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BANHAM, R., Teoría y diseño en la primera era de la máquina. Edit. Paidos. Barcelona, 1977.


Págs. 27-37.“La tradición académica y el concepto de composición elemental”  


Si bien el punto de partida más importante para el desarrollo de la arquitectura moderna reside en una serie de actitudes revolucionarias registradas alrededor de 1910 y conectadas en gran parte con los movimientos cubista y futurista, cierto número de causas preparatorias contribuyeron también a encauzar la corriente principal de la evolución arquitectónica dentro de los canales por los cuales afluyó a la década 1920-1930. Todas estas causas tienen su origen en el siglo anterior y se las puede reducir, en términos generales, a tres ideas principales: primero, el sentido de la responsabilidad del arquitecto ante la sociedad en la cual vive, idea de ascendencia sobre todo inglesa, con origen en Pugin, Ruskin y Morris, y que se materializó en una organización fundada en 1907, el Deutscher Werkbund. Segundo, el enfoque racionalista o estructural de la arquitectura, también de tradición inglesa, pues parte de Willis, pero elaborado en Francia por Viollet-le-Duc y codificado en la magistral Histoire de Auguste Choisy a fines mismo del siglo; la tradición paralela en Alemania carece de exponente destacado después de Gottfried Semper. Y, finalmente, la tradición de la enseñanza académica, de carácter mundial por su difusión, pero que debe la mayor parte de su fuerza y autoridad a la Ecole des Beaux-Arts de París, de donde surgió, a poco de finalizado el siglo xix, el enjundioso resumen de las conferencias de Julien Guadet; tampoco aparece por esa época una obra equivalente a ésta en Alemania.


 La actitud de quienes serían los maestros de la arquitectura moderna debió de ser equívoca frente a estas tradiciones del pasado. El Werkbund y sus miembros eran objeto de sospechas en algunos círculos, aunque la mayoría de los arquitectos jóvenes aceptaba los imperativos morales de la organización.


Págs. 61-71.“Inglaterra: Lethaby y Scott” 


Así, por ejemplo, a la fundación del Deutscher Werkbund en 1907 había precedido el ataque de Thomas Graham Jackson contra el Art Nouveau en 1906, y le siguió, en 1908, un ataque contra la escuela de Glasgow publicado en la Architectural Review. Cabe sospechar que uno de los motivos de la decadencia inglesa fue la incapacidad de apreciar que el Art Nouveau de Glasgow era parte de la English Free Architecture, y no un movimiento de oposición.


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BENEVOLO, L.,  Historia de la arquitectura moderna. Edit. Gustavo Gili. Barcelona, 1987.


Pág. 401-437.“La formación del Movimiento Moderno en Europa entre las dos guerras mundiales. Las condiciones de partida” 


1.- El "Deutscher Werkbund" y la nueva arquitectura alemana.


Desde 1900 Alemania se halla en el centro de la cultura arquitectónica europea. Las razones de esta situación son complejas: de hecho, en Alemania esta cultura no tiene una tradición comparable con la francesa o inglesa, la industrialización es reciente y las estructuras sociales están ligadas más fuertemente; pero, precisamente la falta relativa de antecedentes ha permitido constituir una minoría abierta y progresiva de técnicos en economía, de políticos y de artistas, situados en posición no polémica contra los poderes establecidos -como sucede en casi todos los demás estados europeos-, sino en condiciones de ocupar algunos puestos directivos de la sociedad en curso de transformación; de este modo, los teóricos y los artistas de vanguardia consiguen, con relativa facilidad, dar clases en las escuelas estatales, dirigen las revistas más importantes, orientan las grandes editoriales, organizan exposiciones, influyen ampliamente en la producción industrial y también, en cierta medida, en la política cultural del gobierno, como Muthesius. Se debe sobre todo a este aparato organizativo que Alemania atraiga a los mejores ingenios de toda Europa: Van de Velde de Bélgica. Olbrieh de Austria e incluso durante un cierto tiempo, Wright de América. 


La organización cultural alemana más importante de la preguerra es el Deutscher Werkbund, fundada en 1907 por un grupo de artistas y críticos, asociados con algunos productores. 


La finalidad del Werkbund -dice su estatuto- es ennoblecer el trabajo artesano, relacionándolo con el arte y con la industria. La asociación quiere seleccionar lo mejor del arte, de la industria, de la artesanía y de las fuerzas manuales activas; quiere reunir los esfuerzos y las tendencias hacia el trabajo de calidad existentes en el mundo del trabajo; es el lugar de convergencia para todos aquellos que son capaces y desean producir una obra de calidad.


Esta institución recoge la herencia de las asociaciones inglesas inspiradas en la enseñanza de Morris, pero con una diferencia importante: no apunta apriorísticamente hacia la artesanía, ni quiere oponerse a los métodos de trabajo en serie propios de la producción corriente. Este planteamiento no excluye en principio ningún de los factores que actúan en concreto, pero abre un problema de método hasta entonces indeterminado, cubierto por la ambigua formula de <> ( Qunlitatsarbeit).


De hecho, en el Werkbund empieza en seguida las discusiones entre las tendencias opuestas: entre los partidarios de la estandarización y los de la libertad del proyecto, entre los que apoyan el arte y los que apoyan la economía y, en 1914, entre Muthesius y Van de Velde, como ya hemos señalado en el capítulo IX.


 Tras los términos tradicionales de esta polémica se oculta la exigencia de superar los particularismos de la vanguardia. En muchas otras naciones europeas se forman asociaciones análogas al Werkbund alemán en 1910, el Werkbund austriaco; en 1913, el suizo; en 1915, la Asociación del diseño y de las industrias en Inglaterra.


En el Werkbund madura, entre 1907 y 1914, la nueva generación de arquitectos alemanes: Gropius, Mies van der Rohe, Taut. Sirven de mediadores entre esta generación y la precedente, que ha iniciado la renovación de la cultura arquitectónica, dos personalidades de excepcional relieve: Van de Velde, del que ya hemos hablado, y Peter Behrens (1868-1940). La contribución del primero es, sobre todo, de orden intelectual, el segundo, en cambio, actúa con el ejemplo del trabajo practico y es, quizá, como dice Argán, la figura clave para comprender este momento esencial en la historia de la arquitectura moderna.


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GIEDION S., Espacio, tiempo y arquitectura. Edit. Edit. Reverté. Barcelona, 2009.


Págs. 247-675.“El espacio-tiempo en el arte, la arquitectura y la construcción” 


Pág.471 Walter Gropius y la evolución alemana.


pág.473. El Deutsche Werkbund, 1907. Todos estos esfuerzos de un país que se había hecho rico y conscientemente progresista durante las tres décadas anteriores encontraron su centro natural en el Deutsche Werkbund, establecido en 1907. Su principal objetivo era «el perfeccionamiento del trabajo profesionaly la mejora de la calidad de la producción». Artistas, obreros e industriales debían colaborar para producir artículos honrados de valor artístico.


 La idea que inspiraba el Werkbund no era nueva en sí misma. Sir Henry Cole, uno de los primeros reformadores industriales ingleses, fundó los ArtManufacturers en 1847 para «promover el buen gusto público» mediante «la belleza aplicadaa la producción mecánica». Fueron sus esfuerzos los que llevaron a la Gran Exposición deLondres de 1851 y al Crystal Palace.'* La generación que siguió a William Morris hizo las paces con la industria y volvió a las directrices de Cole con la formación de los gremios de artes y oficios. En 1907, sesenta años después de los Art Manufacturers, el terreno parecía estar abonado para una reconciliación final: parecía perfectamente posible establecer una plena colaboración entre el arte y la industria.


El Werkbund: una salida para los jóvenes talentos en sus exposiciones. El enfrentamiento de opiniones opuestas marcó el Werkbund casi desde su inicio. Con todas sus controversias, sin embargo, el grupo trabajó incesantemente para crear oportunidades para los jóvenes talentos y encontró papeles de responsabilidad para ellos justo en los momentos adecuados. Tanto la generación en ascenso como la que estaba en la cumbre tuvieron su representación en la exposición del Deutsche Werkbund de 1914 en Colonia. Junto a obras de Peter Behrens, Josef Hoffmann y Henry van de Velde, estaban el pabellón de vidrio de Bruno Taut y el edificio de oficinas de Walter Gropius, que fue la obra más discutida de la exposición, y que incorporaba buena parte de lo que sería el germen del desarrollo futuro. 


Incluso después de los años de guerra y del periodo de inflación, el Werkbund fue capaz de hacer cosas que le aseguran un sitio en la historia. La colonia Weissenhof, de 1927, es una prueba de los constantes esfuerzos del grupo por hacer realidad las fuerzas creativas del periodo. Alemania estaba empobrecida, y había escasez de materiales, cuando se hizo el magnánimo gesto de invitar a artistas creativos de todos los países a levantar edificios en Stuttgart


La evolución de la vivienda. Aproximadamente por la misma época, el arquitecto Ernst May recibió el encargo de organizar los barrios residenciales del extrarradio de Frankfurt del Mein. May trabajó con una velocidad y una energía dignas de Haussmann; sin embargo, no tuvo la fortuna de contar con un periodo de diecisiete años para sus operaciones. Tras unos cuantos años, toda la empresa se interrumpió, algo muy habitual en la historia alemana. Mientras las obras continuaron, May mostró esa amplitud de miras que caracterizaba al Deutsche Werkbund, al contratar a arquitectos extranjeros: varios austriacos y un holandés, Mart Stam.


El nuevo prestigio del arquitecto. En 1929, el gobierno, a través del Deutsche Werkbund, encomendó a Ludwig Mies van der Rohe el encargo completo del pabellón alemán en la exposición de Barcelona. En 1930, Walter Gropius fue elegido para organizar la primera exposición alemana en el Salón de Parísdesde la guerra.


 


El periodo del Werkbund fue testigo de un cambio completo del estatus del arquitecto en Alemania. En esta época, los arquitectos dejaron de estar al servicio de los clientes y de los contratistas, como lo están en tantos países incluso ahora. Se reconocía así que los arquitectos tenían su propio papel en la formación del espíritu de su época.


 


 


 

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