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FRAMPTON Kenneth., Historia crítica de la  Arquitectura Moderna. Gustavo Gili. Barcelona, 1987.  


Págs. 29-40.“Transformaciones técnicas: ingeniería estructural, 1775-1939”


En 1890 el ingeniero Cottancisn patentó su propio sistema de ciment armé, que dependía del refuerzo combinado de hormigón y ladrillo, en el que los ladrillos se unían con el cemento mediante refuerzos de alambre. En este sistema híbrido, la función principal del elemento “hierro forzado” consistía en mantener una continuidad estructural en las zonas de alta tensión. En las áreas de compresión, predominaba naturalmente el ladrillo. El sistema atrajo singularmente al arquitecto racionalista Anatole de Baudot, el cual, como alumno del gran teórico estructural francés Viollet-le-Duc, investigaba la estructura revelada como única base válida para la expresión en arquitectura. Sobre esta base de Baudot confinó le betón armé monolítico al campo de la ingeniería, mientras reservaba para el arquitecto la técnica estrictamente más explícita y articulada del ciment armé, una tecnología cuyas cualidades expresivas quedaron demostradas plenamente en si iglesia de Saint-Jean-de-Montmatre, en Paris (comenzada en 1894).


La intrincaba bóveda de esta iglesia estaba estrechamente relacionada con toda una secuencia de proyectos grande salle que De Baudot diseñó entre 1910 y 1914. Después de Viollet-le-Duc, a él le preocupaba el problema del gran espacio como necesario terreno de pruebas para toda cultura arquitectónica. En este contexto, su serie grand salle, que comenzó con un basto proyecto para la exposición de 1900, puede ser considerada como una anticipación con respecto a las retículas de losas planas y las conchas prefabricadas que conseguiría medio siglo más tarde el ingeniero Pier Luigi Nervi, especialmente en la sala de exposiciones de Turín, en 1948 y en la  hilaturas de lana Gatti, construidas cerca de Roma en 1953.


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CURTIS William. J. La arquitectura moderna desde 1900. Edit. Phaidon. Hong Kong, 2006. 


Págs. 471- 489. “Disyunciones y discontinuidades en la Europa de los años 1950” 


La Italia de posguerra tenía algunos problemas similares a los de Alemania para desembarazarse de la mácula de los años 1930, pero en muchos aspectos la situación era completamente distinta. En primer lugar, Italia no había expulsado a sus principales talentos y, por tanto, poseía una cultura arquitectónica moderna más fuerte, que se podía continuar, modificar e incluso rechazar. En segundo lugar, el país tenía unos substratos de tradición que nunca desaparecían del todo, por muy radicales que fuesen las propuestas. Por el momento, el uso manifiesto del clasicismo era una vía cerrada (las abstracciones del clasicismo eran otra cuestión), pero había pocas conclusiones evidentes, y la década posterior a la guerra se caracterizó por sus vigorosos debates y polémicas en relación con el camino que debía tomar la arquitectura italiana.


Tanto la teoría como la producción eran más abundantes y más diversas que en Alemania, y había muchas posturas políticas...


...Una economía de medios y una riqueza de efectos visuales similares se alcanzó en la fábrica de lanas Gatti (1951), en la que las esbeltas columnas de hormigón tenían capiteles abocinados y los forjados de hormigón estaban sostenidos por una malla radial de vigas en dos direcciones que daban expresión visual al trazado de los esfuerzos subyacentes...


 Lanificio Gatti era una fábrica industrial de la empresa "Manifattura Lane C.Gatti e C.", dedicada a la producción y elaboración de cachemir. La obra fue construida en 1951 sobre proyecto del ingeniero Pier Luigi Nervi. La planta rectangular estaba subdividida en campato de 5X5 m caracterizado por una serie de pilares de hormigón armado a hongo que sujetaban el solado, la cobertura a shed se apoyaba sobre vigas de hormigón armado precompreso. Sin embargo, el sótano resultaba ser el elemento estructural más interesante, ya que en él aparece por primera vez el ático con nervaduras isostáticas, cuyo mayor ejemplo es el Aula Pablo VI, conocida también como Aula Nervi, cerca de la Basílica de San Pedro.


La losa de nervaduras isostáticas fue certificada con la patente n. 45678 presentada por la Sociedad Ing. Nervi & Bartoli el 23 de julio de 1949. El trazado de las nervaduras no era sólo decorativo, sino que correspondía a la evolución de las líneas isostáticas de flexión, es decir, a la trayectoria de las tensiones principales. El éxito de esta tipología estructural se debió no sólo a profundos estudios teóricos, sino también al uso del hierro cemento, una nueva versión del hormigón armado, en la base de la prefabricación estructural.


Las obras de construcción terminaron en 1953, la Lanificio permaneció en actividad hasta su cierre, seguido de la conversión de la planta industrial en garaje de un concesionario. En 1998 la obra fue convertida en el complejo comercial "ex Lanificio Gatti" mediante una intervención de reestructuración realizada sobre proyecto del arquitecto Bruno Agostinelli. El edificio alberga actualmente un centro comercial Decathlon. A pesar del nuevo uso de la obra y de los trabajos realizados, la cubierta shed y la solapa de nervaduras isostáticas del sótano siguen siendo visibles.


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