER, Josep María., Sistemas arquitectónicos contemporáneos. Gustavo Gili. Barcelona, 2008.


págs.10-25. “La crisis del objeto” 


La pequeña escultura de madera de Alberto GiacomettiProyecto para una plaza (1930-1931) nos da la clave para entender el espacio público de la arquitectura moderna: diversos objetos abstractos colocados sobre una plataforma. Una plataforma urbana que ya había intuido Karl Friedrich Schinkelen algunos de sus proyectos para Berlín. De la escultura de Giacometti pasamos a las cubiertas expresivas sobre plataformas de Jorn Utzon o Kenzo Tange, a los centros de gobierno, como el capitolio de Chandigarh de Le Corbusier, a la plaza de los tres poderes de Oscar Niemeyer en Brasilia, o a experiencias de campus universitarios modernos como el de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM)en Ciudad de México (Plan General coordinado por Mario Pani y Enrique del Moral, 1947-1952) y el de la Universidad Central de Venezuela en Caracas (1944-1957) de Carlos Raúl Villanueva.


De hecho, algunas de las mejores lecciones de la arquitectura contemporánea consisten en los espacios creados entre los edificios y combinando edificios: desde las obras de los británicos Denis Lasdun, Alison y Peter Smithson y James Stirling, miembros de la llamada ‘’tercera generación’’, hasta los museos de Hans Hollein, los centros de participación ciudadana en Córdoba, Argentina, de Miguel Ángel Roca, o los espacios urbanos de Paulo Mendes da Rocha en Sao Paulo, Brasil.


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MONTANER, Josep María., Sistemas arquitectónicos contemporáneos. Gustavo Gili. Barcelona, 2008. 


Págs. 148-171.“Dispersión y fragmentación”  


Collage urbano


La obra de James Stirling y Hans Hollein ha sido un ejemplo explícito de collage en arquitectura y de la influencia manifiesta de las teorías de Collin Rowe. Si los proyectos de James Stirling (1926-1992) como el Complejo Wissenschaftzentrumen el Kulturforum de Berlín (1984-1988), son más formalistas que funcionalistas preocupados por cuestiones de lenguaje y por las disonancias que produce el choque de fragmentos de procedencia heterogénea, los de Hans Holbein (1934), como el Museum des Volcans en Aubergne(1996), tratan los fragmentos de una manera más orgánica, amalgamando entre ellas las distintas partes, con una voluntad de unidad.


Los proyectos para el International Bauaustellung (IBA) de Berlínen la década de 1980, inspirados por las ideas de Collin Rowe y coordinados por Josef Kleihues, constituyeron una recopilación de esta nueva cultura urbana de la fragmentación una especie de zoológico de las corrientes arquitectónicas de la década de 1980, que han tenido la cualidad de rehacer partes de centros históricos de Berlín con proyectos de vivienda, a escala humana y llenos de valores simbólicos.


También toda la operación de los Centros de Participación Comunal (CPC) que Miguel Angel Roca (1940) realizó en las décadas de 1980 y 1990 en la ciudad argentina de Córdoba y que luego exportó como Centros de distrito y Centros de Salud en La Paz, Bolivia, pueden interpretarse como un collage urbano. En ellos se  combinan y articulan distintas piezas de repertorio (cilindros, cubos, prismas y conos, articulados y conectados por plazas, patios y corredores), geometrías simples llenas de pregnancia simbólica, que muestran una fuerte influencia de Louis I. Kahn, con quien Roca colaboró, piezas a las que se adjudican distintas funciones y que otorgan identidad a cada conjunto. Estos CPC de Córdoba, junto a los parques que también ha proyectado Roca, se convierten en fragmentos con voluntad de reestructurar y recoser la ciudad existente.


En el collage revive uno de los mecanismos de la arquitectura racinalista; la articulación. Sin embargo, en este caso la articulación no es ordenada ni rectilínea, sino que está constituida por en ensamblaje de piezas heterogéneas, de distintos volúmenes y grosores, lenguajes y textos, que se superponen e interpretan. Si en el racionalismo era una articulación e intersección de partes con una cierta homogeneidad y coherencia, ahora es una articulación y superposición plástica y figurativa, construida por fragmentos diversos y heterogéneos.


 


 


 

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