Págs. 87- 107."Expresionismo y futurismo”
Dadá y el expresionismo.
Algunas de las fantasías pictóricas exhibidas en la exposición de arquitectos desconocidos eran obra de artistas vinculados al movimiento dadá berlinés, por ejemplo Jefim Golyscheff y Raoul Haussmann. El trabajo de este grupo se apartaba algo del núcleo principal de los expresionistas no sólo en cuanto a su técnica artística, sino también en cuanto a su ideología. El movimiento dadá berlinés había surgido a partir del cabaret expresionista, pero su retórica tenia con frecuencia un tono activista y rechazaba esa esencia expresionista de que podía lograrse un cambio ético y cultural mediante una revolución “espiritual”. “Es una idea falsa – escribía el dadaísta Richard Hülsenbeck en 1917- que la mejora del mundo pueda alcanzarse gracias al poder de los intelectuales”. Dos años después Haussmann, Hülsenbeck y Golyscheff escribieron un manifiesto satírico que hacía un llamamiento a favor de la “batalla más brutal contra todas las escuelas de los llamados Geistige Arbeiter (trabajadores espirituales)… contra su oculto carácter de la clase media y contra el expresionismo y la cultura neoclásica que representa Der Sturm”.
Los dadaístas pertenecían a la extrema izquierda y habían apoyado a la Liga Espartaquista, de filiación comunista, que había liderado una revuelta obrera en enero de 1919. A diferencia de la seriedad del AFK, los dadaístas usaban la burla y el ridículo como armas para desacreditar el movimiento expresionista, que en su opinión había traicionado la revolución de 1918 al tomar partido por los socialdemócratas en lugar de hacerlo por los comunistas. En el estilo de su retórica y en alguna de sus técnicas formales, aunque no en su ideología, los dadaístas demostraban estar en deuda con Marinetti y los futuristas. Es este movimiento el que trataremos a continuación.