pág.79-80. "Puesto que la típica colección de libros de los monasterios medievales constaba de entre 50 y 500 códices, su custodia no requería demasiado espacio. La mayoría de las colecciones se guardaban bajo llave en arcones parecidos a los que aún hoy en día se usa para guardar la ropa de cama y las toallas. Un buen exponente de esta forma de depósito lo encontramos en el Merton College de Oxford... El arcón en cuestión presenta todas las características que cabría esperar; su construcción es robusta, tiene patas para evitar el contacto con la humedad del suelo, y lleva instalada un par de firmes cerraduras. En su interior, los valiosos volúmenes se envolvían en mantas para protegerlos sin necesidad de ser trasladados. Los arcones podían disponer de aros de metal para insertar en ellos unas barras de forma que pudieran ser transportados por cuatro hombres, uno a cada esquina. Muchos inventarios aluden a este tipo de arcones que sirvieron para guardar libros hasta bien entrado el siglo XVI. Los arcones no necesitaban de una estancia especial… aunque en las casas pudientes solían guardarse en la misma habitación donde se custodiaban documentos y bienes de valor, junto a una mesa para consultar libros.Este tipo de espacios aún se conserva en algunos de los colegios más antiguos de Oxford y Cambridge, y el ejemplo del Merton College resulta especialmente notable."
pág.19-20. "Suele resultar difícil determinar las intenciones de quienes diseñan las bibliotecas, que además nunca son obra exclusiva de un sólo individuo. Desde el primer momento suele contarse con la participación de algún mecenas. Así por ejemplo, la forma de la biblioteca del Merton Colege, en Oxford, la concibió al parecer Henry Savile, amigo íntimo de Thomas Bodley, el fundador de la biblioteca Bodleiana. Ninguno de estos dos poseía formación académica en el campo del diseño arquitectónico"....
pág.113-114. "La historia del desarrollo de la biblioteca organizada en torno a estanterias-pupitre sigue sin conocerse con exactitud, pero seguramente se inicia con Henry Savile en el Merton College de Oxford durante los años ochenta del siglo XVI. Savile era una persona extraordinariamente bien relacionada que terminó dirigiendo el Merton College gracias a la mediación directa de la propia reina de Inglaterra. También mantuvo una estrecha amistad con el fundador de la biblioteca Bodleiana, Thomas Bodley, y viajó por buena parte de Europa. Entre 1575 y 1589, Savile introdujo una serie de cambios en la Biblioteca Colegial de Merton, una institución a la que estuvo vinculado como académico desde 1565. Consiguió una dotación económica, instituyó el cargo de bibliotecario y transformó el extremo oriental de la biblioteca, que pasó del sistema de los atriles al de las estanterías pupitre. Dichas estanterías, permanecen hoy en día en su lugar, con lo que las innovaciones aportadas por Savile resultan claramente visibles. Se conservaron los bancos del amueblamiento anterior, pero los escritorios fueron sustituidos por estanterías independientes cuya altura era superior a la de una persona y que se empleaba para dividir el espacio en sucesivas naves o compartimentos: un significado que también recoge el término stall con el que se ha asignado en inglés este modelo. Originariamente los libros que estaban encadenados y colocados en las estanterias con los lomos hacia dentro, iban sujetos a unas barras que discurrían paralelas al borde anterior de cada estante. Se leían en un escritorio que sobresalía a la altura correcta por cada lado y que en su parte posterior tenía una ranura por la cual se metían las cadenas, de forma que no molestaran durante la lectura. El peso de los cuatro estantes situados por encima del escritorio era demasiado grande como para que descansara únicamente sobre los extremos de la estantería, por lo que fue necesario añadir un montaje vertical intermedio que dividía el conjunro en dos.
No está claro que Savile inventara esta nueva organización o si, por el contrario, la copió de alguna otra biblioteca donde la había visto anteriormente. Las similitudes con la disposición del espacio en Leiden resultan evidentes. También es posible que la inspiración la encontrara más cerca de casa. Los registros del New College oxoniense sugieren que unos años antes se habían practicado importantes modificaciones en el mobiliario de su biblioteca, si bien se desconocen los detalles de esta intervención. Fuera cual fuera su origen, el sistema de Savile se adoptó con rapidez. Tanto Savile como Bodley participaron en las reformas de la biblioteca que posteriormente se denominaría Bodleiana. Algunas de estas modificaciones se abordarán en el capítulo siguiente, pero entre ellas se encuentra la reconfiguración de la Biblioteca del duque Hunfredo.
pág.114."La Biblioteca del duque Hunfredo en Oxford. Hunfredo de Lancaster primer duque de Gloucester (1390-1447), fue un hermano menor de Enrique V. Aunque al parecer no sabía leer griego ni latín, era un entusiasta defensor del humanismo. Empleó a secretarios cultivados, apoyó a los escritores humanistas y se dedicó a coleccionar manuscritos. Pero fue la donación de libros a la Universidad de Oxford (129 en 1439 y 134 en 1444) lo que cimentó su reputación. Para custodiar dichos libros tuvo que construir una nueva biblioteca encima de la Escuela de Teología. Concluido en 1480 el nuevo recinto era naturalmente una biblioteca de atriles. Sus contenidos, como el de tantos otros espacios similares, fueron confiscados por los comisarios del rey en 1550, mientras que el mobiliario fue retirado por la propia universidad en 1556. De ahí que se encontrara en un estado de lamentable abandono antes de que Bodley volviera a equiparla en 1598.
El reacondicionamiento de la Biblioteca del duque Hunfredo (Humfrey o Humphrey en inglés) por parte de Thomas Bodley y la intervención de Savile en Merton revelan un inconveniente del modelo de biblioteca compartimentada por estanterías-pupitre. La biblioteca de atriles inglesa solía incluir pares de ventanales góticos entre un atril y otro. Estas "se hubicaban a escasa altura, cerca de los pupitres de debían iluminar. Como los propios atriles eran bajos, la luz se derramaba por encima de ellos e iluminaba de forma homogénea el conjunto de la estancia. Cuando Bodley sustituyó los atriles por estanterías de cierta altura, la iluminación se empobreció. Los ventanales bajos seguían iluminando los pupitres, pero las altas estanterías de cada compartimento impedían que la luz pasara al compartimento contiguo o al centro de la estancia. En Merton College el problema era tan acusado que se adoptó la medida radical de construir enormes ventanas abuardilladas para iluminar el espacio central. Sin embargo, el techo bajo de la biblioteca del duque de Hunfredo impedía la ejecución de una obra similar. El resultado es que, la iluminación precedente de las ventanas resulta más o menos adecuada en los escritorios, el conjunto del recinto es increiblemente oscuro; un problema de todas las bibliotecas de este modelo compartimentado que, como veremos, no se resolvería hasta una fase posterior, ya en el siglo XVII.
Las estanterías pupitre de Merton presentan baldas bajo los escritorios, pero se trata de añadidos posteriores. Como los libros estaban encadenados en los estantes, de donde habia que bajarlos hasta la superficie de lectura, los volúmenes debían guardarse por encima de esta última. El espacio debajo de los pupitres estaba abierto en un principio, con lo que los lectores podían colocar allí los pies. Esta característica se puede apreciar hoy en día, tras la oportuna restauración, en la biblioteca del duque Hunfredo...."
" La biblioteca del Duque Hunfredo. 1598. Oxford. Esta sala que en la actualidad es parte de la biblioteca Bodleiana, data de finales del siglo XV. En un principio estuvo amueblada como biblioteca de atriles: las marcas dejadas por aquellos atriles, se descubrieron durante una reforma reciente. Estos fueron eliminados cuando se retiraron los libros a mediados del siglo XVI. El mobiliario actual lo instaló en 1598 Thomas Bodley, quien transformó la biblioteca en uno de los primeros exponentes del sistema de estanterías-pupitre. La colocación de las grandes librerías verticales en un espacio en el que las ventanas eran relativamente pequeñas y bajas oscureció bastante la parte central de la estancia. Originariamente los libros estaban encadenados. La ranura que hay en la parte posterior de cada pupitre pemitía que las cadenas colgaran sin molestar cuando se estaban consultando los libros; las cadenas iban sujetas a una barra que discurría paralela al borde delantero de los estantes."