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 ROSA Joseph., Louis I. Kahn 1901-1974. Espacio iluminado. Edit. Taschen. Colonia, 2006.


p.55 Para adaptarse a la leve inclinación del terreno, Kahn dotó la casa Fischer de una base de piedra que compensara el cambio de pendiente y ofrece un nivel inferior que da al jardín. El exterior es bastante extraordinario; dos volúmenes cúbicos, uno de ellos situado en un ángulo de 45 grados con respecto al otro, con una tenue conexión entro ambos origina una configuración dinámica. La casa consta, principalmente, de revestimientos verticales de madera. De forma parecida a la extensión de la Galería de  Arte de la Universidad de Yale, en la casa Fisher se emplea una estrecha línea de referencia horizontal de madera en las fachadas para demarcar la segunda planta del volumen. El aspecto más complejo de estas fachadas es la disposición de las ventanas, que presentan grandes superficies acristaladas yuxtapuestas con entrantes profundos que contienen ventanas más pequeñas. Ello da lugar a una geometría abstracta, que también se revela dentro de la casa con elementos como un banco de ventanas de intrincada composición en la sala de estar. La única superficie angulosa del volumen cúbico situado ortogonalmente es la chimenea de piedra de la sala de estar, que reitera el ángulo de 45 grados del volumen cúbico adyacente. 


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