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Ayuntamiento de Zumárraga

  • 1865 -
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  • BARRENECHEA, Benito
  • ARRIBENGOA, Domingo Ampliación   1926
    Construcción de dos bloques laterales.
  • PIZARRO, José Antonio Rehabilitación   1980
    Reforma integral.
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  • Zumárraga (Gipuzkoa)
  • España
imagenes/7266_1_36020770.jpg imagenes/7267_1_36020771.jpg obras/36994_25_36020770.jpg obras/36994_26_36020771.jpg obras/36994_27_36020772.jpg obras/36994_28_36020773.jpg obras/36994_8_33021131.jpg

La Casa Consistorial de Zumárraga fue construida en el siglo XIX, y sirvió de unión entre el núcleo fundacional de la villa y la por entonces nueva estación del tranvía. Zumárraga fue uno de los primeros pueblos guipuzcoanos en comprender la importancia del ferrocarril, y no tardó en convertir dicha estación en puerta de la ciudad. Pero esta puerta estaba todavía físicamente bastante alejada del núcleo originario de la villa, sirviendo la construcción del nuevo ayuntamiento como un lugar de desarrollo entre estos dos espacios, de ahí su inicial importancia urbana. Una importancia que se vio acrecentada con la construcción nuevas calles y edificaciones en torno a ella, como lo demuestra la plaza que preside. Hasta la construcción de esta nueva sede, tenemos noticias de que el consistorio celebraba sus sesiones en una modesta casa de la Plaza de Navarra, hoy en día desaparecida. El primer proyecto para la construcción del edificio data del 17 de Mayo de 1865 y está firmado por el maestro de obras Benito de Barrenechea, correspondiendo estilísticamente a un neoclásico tardío de correcta pero modesta factura. Actualmente el edificio se dispone en tres bloques, uno central de mayor altura y dos laterales más pequeños que al principio no existían. El proyecto inicial de Barrenechea nos muestra estos dos pabellones laterales sin construir, actuando los arcos a modo de puentes de acceso a dos edificios colindantes de parecida factura, situados a izquierda y derecha del consistorio. Lo que refuerza la interrelación urbana de dicha actuación. El bloque central de sencillo diseño a lo clásico, es donde se concentra buena parte del esfuerzo de su ejercicio proyectual. La parte baja se abre por medio de cinco arcos, que actúan a modo de soportales. Los tres paños centrales muestran una particular impronta, teniendo un tratamiento diferenciado: se adelantan levemente con respecto a los laterales, en las arcadas se usa una sillería almohadillada, la balconada une a estos tres paños, las ventanas a diferencia de las laterales que son adinteladas y rematadas con ventana termal tienen arcos de medio punto de mayor altura. Finalmente y para remarcar más si cabe esa centralidad hay una jerarquización del espacio, distinguiendo entre el remate de la ventana central con el escudo de la localidad y los laterales con inscripciones. El conjunto se remata con una cornisa en donde se puede apreciar claramente el resalte comentado. En relación al interior, los planos de Basterrechea nos muestran que al memos sobre el papel si existe un diseño previo. El acceso principal al edificio se realizaba a través de la arquería. El bloque central destacado en fachada, se retranquea en el interior, generando una especie de porche, que permitía mediante tres puertas el acceso al interior. Un inicial tramo de escalera que se bifurcaba en dos en el descansillo, ocupaba el lugar central del edificio y a derecha e izquierda de ésta se encontraba al Alhóndiga y la cárcel respectivamente. La planta noble destacaba por la importante presencia del salón de plenos que daba a los balcones, dos gabinetes a los laterales del salón y distintas dependencias en el resto del edificio completaban el conjunto. El edificio se cubría con una cubierta a cuatro aguas. Las fachadas laterales y posteriores aunque en algún caso tienen un cierto ritmo de huecos, nunca han sido diseñadas y forman un envolvente residual. Al parecer el estado ruinoso del edificio, la carencia de pretensiones de este ayuntamiento, las torpezas de su distribución, la asimetría del salón de plenos respecto a la balconada, la abundancia de espacios residuales… son algunos de los aspectos que hicieron que el edificio fuese intervenido de forma definitiva en el año de 1986, cambiando totalmente su aspecto interior. Pero antes de esta intervención habría que destacar la llevada a cabo en 1926 por parte de Domingo Aguirrebengoa, realizando una serie trabajos para el ayuntamiento, adosándose dos bloques a cada lado, con menor altura, en forma de deliciosos pabellones que cubren los pórticos laterales. Entre julio y agosto de 1956 el arquitecto J.A. Ponte redacta un proyecto de Reforma y ampliación de la Casa Consistorial que eleva una planta sobre el edificio existente, modificando sustancialmente su tipología y el orden de la fachada, sin contemplar tampoco las fachadas laterales y posteriores. Al parecer estas obras no se llevarona cabo. Finalmente el arquitecto municipal de Zumárraga Jose A. Pizarro intervino en los años ochenta de forma definitiva en el edificio, transformando tanto el interior como los laterales del edificio, conservando tan sólo la fachada. El consistorio al parecer se encontraba en un deterioro progresivo e irreversible, pudiéndose utilizar tan sólo del 20% de la superficie construida. La intervención mantiene la fachada, llevando a cabo una agresiva-creativa-moderna intervención en el interior, destacando especialmente la transformación llevada a cabo en el salón de plenos. Madera, espejos, decoración en tonos azules y morados, formas triangulares en los asientos y mesas, dan a este ayuntamiento una concepción diferente que cuanto menos resulta sorprendente.

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