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Rodrigo Mercado de Zuazola

MERCADO DE ZUAZOLA, Rodrigo

  • Obispo
  •  
  • 1460 - Oñati (Gipuzkoa). Euskadi - País Vasco. España
  • 1548 - Valladolid (Castilla y León). España

GONZALEZ DE ZÁRATE J.M. RUIZ DE AEL M.J., Humanismo y Arte en la Universidad de Oñate. Instituto Ephialte. Vitoria-Gasteiz, 1989.


pág.21-26."El último tercio del siglo XV es una época prodiga en importantes acontecimientos; la unión de la corona castellano-aragonesa en 1479 por un parte, la conquista de Granada, el descubrimiento de las Indias Occidentales en 1492 por otra, y la fuerza del Humanismo renacentista que por aquel entonces comienza a irrumpir en una monarquñia de carácter netamente medieval, son hechos que nos introducen en los albores de un nuevoo tiempo en la historia: La Edad Moderna. 


Rodrigo Mercado de Zuazola, nace por estas fechas en la actual localidad guipuzcoana de Oñati, en una mansión de la Calle Nueva, sobre cuya portada aún en la actualidad conservamos el escudo heráldico o blasón familiar. De una familia de cuatro hermanos, ocupará un lugar intermedio. Es en su villa natal donde comenzará los estudios para su futura ordenación sacerdotal y, el 20 de septiembre de 1480 recibe las órdenes menores en la  iglesia de San Bartolomé de Logroño, de manos del obispo franciscano Fray Juan de Quemada.


Contemporáneo de Ignacio de Loyola, Francisco Javier, Juan Sebastián Elcano, Miguel López de Legazpi, Francisco de Vitoria y otros tantos ilustres vascos de la época, Rodrigo Mercado de Zuazola saldrá de su tierra en busca de aventura y fortuna, consiguiendo importantes cargos y dignidades que nos permitirán entroncar su figura a la de los más relevantes mecenas de su tiempo.


Una vez consagrado como presbítero, Rodrigo ejerce como beneficiado su labor pastoral en la iglesia de San Miguel de Oñati. Más tarde proseguirá sus estudios en Lérida, pero es en Salamanca donde su formación se centrará en las disciplinas de derecho civil y canónico, graduándose como bachiller. Será en Valenciaa y en 1599, ejerciendo como inquisidor, cuando consiga el doctorado.


Analizando la biografía  de Rodrigo Mercado de Zuazola podemos entender que su caso es el de unprovinciano de familia modesta, en el que su talento le lanza sin vocación a la carrera eclesiástica. Es curioso observar cómo esperará casi treinta largos años antes de recibir las órdenes mayores y lograr mitra. Pero en este período ejercerá importantes cargos políticos que sin duda le reportarán una mayor fama y dignidad.


Consejero del rey Fernando el Católico, Virrey de Navarra y coadjutor del Duque de Nájera, se convierte en padre de negocios de Estado más que de asuntos eclesiásticos. 


Hacia 1506 abandona la península trasladándose a Nápoles, lugar en el que según nos cuenta Lizarralde labró su fortuna. Fue en Italia sin duda, donde se impregnó del espíritu humanista característico de este período, hasta tal punto que Ciriquiain asegura no existir en las tres provincias vascas un "hijo del Renacimiento" como el insigne personaje que nos ocupa. Erudito, amigo de humanidades y ciencias, político, palatino, artista y mecenas generoso, es un "verdadero florentino". Rodrigo "se deja seducir por los afanes culturales y la vanidad mundana que informaban la vida de la nueva época".


Desde el 12 de abril de 1510 es prepósito de la iglesia de Valencia y hacia 1511 lo vemos figurar como obispo de Mallorca, diócesis cuyo administrador será su hermano y secretario Sancho. Son varias las noticias que nos ofrece Lizarralde referentes a la no presencia del obispo en la ciudad isleña. Su vida, íntimamente ligada a los principapes sucesos de su tiempo, las aficiones cortesanas y el escaso interés que muestra por el desempeño de sus funciones espirituales, hace que prorrogue la visita indefinidamente. Ni siquiera las cartas premiosas que le envía su hermano, explicándole la mala situación en que se encuentra su diócesis, hacen mella en el prelado. 


Entre los años 1513 y 1519 parece ser que los asuntos de estado que, como Consejero Real debía atender, le tuvieron plenamente absorvido. Por aquel entonces su residencia habitual era junto a la corona y su lugar de descanso se encontraba en Valencia, ciudad humanista de primer orden. Desempeñó de igual manera los cargos de Consejero de la Inquisición General del Reino de Aragón y Comisionado de la Santa Cruzada. 


Con la llegada de Carlos I y sus colavoradores flamencos, Mercado sufrió la misma suerte que otros muchos consejeros hispanos y, cayó en desgracia debiendo abandonar nombramientos anteriores. En 1517 se le privó del cargo junto al ray siendo sustituido por el Dean de Lovaina, conocido también como Cardenal de Utrech. Pero a pesar de estos acontecimientos, su vida todavía será pródiga en venturas, años y grandeza.


El 19 de enero de 1519 es la fecha del fallecimiento del obispo de Avila, puesto que ocupará Rodrigo Mercado de Zuazola hasta su muerte. Pero su verdader formación política se vuelve a perfilar, y las intrigas continúan con objeto de lograr un puesto en la corona. Así nos lo muestra una carta fechada el 15 de Enero de 1528, donde se plasman sus anhelos no cumplidos de regresar a la corte. 


Ya en la madured de su vida, el ilustre vasco, es nombrado en 1525 presidente de la Chancillería de Granada, ciudad en la que había residido conanterioridad, y donde el arraigo del sentir humanista fue palpable tanto en las letras como en las artes, prueba de ello son los nombres de los más afamados artistas del primer tercio del siglo XVI español como Machuca, Siloé, Bigarny y Berruguete entre otros.


Los últimos años de su existencia parece seguro que los vive junto a la corte de Valladolid, sus cartas fechadas en esta ciudad así lo ponen de manifiesto. El deseo de visitar su fundación en Oñati se expresa en la correspondencia mantenida tanto con el concejo de la villa, como con su hermano, todos ellos encargados de poner fin a la magna obra que inmortalizará su nombre. Pero este propósito no será hecho realidad y una vez más los distintos asuntos que le ocupan, junto a su avanzada edad, ahogan la esperanza de regresar a su villa natal de la que como señala Lizarralde "... mucho dudamos que hubiese estado ni una sola vez posterior a su ordenación sacerdotal".


El 29 de enero de 1548. le sorprende la muerte en la ciudad del Pisuerga, cuatro días después de declarar en su testamento a la Universidad de Oñati como heredera universal de sus bienes. 


En conclusión, hemos de entender a nuestro protagonista como un personaje que disfrutó en vida de un lugar de privilegio tanto en la política, donde consideramos se encontraba su verdadera vocación, como en los ambientes eclesiásticos, entre los que no dudamos se abrió paso para ocupar puestos de responsabilidad merced a su gran capacidad intelectual.  Será Rodrigo Mercadode Zuazola un prototipo de prelado renacentista, hombre de preocupaciones tanto seculares como eclesiásticas, activo, intransigente, instruido y devoto de la cultura como lo prueba su amplia biblioteca que posteriormente comentaremos. Confidente y amigo del cardenal Cisneros, se rodeó con los Grandes de España. Como consejero de los reyes se encuentra en todo momento junto a la corte y en contancto con lo más florido del arte de la época, por lo que sin duda algunas, las innovaciones italianas en lo referente al nuevo espíritu artístico, no pasaron inadvertidad a sus ojos. Fue en definitiva, un amante de la pompa y promotor de obras públicas, cuyo reflejo plástico se visualiza en la capilla de la Pedad de la Iglesia de San Miguel de Oñati y en la fachada, retablo y claustro de la Universidad. Sin duda, en estas construcciones propias del Renacimiento tan caracteristico del siglo XVI europeo, a través de su ornamentación, podemos encontrar traducido en un lenguaje pétreo, toda suerte de alegorías y metáforas intelectualizadas que nos explican el espíritu tan característico del Humanismo, a la vez que ponen de manifiesto el sentir cultural de tan insigne mecenas hijo de su tiempo."

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