Este arquitecto argentino, estudió en Princeton University, donde completó su programa de pre-graduado , obteniendo la maestría en Arquitectura. Entre 1969 y 1976, Ambasz fue curator del departamento de Arquitectura y Diseño del Museo de Arte Moderno de Nueva York, donde comisarió numerosas exposiciones de arquitectura y de diseño industrial. Uno de sus objetivos profesionales era que la arquitectura fuese considerada como un arte digno de estar en los museos.  Entre 2011 y 2012, una gran exposición sobre su obra se exhibió en el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofia de Madrid, lo que provocó la reedición de su obra mejorada y publicada en inglés con el título Emerging Nature, por Mars Mueller Publisher. Este evento impulsó la creación de un proyecto para el  Museo del Arte, Arquitectura, Diseño y Urbanismo en Madrid (MAADU) por parte del arquitecto.

Ambasz fue uno de los precursores de la arquitectura verde, mediante la integración de la vegetación de manera importante, a veces espectacular, sobre sus edificios, lo que permite en muchos casos facilitar el tratamiento ambiental. Sus reflexiones muy personales no fueron afectadas durante los años 70 y 80 por las ideas del post-modernismo que se exportaron por todo el mundo, manteniendo una visión de la arquitectura sostenible que hoy en día suena muy actual.

 Sus proyectos cuentan historias, y tienen una fuerza poética muy fuerte. Conectan el paisaje, la naturaleza, los elementos arquitectónicos y el factor humano, de tal manera su obra resulta  a la vez universal e íntima.

 Algunos de sus proyectos emblemáticos fueron la casa de Retiro Espiritual en Córdoba, o el Salón Internacional de la Prefectura de Fukuoka, que interpretan en diferentes contextos su leitmotiv « verde sobre gris ».

 Su gusto por la fantasía y el mito se extiende hasta su propia personalidad. Sus proyectos renonocidos a nivel internacional han ganado numerosos premios entre los que destacan: Premio de Arquitectura Progresiva tres veces, en 1976 (Grand Rapids Art Museum of Michigan), 1980 (la casa de Sevilla), y 1985 (conservatorio en el San Antonio Botanical Center en Texas) y el Gran Premio de 1987 del International Interior Design Award por la sede de Financial Guaranty Insurance Company, Nueva York.

Romaine Antoine LEGENDRE

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MONTANER, J,M., La Modernidad superada. Arquitectura, arte y pensamiento del siglo XX. Edit. G. Gili. Barcelona, 1997. 

Págs. 207-222....Arquitecturas de cristal. Otra tipología útil para la integración del edificio en el entorno es aquella que, con una forma lineal, actúa de “espacio intermedio” en la fachada. La relación básica es la establecida entre el cristal y el muro. Este espacio puede ser un pórtico abierto o estar cerrado por cristaleras; ser practicable o no. Su origen está en las galerías acristaladas y tiene siempre la misión de actuar como espacio térmico. De hecho, la presencia de grandes elementos acristalados, tal como ha ensayado Emilio Ambasz en sus proyectos, es una constante formal de la arquitectura bioclimática y ecológica.

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CURTIS, W., La arquitectura moderna desde 1900.  Edit. Phaidon. Hong Kong, 2006. 

"Tecnología, abstracción y concepciones de la naturaleza"  págs. 657-683. 

"Las analogías mecánicas podían combinarse con otras orgánicas, o bien llegar a formar parte de un sistema de polos opuestos entre lo ‘tecnológico’ y lo ‘natural’. El invernadero Lucille Halsell en San Antonio, Tejas (1988), obra de Emilio Ambasz, estaba formado por unas cuantas pirámides y conos acristalados saliendo de unos montículos de hierba que evocaban simultáneamente fragmentos de casas de palmeras y de un paisaje surrealista de prismas transparentes. Su obra reflejaba el interés por la abstracción metafísica de Luis Barragán y por las esculturas medioambientales de artistas como Robert Smithson, Mary Miss o Robert Long, que evocaban un vínculo cósmico entre la tierra y el cielo. Para Ambasz, la tecnología era «un instrumento para evocar presencias arquitectónicas», no un fin en sí mismo; un aliado de los procesos naturales, más que un enemigo. El arquitecto japonés Tadao Ando señalaba que Ambasz ponía de manifiesto una nueva clase de

arquitectura medioambiental [...] que envolvía la naturaleza en abstracción [...] y que usaba la naturaleza a una escala enorme ...]. Su obra promete un generoso ámbito en el que coexisten lo encontrado y lo fabricado, lo natural y lo artificial [...]."

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