Págs. 79-114. “Mundos”.
"Ya en 1963, en su libro Comunidad y privacidad Serge Chermayeff y Christopher Alexander señalaban que los dos principales enemigos de la calidad del hábitat humano eran el automóvil y el ruido. Décadas más tarde, ambos siguen siendo problemas clave que hipotecan la calidad de vida de las ciudades: la lógica de los automóviles ha exigido unas ciudades carretera, y el ruido, forma milenaria de tortura, se ha enseñoreado de las ciudades. Ambos fenómenos, además, están estrechamente relacionados.
Ciertamente, las políticas de reducción del poder y privilegios del coche han aumentado, en especial desde la Cumbre de la Tierra en 1992. Diversas ciudades, como Barcelona, están adheridas al movimiento de las "ciudades sin coche" (sic), cada año se celebra el Día europeo sin coches y se ha tendido a reducir la velocidad máxima dentro de las grandes ciudades. Sin embargo, ello no significa que se haga suficiente caso para atender las propuestas de las asociaciones contra la contaminación acústica en favor de la pacificación del tráfico y por la promoción del transporte público. Se deberían peatonalizar más áreas, como en la ciudad de Girona, que ha conseguido un centro histórico tranquilo; aprender de París, cuya ribera del Sena es tomada por los patinadores y paseantes cada día festivo; o de Bogotá, que apostó en su día por hacer más aceras, carriles para bicicletas y transporte público antes de construir las autopistas que lobbies y tecnócratas habían proyectado, y que cada domingo dedica sus avenidas a los ciclistas; e incluso debería pensarse en el ejemplo de Londres, donde se exige un pago de ocho libras esterlinas para entrar en coche por la zona central a partir del 17 de febrero del 2003, que ha ido actualizando el precio y la zona de alcance, y que ha conseguido una reducción del tráfico privado de alrededor de un 25 %; como las ciudades y territorios holandeses, daneses o suecos, organizados con redes de carriles de bicicletas."
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Págs. 621-669.” Formación del Movimiento Moderno en Europa entre las dos guerras. Los progresos de la arquitectura europea entre 1930 y 1940”
1.- Los maestros alemanes en Inglaterra y el renacimiento de la arquitectura inglesa....
Mendelsohn colabora, entre 1934 y 1935, con Serge Chermayeff, un ruso educado en Inglaterra, construye una casa en Chelsea, el pabellón balneario De la Warr en Bexhillon Sea y una villa en Chalfont St. Giles. Algunos arquitectos ingleses -Connell y Ward, J. Emberton- introducen polémicamente en Inglaterra el repertorio moderno europeo, pero la única obra importante es la de un especialista del hormigón armado, E. Owen Williams (1890-1969); la fábrica de zapatos en Nottingham, de 1931, obra maestra de la arquitectura industrial inglesa entre las dos guerras.
... La aportación de los maestros alemanes es, quizás, el motivo por el cual, después de un largo período de estancamiento, la cultura artística inglesa se pone en marcha. Si sólo consideramos el período de preguerra. los resultados lo son todo menos vistosos, pero, después de la colaboración con Gropius, Mendelsohn y Breuer, las obras de Maxwell-Fry (villa en Kingston, 1937), de Chermayeff (villa cerca de Halland, 1938) y de Yorke (casas alineadas en Stratford-on-Avon, 1938) son, naturalmente, más seguras y evolucionadas. En aquellos años aparece también la figura de W. Coates (1895-1958), autor de la casa de apartamentos Palace Gate en Kensington (1938). Los arquitectos modernos ingleses se reúnen en el grupo MARS, reconocido como sección británica de los CIAM, y avivan el interés del gran público con una discutida exposición en Londres, en 1937.
Se trata siempre de una pequeña minoría, que acepta las tesis del Movimiento Moderno sobre todo por un razonamiento teórico, y las obras realizadas con la aplicación de estas tesis presentan un carácter bastante doctrinal; pero, de hecho, durante este periodo, se establecen las premisas para los extraordinarios desarrollos que seguirán inmediatamente, cuando el housing británico se convierta en ejemplo para el mundo entero.