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Págs. 453-469.“Alvar Aalto y las tendencias escandinavas”
El Museo Louisiana de Arte Moderno, en Humlebaek, construido por Jorgen Bo y Vilhelm Wohlerten 1958 se servía de varias influencias típicas de este periodo en la arquitectura danesa (Wright, Aalto, Mies van der Rohey la arquitectura tradicional japonesa), pero establecía sus propias directrices en la exploración de la variedad espacial sobre la base de unas cuantas piezas estándar. El emplazamiento era tan exigente como rico en oportunidades, dado que era necesario presentar una colección de pinturas y esculturas modernas a lo largo de una pasarela cubierta situada entre una preciosa casa del siglo XVIII y el mar, con la costa sueca a lo lejos. Bo y Wohlert proyectaron el edificio para sacar el máximo partido de esta secuencia sin perturbar el paisaje. En esencia, el Museo Louisiana era un edificio lineal definido por muros blancos y planos, y cubiertas bajas de madera; el resultado era una construcción silenciosa pero elegante desde la que se vislumbraba el jardín como una serie de viñetas, y éstas, a su vez, realzaban las obras de arte.
Uno de los efectos más asombrosos se conseguía colocando las estilizadas esculturas de Giacometti en un volumen doble contra un fondo de marismas y juncos; a este espacio concreto se entraba por un nivel superior. El museo cambiaba luego gradualmente de dirección para ondularse hasta la orilla del agua, donde el sendero continuaba (sin el edificio sobre el) a lo largo de un camino costero. El despliegue de la planta y la sensibilidad a la topografía recuerdan a Aalto. Pero el proyecto de Louisiana tenia también cierta sensibilidad regional, ya que parecía fundir los muros planos y los efectos espaciales de Mies con los recintos encalados y las construcciones de madera de la tradición vernácula danesa. El conjunto estaba impregnado de un justo sentido de la proporción y de una delicada escala que hacia de él un agradable vecino para la arquitectura de cualquier época.
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