pág. 90-91. "El único rascacielos que Eero Saarinen diseñó en su vida fue también uno de los últimos proyectos que inició personalmente. Su excelente equipo lo terminó. Las excavaciones en el terreno apenas habían comenzado cuando el arquitecto falleció.
Frank Stanton presidente de Columbia Broadcasting System, Inc. quiso realizar una construcción de mampostería para la sede central de la compañía. Deseaba obtener una imagen que diferenciara al edificio de sus alrededores, en los que las fahadas de paneles abundaban entre las nuevas construcciones de la América corporativa. El rascacielos de 38 pisos, ubicado en la calle 52 Oeste, bordeado por la Avenida de las Américas y la calle 53, se encontraba entre las estructuras de hormigón armado más altas de su época. Su ubicación privilegiada ofrecía una oportunidad de manifestar la seguridad de la arquitectura en sí misma.
El énfasis propuesto en la expresión vertical dintinguía este proyecto de otros de los alrededores. Es posible que la propuesta de Eliel Saarinen había presentado años antes al concurso del Chicago Tribune haya servido de referencia formal para el edificio de la CBS. El acento en la verticalidad era un denominador común a ambos. Las características columnas contínuas, cuyos perfiles rectangulares sobresalen en toda la altura del plano de la fachada, otorgan dramatismo a la perspectiva que disfrutan los visitantes al aproximarse desde la plaza hundida en el terreno, que está ubicada entre el inmueble y la acera.
Planificar un espacio público de este tipo, que devolvía parte del terreno a la ciudad, no era sólo una necesidad a causa de las nuevas leyes que obligaban a dividir Nueva York en sectores de diferentes funciones, sino también una forma de definir cómo los futuros usuarios percibían la monolítica torre. "Hay que conprender el edificio como totalidad", señaló el arquitecto.
Para Saarinen, este encargo representó una oportunidad para la polémica. "Muchos ejemplos de arquitectura moderna tienen un aspecto fútil", observó. El proyecto de CBS en cambio, estaba pensado para transmitir un mensaje de permanencia. Igual que muchos otros proyectos de Saarinen, es impresionante en términos numéricos. Cuenta con más de 74.000 metros cuadrados de superficie; casi cuatro toneladas de revestimiento de granito negro canadiense cubren en 75% del total de la fachada "una cantidad suficiente como para pavimentar un kilómetro y medio de la Quinta Avenida, como anotara Stanton. Para mantener el carácter oscuro del granito, se adoptó un innovador método de limpieza por abrasión térmica sometiéndolo a la acción de un chorro caliente compuesto por una mezcla de agua y abrasivos."
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