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SARNITZ August., Adolf Loos. Edit. Taschen. Colonia, 2016.


Pág.33. "De manera exquisita, al mismo tiempo que íntima y pública, se presenta una de las obras principales de Loos: el Karnner Bar. Se caracteriza por una puesta en ecena espacial desconcertante y por la utilización de materiales lujosos y sensoriales.


En este bar de una sola sala (aproximadamente 4.5 metros de ancho por 6.15 metros de produndo) la barra acapara untercio de la superficie total. En el espacio restante se se halla el bar propiamente dicho y dos zonas con asientos en forma de U entre las cuales existe un espacio libre que da paso a las habitaciones contiguas.


La fachada de este pequeño bar se caracteriza por un antecuerpo de cristal en forma de prisma que sobresale situado sobre tres puertas de vidrio del mismo tamaño. El prisma realizado en cristal de color consta de dos partes. En la parte inferior una bandera estadounidense estilixada en la que se lee "Kärtner bar", y en la parte superior hay unrótulo que reza "American bar". Separadas por cuatro pilares revestidos de mñarmol rojo de Skyros, están las tres puertas de vidrio igules, rematadas en latón. La puerta central servía originalmente de entrada.


El interior resulta fascinante gracias al un truco óptico: espejos verticales dispuestos en paralelo por encima de la altura de los ojos reflejan la composición del artesonado deltecho realizado en doce piezas de mármol amarillo y blanco, de esta manera se consigue crear un efecto de que el artsonado se multiplica sin fin.  La parte inferior del bar está revestida de paneles de caoba, sobre los cuales hay grandes espejos de una sola pieza. La variedad de materiales, consistente en mármol, ónice, caoba, latón, espejos de cristal y seda para las lámparas murales, delimita una atmósfera más bien "masculina" para un bar. Esto muestra que Loos, en el sentido de architecture parlante, intentaba crear efectos en el espacio con un carácter claramente cultural y social.


El suelo de mármol blanco y nego a modo de tablero de ajedrez refleja una luz deliberadamente íntima que crean por las lámparas de la pared y lastres mesas de cristal iluminadas desde abajo.


Este bar no es solamente una obra maestra espacial y arquitectónica, sino también una puesta en escena de la sociedad. Su interior sigue fascinándonos como hace un siglo.


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FRAMPTON Kenneth., Historia crítica de la  Arquitectura Moderna. Gustavo Gili. Barcelona, 1987.


Pág.92-97.“Adolf Loos y la crisis de la cultura, 1896-1931”


Hasta 1910, la práctica de Loos quedó confinada mayoritariamente a la conversión de interiores inexistentes. Sus mejores obras de este período fueron las tiendas de lujo que diseñó en Viena a finales del siglo, y su famoso Kartner American Bar de 1907. Exteriormente, estas obras fueron proyectadas para los suministradores de una civilización anglocéntrica, en tanto que internamente el estilo variaba desde el ambiente japonés de su primer interior para Goldman & Salatsch en el Graben (1898) hasta la clásica elegancia del Kartner Bar, propia de un salón de club.

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