CENICACELAYA, J. RUIZ DE AEL, M., SALOÑA, I.,El gusto neoclásico. Arquitectura del País Vasco y Navarra. Edit. Nerea. San Sebastián, 2014.
Págs. 41-57. "Los Arquillos y la Plaza de España de Vitoria-Gasteiz, son dos obras configuradas para un mismo marco urbano, que han recibido múltiples elogios por parte de la crítica especializada, subrayando el éxito de ambas intervenciones. La construcción años antes de la plaza neoclásica de Justo Antonio de Olaguibel, llevaba implícito el planteamiento de nuevos retos para la ciudad, como su futuro desarrollo urbano hacia el sur y la adaptación del espacio intermedio entre el núcleo medieval y el neoclásico. Los Arquillos vinieron a resolver el segundo de estos retos.
El proyecto ofrecía como solución la construcción de viviendas en ladera: dos pastillas alargadas de forma rectangular, unidas por una escalera en ángulo, que prolongan la transición entre las calles medievales a uno y otro lado de la ladera. Al igual que ocurre con la Plaza de España, la codificación marca la pauta de construcción de estas nuevas viviendas, estableciendo 23 puntos que tratan de funciones, huecos, rejas, tejados, buhardillas, techos de los soportales etc. en donde se utilizan los mismos materiales para dar unidad al conjunto. Se desarrolla así un magnífico telón de fondo a la plaza construida con anterioridad.
De Olaguibel partió la idea de realizar arquerias transitables en altura, a modo de stoas o galerías porticadas. No obstante en la realización de la obra otros nombres como Eustaquio Díaz de Güemes y Nicolás de Aramburu toman protagonismo en el proceso de construcción.
Los principios vitruvianos de firmeza, utilizad y hermosura, se hacen especialmente patentes en esta intervención. La solución fue ir bajando el desnivel existente (cerca de 22 m. de altura) por medio de plataformas horizontales unidas por escaleras, colocando un potente zócalo basamento para absorber la pendiente. En la parte superior se encuentran las viviendas y en la inferior comercios que ayudaron a resolver la aportación financiera de la obra. En el nivel intermedio, el gran acierto de colocar un paseo público de elegante utilidad con acceso a las viviendas . Problemas similares se plantearon unos años antes los hermanos Adam en sus elegantes Adelphi Terrace de Londres (1768-1772). No obstante el proyecto que estamos analizando, mucho más modesto, muestra cómo el neoclasicismo, también en obras menores y de extrema sencillez, conseguía resolver complejos problemas de expansión y ordenación urbana, con un resultado excelente.
Los Arquillos se extienden por la trasera del Ayuntamiento, formando dos tramos diferenciados. El primero de ellos en pendiente tiene la denominación de los Arquillos del Juicio y fue ejecutado entre 1878 y 1792, y el segundo con la denominación de Arquillos del Ala o de San Miguel, cuyas obras se comienzan en 1796 como continuación de los anteriores, fueron más problemáticos de construir debido al desnivel existente. El proyecto tiene más complejidad de lo que aparentemente manifiesta. A la pendiente antes citada, hay que añadir la importante función que esta construcción desempeña como contención de tierras. Función que no se encuentra visible a los ojos, pero que se puede apreciar en las escondidas "covachas" traseras que conforman el suelo de la Plaza del Machete. Se trata de una serie de espacios abovedados (bóvedas de cañón) de mampostería y sillería que funcionan actualmente como almacenes para las tiendas colocadas en la parte baja. Estas covachas suponen un aligeramiento de la masa de tierras y una consolidación del terreno que contrarresta la fuerza ejerciza por la misma".