Horatio West Court, fue la primera construcción de Santa Mónica en ser registrada en el National Register of Historic Places en 1977. El complejo cuenta con cuatro viviendas idénticas ubicadas sobre un eje que va al centro del terreno que funciona tanto para los peatones como para los vehículos. En su tiempo, ésta idea fue revolucionaria ya que no se había realizado algo similar. El arquitecto Irvin Gill utilizó el cubo y el arco como figuras básicas que dan forma a todos los espacios y crean una funcionalidad absoluta. Irvin Gill nació en Nueva York, pero se trasladó a Chicago para hacer colaboraciones con distintos arquitectos como lo fueron Adler & Sullivan, al igual que con Frank Lloyd Wright. Después por cuestiones de salud se mudó a San Diego para seguir diseñando. La claridad de la forma y la simplicidad de lo que significaban los edificios fue la filosofía de Gill y la aplicó totalmente en Horatio West Court. El driveway al centro dirige a los automóviles al final del terreno en donde se localizan los garajes, dejando libre el espacio para las viviendas y abre la posibilidad de desplazarse con tranquilidad en el complejo. Las viviendas se diseñaron por dentro y por fuera por Gill, son idénticas y funcionan paralelamente entre ellas. Los detalles son sutiles y optó por remover toda la decoración de los muros para dar una claridad muy bella y con colores que no te distrajeran de apreciar la estructura y los volúmenes. Todas las viviendas tienen un pequeño porche en el ingreso y son de dos niveles que están divididos entre áreas de día y de noche con las circulaciones verticales al centro. Tal y como se puede apreciar en las secciones, se hace notar un desnivel significativo en el terreno por lo que no todas las viviendas están emplazadas al mismo nivel, lo que permite jugar con las luces y las sombras, al igual que con las diferentes alturas. Sin saberlo, estos fueron los inicios de la arquitectura moderna y simple que después se fue desarrollando paralelamente en el resto del mundo. Horatio West Court es la culminación del trabajo de Gill, reúne todas las ideas con las que fue trabajando y perfeccionando a lo largo de su carrera profesional y deja en claro que buscaba formas simples, espacios eficientes y deseaba que fueran de bajo coste.
A pesar de todo esto, después de su lamentable muerte, muchas de sus obras fueron demolidas pero gracias a algunos seguidores de su trabajo, el complejo logró ser rescatado y restaurado hasta su actual estado.