Páginas 42-45; "Jorn Utzon: Casas Kingo y Fredensorg, Selandia (Dinamarca)"; AV Monografías 205.
Construidas en 1959 y 1963, las viviendas Kingo y Fredensborg comparten un sistema de crecimiento orgánico a partir de la repetición de un mismo tipo residencial. En ambos casos, la idea principal es combinar la vida doméstica —a través de espacios privados y patios individuales— y la vida comunitaria, mediante zonas verdes, calles y plazas. De esta forma, la gente tiene la sensación de vivir en la naturaleza y al mismo tiempo formar parte de un área urbanizada. La unidad básica de vivienda adopta el esquema universal de la casa patio, con dos alas habitadas en forma de L y un jardín cuadrado. Aunque la geometría es estrictamente ortogonal, el sistema es orgánico ya que tiene capacidad de crecimiento, tanto dentro de cada célula en particular como en su conjunto.
El proyecto Fredensborg fue diseñado para acoger a una comunidad de funcionarios de Asuntos Exteriores que, al jubilarse, regresaban a su país después de haber vivido largos periodos en el extranjero; por lo que, además de las viviendas, el conjunto incluye un centro comunitario con salones, cocina y habitaciones. La parcela, situada en el límite urbano de la ciudad de Fredensborg, desciende en dirección sureste hacia un prado verde y está bordeada por un bosque en el oeste. Las casas se adaptan a la topografía de la pendiente y se distribuyen creando un patrón serpenteante formado por entrantes y salientes que difumina el límite entre el tejido urbano y el terreno agrícola. A pesar del aspecto amurallado del conjunto, la inclinación de la topografía y el perfil quebrado de los alzados permiten que las estancias se abran hacia el campo enmarcando escenas bucólicas del paisaje. La geometría exacta de las tapias se decidió cuando las casas ya se habían construido, estudiando en cada caso el equilibrio óptimo entre privacidad, vistas y exposición al sol. Una sucesión de chimeneas, que recuerdan a las torres de ventilación de la tradición árabe, destaca frente a la horizontalidad de los volúmenes principales, aportando variedad formal dentro de la uniformidad material del ladrillo. Otro de los elementos más significativos, común a ambos proyectos, es el remate de los muros formado por un tipo de teja específica que evacúa el agua y aporta una imagen unitaria al conjunto.
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Pág.644. Jorn Utzon.
Le Corbusier fue casi el único integrante de la primera generación que visitó museos etnológicos, y alrededor de Europa y Asia Menor. Utzon, como muchos de sus coetáneos, siguió sus pasos con una revisión más directa a escala mundial. En 1948 fue a Marruecos. Lo que más le interesó allí fue la unidad de la aldea y el paisaje conseguida gracias a su material idéntico: la tierra. Esto creaba una unidad escultórica ininterrumpida entre el entorno y las viviendas de hasta diez alturas. Cuando más tarde Utzon proyectó sus conjuntos de viviendas, como los de Kingo y Fredensborg, con muros uniformes de ladrillo amarillo, tenía en mente la unidad de las construcciones primitivas.
En 1949, una beca de estudios le llevó primero a los Estados Unidos y luego a México; pasó un breve periodo con Frank Lloyd Wright en Taliesin West y Taliesin East; y entró en contacto con Ludwig Mies van der Rohe. En México quedó impresionado por la arquitectura maya y azteca. En sus santuarios reconoció algo que desde hacía tiempo dormía dentro de él: los amplios planos horizontales como elementos constitutivos de la expresión arquitectónica.
Tras su regreso a Dinamarca, Utzon se presentó a numerosos concursos. No le preocupaban mucho los términos y las condiciones; le interesaban sólo los problemas que había que resolver construyó muy poco. Sus compatriotas hacía mucho que se habían acostumbrado a unas formas delicadas y agradables, como las que dieron renombre mundial a los muebles daneses. Casi las únicas cosas que construyó Utzon fueron las casas Kingo cerca de Helsingør, en , y otro proyecto residencial más pequeño cerca de Fredensborg, en 1962...
... Pág. 662. Empatía con el cliente anónimo
La relación entre las esferas individual y colectiva es un problema que ha preocupado a varias generaciones, pero cuya solución resulta cada vez más urgente. Son pocos los que han conseguido expresar esta relación de forma arquitectónica. Entre los edificios de Utzon en Dinamarca hay dos conjuntos de viviendas: las casas Kingo (1956), cerca de Helsingør, y un proyecto más pequeño para daneses repatriados, cerca de Fredensborg, cincuenta kilómetros al norte de Copenhague. Ambos conjuntos muestran una gran sensibilidad en su composición del emplazamiento. La situación de las casas responde de buen grado a los ligeros cambios de la pendiente del terreno; los edificios se enlazan como las escamas del ala de una mariposa, mientras que la planta flexible de cada una de las casas tiene plenamente en cuenta la intimidad individual.
Las casas de ambos proyectos se basan en la planta en forma de L , empleada con mucha frecuencia, pero que aquí se usa de una manera particular. Las casas se disponen en el conjunto de modo que compartan la mínima longitud de medianería . Esto es posible al formar cada casa un cuadrado con su propio patio abierto. Este patio es el espacio abierto privado de la casa.
Los detalles del proyecto de Fredensborg muestran que Utzon sabía cómo modelar el espacio: cortó un rectángulo en cada muro del jardín, de modo que el paisaje, el espacio exterior a modo de jardín, pudiese fluir libremente en las zonas privadas . En cirugía, todo depende de la seguridad del corte; lo mismo ocurre con el arquitecto. En lugar de un paisaje de pequeña escala de jardines minúsculos, el emplazamiento despliega una gran generosidad espacial. La misma forma de pensar, aunque formulada de modo muy diferente, dio como resultado los jardines colectivos de las squares del barrio londinense de Bloomsbury en la primera mitad del siglo XIX
Steen Eiler Rasmussen, profesor de Utzon en la Academia de Arquitectura de Copenhague, me dijo una vez que tenía muy buena opinión de él porque poseía una doble capacidad: podía dar una solución espacial a proyectos monumentales con medios plenamente mecanizados, y también a proyectos sociales con los medios más sencillos posibles.