La Casa para Valeria Cirell fue construida en 1958 por Lina Bo Bardi. Se encuentra en un solar en esquina de 1600 m2. Aprovecha la pendiente del solar (15% aproximadamente), para darle privacidad a la vivienda. Para ello sitúa los volúmenes más cerrados en la parte más baja de la parcela, creando así un lugar más íntimo y abierto en el resto de la vivienda. Se trata de un conjunto de dos volúmenes paralelos, rodeados por "troncos" que sostienen la cubierta de la galería. Su forma evoca a un templo Griego. El aspecto que ofrece es bastante pesado y sólido.
El cuerpo principal tiene un perímetro cuadrado de 8x8m. El segundo es un prisma de 3,4x7,3m. Entre ellos hay un patio de 3x5m de base. Hay una piscina adyacente al volumen principal. Tiene pocas aberturas dispuestas alrededor del perímetro de la casa. Una técnica en la arquitectura de Bo Bardi es el situar las ventanas enfrentadas para crear directa continuidad entre el interior y el paisaje circundante.
Lina hace que la casa forme parte del entorno, mediante sus fachadas y los materiales que emplea. Le da importancia a la cultura y tradiciones del entorno. Construye la vivienda con las técnicas tradicionales en fábrica de ladrillo y estructura de madera. Exteriormente la reviste con elementos minerales y vegetales. A pesar de que sus fachadas no tengan nada que ver con las de la Casa de Vidrio, también tiene un sentido del mimetismo y privacidad análogo al de ésta.
La casa parece estar esculpida en la vegetación. La galería está cubierta por fibra vegetal, el techo por plantas. Todo se camufla en el paisaje. Las caras exteriores repiten el entorno haciéndose parte de él, pero sin quitarle a la vivienda su carácter de construcción artificial.
Ainhoa RUIZ ALFAGEME