Págs. 247-675.“El espacio-tiempo en el arte, la arquitectura y la construcción”
Pág.471 Walter Gropius y la evolución alemana.
Alemania en el siglo XIX
Los métodos de producción manual están profundamente arraigados en el temperamento alemán.
Es difícil encontrar otro país europeo que se haya visto sometido a una secuencia tan rápida de desastres y éxitos como Alemania, encajada como está entre el este y el oeste. La elevada cultura de Alemania a finales del periodo gótico fue seguida por un lento declive. En el siglo XVII, la Guerra de los Treinta Años destruyó su potencial material y político durante más de un siglo. A comienzos del siglo XIX, Alemania en su conjunto se vio dominada por una deprimente política reaccionaria que quedó expresada en una implacable oposición a la libertad económica en el desarrollo del comercio y la industria.
La industrialización en Alemania. La libertad industrial, proclamada en Francia en 1791, no se adoptó en Prusia hasta 1846; y no llegó al sur de Alemania hasta 1862. En Inglaterra hubo una gran crisis durante la segunda década del siglo XIX como consecuencia del paso de la producción manual a la mecanizada. En Francia, en 1835 los tejedores manuales se declararon «en los últimos estertores de su agonía». El economista Gustav Schmoller indica que en Alemania ese periodo fue testigo de un incremento del porcentaje de trabajadores manuales y de una marcada tendencia hacia la producción por parte de pequeños artesanos.
En el siglo XIX, el número de hiladoras mecánicas de un país era un indicador preciso de su grado de industrialización. En el año 1865 había una única hiladora de esa clase en Alemania, por tres en Francia y ocho en Inglaterra. Otras ramas de la industria mostraban estados similares de desarrollo, incluidos los barcos de vapor y los ferrocarriles, que -como dice W.Sombart-, entraron en Alemania «apoyados en las muletas de la industria inglesa».
La industria norteamericana estaba sólo en las fases iniciales de su desarrollo en la primera mitad del siglo XIX. Pero -como indica la evolución posterior- había una diferencia fundamental entre los dos países: desde el principio, el espíritu norteamericano se orientó hacia la producción mecanizada.
Una impetuosa industrialización a partir de 1870. Pero hacia 1870 se produjo una rápida transformación que fue ganando velocidad continuamente. Alemania, el país del trabajador manual y el agricultor, avanzaba con el propósito de convertirse no sólo en un estado industrializado, sino en el líder de la eraindustrial.
Esa indiferencia inicial hacia la máquina y la fábrica, seguida por su precipitada aceptación, tuvo graves consecuencias humanas y psicológicas. La profunda incertidumbre que prevaleció durante ese periodo en Alemania se reflejó en su arquitectura. Otros países se estaban expandiendo, pero su arquitectura no muestra nada parecido a una pérdida de equilibrio interno y confusión con respecto a los principios fundamentales tan completa como la que se vio en Alemania. En este país no hubo nada que se asemejase al trabajo de WilliamMorris en Inglaterra durante la década de 1860, nada comparable a la Escuela de Chicago de los años 1880 ni al movimiento belga de los años 1890.