CURTIS, W., " Lo universal y lo local. Paisaje, clima, cultura" en La arquitectura moderna desde 1900. Edit. Phaidon. Hong Kong, 2006.
págs.649-651." La mejor arquitectura de la India de los años 1980 y principio de 1990 también consiguió mantener cierta tensión entre lo internacional y lo regional, lo moderno y lo antiguo, y combinar las respuestas locales con dimensiones más universales. Una razón por la que pudo hacerlo fue que siguió desarrollándose en una simbiosis creativa con los poderosos prototipos generados por Le Corbusier y Louis Kahn en las décadas de 1950 y 1960, otra fue que indagó en los rasgos genéricos de la arquitectura india del pasado sin recurrir a las citas estilísticas trivales. La presión para investigar la tradición procedía no sólo del propio deseo de los arquitectos de enriquecer su trabajo volviéndolo a enraizar en unos principios apropiados para el clima y la cultura, sino también de una transición ideológica en la sociedad india que insistía cada vez más en cierta “indianidad”, confusamente definida, en cuestiones artísticas e incluso políticas. La comprensión retrospectiva de los pasados nacionales estaba influida no sólo por el peso del patrimonio artístico (que era enorme en el caso de países como México o la India), sino también por esa creencia contemporánea que podía asignar un significado y un valor muy diferentes a la “modernidad” y a la “tradición”. Una nación como Pakistán - que estaba comprometida con cierta noción de la identidad islámica- tenía de la grandiosa herencia de la arquitectura del sur de Asia una perspectiva distinta de la de una nación como India, que se esforzaba por mantener un ideal secular.
La India había recibido y asimilado muchas influencias extranjeras en el pasado, y podía decirse que el ajuste de la arquitectura moderna para adaptarse a las costumbres y las mentalidades indias respondía a un patrón antiguo. Algo de esto puede apreciarse en la transición producida en la obra de una serie de arquitectos entre el final de la década de 1970 y el final de 1980.
Charles CORREA.El compromiso básico de Charles Correa eran “los espacios abiertos al cielo” y esto ya se había plasmado en el museo conmemorativo Gandhi Ashram, terminado a comienzo de 1960. Poco a poco Correa fue emancipándose de la influencia de Le Corbusier y Kahn, y a explorar los solapamientos entre lo nuevo y lo viejo, lo monumental y lo popular. Su conjunto de soluciones para las condiciones indias incluía plataformas y terrazas, patios rehundidos y salas exteriores, secciones para la ventilación natural, y galerías, voladizos y pantallas para dar sombra; como la mayoría de los arquitectos modernos indios, usaba un sencillo sistema constructivo de entramado de hormigón y ladrillo tosco, a veces con arenilla o pintura de color. Efectivamente, Correa desarrolló una gramática básica que usaba pilares, losas, columnas, muros, doseles, tablillas y lucernarios. Esta gramática odia adaptarse al programa, el lugar o el clima regional, aplicando una versión para un conjunto de viviendas de bajo coste en una zona cálida y seca, y otra distinta para un hotel de la clase media en una zona húmeda tropical.
Charles Correa escribía de la necesidad de hacer transformaciones de las estructuras profundas del pasado, más que simples transferencias de imágenes; en estos dos proyectos, corrió el riego de hacer esto último. Correa conocía bien las tendencias internacionales en el diseño arquitectónico, y sus obras de finales de los años 1980 y principios de 1990 revelaban una lucha por conciliar la abstracción moderna con una capa de referencias comunicables. Tan importantes como sus formas eran sus reflexiones acerca de “las fuerzas que generan la arquitectura y sus cruciales relaciones mútuas”.
La primera de estas fuerzas es la Cultura. En nuestro modelo, es como un depósito gigantesco, tranquilo y contínuo, que cambia sólo gradualmente con los años.
La segunda son las aspiraciones. Esta fuerza puede ser completamente distinta de la cultura, aunque desde luego ambas interactúan continuamente. Las aspiraciones son dinámicas y volubles, a menudo bastante efímeras.
La tercera fuerza que actúa sobre la arquitectura es el clima. Es fundamentalmente una fuerza invariable... un entendimiento completo del clima... debe ir más allá de los meramente pragmático. Y es que el nivel de la estructura profunda, el clima condiciona la cultura y su expresión, sus ritos y sus rituales. En sí mismo, el clima es el origen del mito. Las cualidades metafísica atribuidas al espacio abierto al cielo de las culturas de la India y México son fenómenos concomitantes del clima cálido en el que existen....
La cuarta fuerza que actúa sobre la arquitectura es la Tecnología.... En la arquitectura... la tecnología dominante cambia casa pocas décadas. Y cada vez que ocurra esto, la arquitectura debe reinventar la expresión de las imágenes y los valores míticos en los que se basa.
p.652 La huida de los pobres desde el campo a la ciudad era un dato básico en todo el mundo en vías de desarrollo. En la India, esta crisis de la urbanizción era el resultado de una “crisis de inmigración” a gran escala; el abandono gradual de los pueblos por parte de los pobres, y el crecimiento de vastos asentamientos incontrolados en las principales ciudades y sus aledaños. Aunque a veces se propusieron modelos descentralizados que suponían un mejor equilibrio entre la industria y la base natural, tales modelos raramente arraigaron. En realidad, se trataba de unos problemas tan amplios que ninguna propuesta arquitectónica ni ningún plan urbanístico por sí solos podían abarcar. Tanto Charles Correa The New Landscape, 1985, como Balkrishna Doshi en su proyecto para Indore de 1984 sugerían que los asentamientos incontrolados en sí mismos ofrecían una nueva clase de construcción vernácula, un recurso que podía combinarse con los conocimientos profesionales en un conglomerado más satisfactorio de instalaciones, espacios públicos y viviendas autoconstruidas.
Doshi escribía sobre la necesidad de una arquitectura “que reflejase los estilos de la vida social y las convicciones espirituales” y se refería “ a los elementos constantes de la arquitectura india, la plaza del pueblo, el bazar, el patio”; pero también aludía a “las pausas, los espacios de transición y los umbrales”. a “los elementos multifuncionales” y a “ la dualidad y la ambiguedad”.
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