Ing. Eduardo Torroja Miret, con la maqueta de la lámina de la iglesia de Pont Suert, Lleida 1952. Proyecto en el que colaboró con el arquitecto J.R. Mijares.
El proyecto consistía en realizar la cubierta de un mercado, tratando de lograr un gran espacio diáfano, ausente de soportes interiores, que permitiesen la libre colocación de las casetas de venta.
la cupula es apoyada en ocho soportes donde se levantan las bovedas cilindricas que siguen la directriz radial y perimietn una mayor entreda d eluz por lo laterales
El proyecto del hipódromo debía de disponer de una serie de espacios concretos: sala de apuestas, taquillas, graderío, acceso a la pista y galerías, entre otros. Al tratarse de un edificio singular, se buscó que la estructura fuera lo más estética posible.
la cubierta de la estructura, un alarde tecnico. Consisten en una sucesion de sectores de hiperboloide ligeramente rectificados que hacen un voladizo de nada menos que 13 metros para que ningun pilar impida las vistas a la carrera
Los hiperboloides son superficies que se forman mediante la rotación de una hipérbola alrededor de uno de sus ejes de simetría. A pesar de su doble curvatura pueden formarse a partir de dos series de líneas rectas.
Ing. Eduardo Torroja Miret, con la maqueta de la lámina de la iglesia de Pont Suert, Lleida 1952. Proyecto en el que colaboró con el arquitecto J.R. Mijares.
Esta particularidad resultaba de gran utilidad para la construcción, ya que el encofrado -el molde del hormigón- se realizaba con tablones de madera, que por supuesto eran rectos. Para comprobar la estabilidad y funcionamiento del modelo teórico se realizaron modelos a escala real que fueron sometidos a pruebas de carga.
Se trata de un edificio de gran riqueza espacial en el que la curvatura de las superficies, las sombras producidas por la luz que resbala por ellas, crean efectos sorprendentes, y el ritmo que provoca en la cubierta supera totalmente lo que podríamos esperar de lo que en principio era una marquesina. El conjunto es de una ligereza y modernidad sorprendentes
Es una estructura única, singular y precursora de gran cantidad de obras posteriores, que utilizan la geometría con rigor, libertad e imaginación espacial, que desarrollarán otros como Félix Candela, discípulo de Torroja, OscarNiemeyer o Eero Saarinen.
El Frontón Recoletos. Proyecto de 1935 que se terminó de construir en 1936. Se encontraba en la calle Villanueva, junto al edificio que alberga la Biblioteca Nacional y el Museo Nacional de Arqueología. Un edificio dedicado a la práctica del frontón en pleno centro de Madrid. Hoy puede sorprender, pero entonces la pelota podía considerarse el deporte con mayor afición en la ciudad.
La estructura consistía en dos lóbulos cilíndricos de diferente tamaño. El mayor tenía un ancho de 23 metros, con radio de 12,50 m, y cubría la zona de juego. El menor cubría 9,5 metros con un radio de 6,40 m y se situaba sobre las gradas del público.
En total se cubría una distancia de 32,5 metros sin ningún apoyo intermedio. La cubierta tenía una longitud de 55 metros y un increíble espesor de 8 cm. La sencillez de la solución y a la vez su audacia todavía sorprenden
Una solución perfectamente geométrica, racional, pero al mismo tiempo asimétrica lo que le daba un carácter revolucionario. Además, a lo largo de toda la longitud, en el encuentro de los cilindros y en la parte baja del que cubre el graderío, se abrían unos enormes lucernarios que lograban un interior muy luminoso.
Terminado en tiempo record durante la guerra civil. La cubierta duro poco debido a que los bombarderos la derribaron. Se planteo la reconstruccion igual pero al final se hizo algo "parecido". Debido a que el fronton ya no era de interes por lo cual el deshuso el edifcio acabo derribandose en 1973