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COHEN Jean- Louis., Le Corbusier 1887-1965. El lirismo de la arquitectura en la era de la máquina. Edit. Taschen. Colonia, 2006.


P.31-33. "Levantado en pocas semanas, el pabellón de L´Esprit nouveau para la Exposición de las Artes decorativas, industriales y modernas de Paris se inaugura el 10 de julio de 1925. Ofrece una versión concentrada de todos los capítulos el programa corbuseriano y difunde la propaganda de la revista fundada por Jeanneret, Ozefant y Dermée cinco años antes, cuyo fin sin embargo ya se acerca. la revista irrumpe en 1920 en el nuevo escenario europeo y aboga por el reconocimiento de la Unión Soviética por parte de Francia. Las última noticias de la física, medicina, psicología experimental y  psicoanálisis se dan a conocer con regularidad en las páginas de una publicación  preocupada por cualquier tipo de novedad. El cine ocupa un espacio significativo gracias  a las crónicas de Jean Epstein y Louis Delluc. Le Corbusier intenta controlar por completo el universo visual de "L´Esprit nouveau", tanto por la tipología y las ilustraciones de los artículos - especialmente de los suyos- com por el diseño de los anuncios, por ejemplo el del baúl "Innovation". Los objetos mostrados en el pabellón ofrecen un resumen de ese universo. 


El pabellón reproduce, en su parte delantera, una célula del "unmueble villa" presentado en el salón del otoño de 1922. Este proyecto teórico une docientas casas "Citrohan", cuyo nombre evoca la construcción automovilística e ilustra el tema que afirma que "la casa es una máquina para vivir". Con un largo prisma rectangular abierto en cada extremidad, "Citrohan" comprende una sala de estar de doble altura, semejante a los estudios de los artistas parisinos, y conocerá numerosas variaciones. En el "inmueble villa", cada vivienda cuenta con un jardín, como las celdas de la cartuja de Ema, cerca de Florencia, donde la configuración de las pequeñas estancias de los monjes y los jardines que constituían la comunidad monástica, llamaron la atención de Jeanneret en 1911. Las "celdas" del edificio gozarán de servicios colectivos, como los hoteles residenciales norteamericanos.


El pabellón comprende una habitación en forma de L y un jardín colindante construido alrededor de un árbol ya existente. Consta de una escultura metálica y nos paneles con relleno de paja comprimida, sobre los que se aplica el cemento con una bomba neumatica. Al contrario de los estilos elogiados por la Exposición, la habitación está amueblada con unas butacas de cuero (de la empresa Maple) y unas sillas de madera curvada Thonet, cuya sencillez aplaude "L´Esprit Nouveau". Se asocian en un conjunto de sillas standar y modulares en una interpretación que hace Le Corbusier en los archivadores normalizados de las oficinas modernas,  cuyas cualidades de racionalidad y  modularidad elegió en sus artículos. Colgados de las paredes pintadas con los colores de los cuadros puristas, se dan cita "Le Balaustre" de Fernand Leger, "La nature morte deL´Esprit Nouveau" de Le Corbusier y obras de Jacques Lipchitz, Juan Gris y Amédée Ozefant. Entre los objetos allí expuestos destaca un neceser de "l´innovation".


En la parte trasera de este luminoso manifiesto arquitectónico, a escala real, una sala oscura acoge, frente a frente, los dioramas de "la ciudad contemporánea" y del "Plan Voisin" elaborados para la ocasión para el centro de Paris. En efecto, los proyectos urbanísticos de Le Corbusier se clasifican en dos categorías; los proyectos teóricos o genéricos, sin solar explícito, y los inscritos dentro de una situación espacial concreta, que pueden responder o no a un encargo oficial. Los dioramas del pabellón reflejan ambos enfoques.


La "ciudad contemporánea para tres millones de habitantes" de 1922 sigue la línea de los proyectos ideales diseñados por la "urbe industrial" de Tony Garnier, que conocía muy bien Le Corbusier. Su estructura "ordenada" se contrapone a las ciudades "caóticas". Al poner en práctica unos principios elaborados en Alemania antes de 1914,  Le Corbusier imagina una ciudad coronada por los rascacielo de cistal de la ciudad de negocios. Los barrios residenciales toman la forma de "salientes dentados", como filas alinedas y quebradas imaginadas por el urbanista Eugène Hénard, en torno al centro, caracterizado por una estación de tren y un aeropuerto con acentos futuristas y atravesado por una red de autopistas. Le Corbusier pone así de manifiesto su capacidad para unir y superar las investigaciones anteriores. 


El "Plan Voisin", financiado por el constructor automobilístico y aeronaútico gabriel Voisin tras ser rechazado por las empresas Citroën y Peugeot, pone en práctica este principio en 1925, en el mismo centro de Paris, lo que provoca un escándalo sin precedentes. La prensa califica esta visión como una "americanización" de Paris y, paradójicamente, extiende la fama de Le Corbusier más allá de los círculos de la élite.Estrema así la estrategia consistente en impactar a la opinión pública para convencer a los dirigentes. El casco antiguo se sustituye por rascacielos de oficinas; un "gran enlace" de autopistas atraviesa la ciudad. Le Corbusier se niega a reproducir el sinuoso "camino de herradura" de la ciudad medieval y propone los sistemas respiratorios y criculatorios, que analiza en "Urbanisme", como paradigma de la ciudad moderna. No está de acuerdo con "seguir la tradición" de Paris conservando su  tejido sino que pretende dialogar con algunos monumentos simbólicos como Notre Dame, el aArco del Triunfo o la Torre Eiffel, que condensan el espíritu de Paris", tanto como podrían hacerlo sus rascacielos. Los acentos políticos no faltan en este proyecto. Le Corbusier critica el "Paris popular", que le parece un "peligroso magma de personas hacinadas, precipitadas y mezcladas, un campamento secular de gitanos de todos los grandes caminos del mundo" y propone "poner orden" al conjunto; presentará una versión renovada de este orden en el pabellón de "Temps nouveaux" en la Exposición Internacional de 1937. 


El pabellón quedará destruido en 1926 y Le Corbusier no conseguirá encontrar a un mecenas para financiar su rehabilitación. En 1977, José Oubrerie y Giuliano Gresleri levantarán una reproducción en los terrenos de la Feria de Bolonia." 


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BENEVOLO, L.,Historia de la Arquitectura Moderna. Edit. Gustavo Gili. Barcelona, 1987.


Pág.496-529. ”Formación del Movimiento Moderno en Europa entre las dos guerras. Los primeros contactos con el público"


2.- Las Exposiciones. 


En las numerosas exposiciones organizadas por los arquitectos modernos entre la posguerra y la crisis económica, el tema principal y casi exclusivo, es la vivienda moderna. En 1925, cuando Le Corbusier construye el pabellón del Esprit nouveau, en la Exposición internacional de artes decorativas en Paris, presenta un elemento de los immuebles-villas estudiados tres años antes, completamente amueblado. Las tesis de Gropius y de los maestros alemanes sobre la vivienda moderna se ilustran, en 1928, con la exposición Wohnen im Grünen, en Berlín, en 1930 en Paris, en la exposición del Werkbund y, en 1931, otra vez en Berlín, en la Exposición de la Arquitectura Alemana....


Las Exposiciones hasta ahora citadas se dedican principalmente a los contenidos, pero también transforman profundamente la forma tradicional de presentar al público los objetos expuestos.


La finalidad del montaje no es tanto la de mostrar como la de demostrar: se trata de explicar y de hacer comprensible a todos una alternativa a la manera tradicional de habitar. La exposición pierde así el antiguo carácter de mercado, se concibe —al límite—como un gran mecanismo para sugestionar al visitante, utilizando todos los medios de representación que el Movimiento Moderno elabora mientras tanto.


 En 1928, Moholy-Nagy describe así los medios empleados:


"Paneles móviles con esquemas que ilustren las necesidades de nuestro tiempo, discos coloreados y giratorios, aparatos luminosos, reflectores y, por todas partes, transparencia, luz, movimiento: he aquí lo que es necesario para interesar al público. Todo debe representarse de manera que incluso el hombre más sencillo pueda comprenderlo y asimilarlo. Además, la maravilla de los nuevos materiales: grandes paneles de celuloide, sistemas de rejas, grandes ampliaciones y pequeñas y grandes superficies de rejilla metálica, carteles transparentes, letreros collados en el espacio y por todas partes colores claros y luminosos."


Mientras que los arquitectos no reciben todavía encargos precisos y, por tanto, no pueden presentar realizaciones concretas, las exposiciones se transforman a menudo en ocasiones para realizar concretamente aunque de manera provisional, los nuevos conceptos espaciales.


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