ZIMMERNAN, Claire., Mies van der Rohe 1886-1969. La estructura del espacio. Taschen. Colonia, 2006.
p.32 A principios de 1929, Mies participó en un concurso par transformar la Alexanderplatz teniendo en cuenta el tráfico de la zona. Ignorando de forma soberana las instrucciones del concurso, Mies creó un conjunto compuesto por varios edificios de oficinas y comercios, con alturas diferentes, ordenándolos de forma asimétrica hacia la plaza. Estos edificios revestidos de cristal, debían marcar, casi como objetos de arte, una de las plazas más concurridad de Berlín. Los edificios se alejaban del canto de la calle con lo que se ganaba un espacio público adicional. El mensaje era evidente; en este lugar tan central, la configuración del espacio urbano no debería estar dictada por las condiciones de tráfico, sino responder a las necesidades de una plaza pública.
Aunque los dibujos técnicos realizados para el concurso son, a lo sumo, de tipo esquemático, permiten reconocer que la realización de estos edificios sigue, sin duda, el modelo de los proyectos de Mies del año 1928, no realizados en Stuttgart para un banco y un edificio de oficinas, en los que la planta baja había de ser envuelta en cristal diáfano y los pisos superiores en cristal opaco. También existe un estrecho paralelismo con el proyecto de Mies para unos grandes almacenes en Berlin, encargado por Saul Adam, cuya construcción estaba prevista sobre un terreno situado en la Friedrichstrabe, que tampoco se llegó a materializar. La envoltura de vidrio para las fachadas proiporcionaba a los edificios la función de una "caja de luz" cuyo efecto había de desplegarse tanto hacia el interior como hacia el exterior. La superficie de cristal opaco debía sumergir los espacios interiores en un baño de luz espléndido y uniforme, y al mismo tiempo de iluminación de fondo para la publicidad instalada en el exterior, como se puede contemplar en una de las fotografías de la maqueta del edificio de Stuttgart.