Págs.23-25. "En 1913 y gracias a la mediación de su protector Karl-Ernst Osthaus, se le encargó a W. Gropius para 1914 la construcción de un edificio ejemplar que uniese las funciones de fábrica y oficinas, con motivo de la gran exposición del Deutscher Werkbund en Colonia. Por un lado erigió uno de los mayores complejos construidos de la exposición, que debía ser una "muestra de los logros de la fabricación industrial y artesanal" y por otro lado, la exposición se convertiría en un foro que le garantizaría un protagonismo muy rentable. Al mismo tiempo la exposición de Colonia era la primera gran presentación de ideas y objetivos del Deutscher Werkbund. Esta organización fundada en 1907, estaba formada por un grupo de arquitectos, artesanos y empresarios, y tenía el objetivo de conseguir una mejora de la calidad en la producción industrial a fin de lograr con ella una optimización funcional y estética de los productos de la industria alemana orientada al mercado internacional. Junto al edificio de Gropius, que se había incorporado a la Werkbund en 1919, se situaron obras de otros de sus miembros, como el teatro de Henry van de Velde, el pabellón austriaco de Josef Hoffmann o el mágico pabellón de cristal de Bruno Taut, que se hizo famosos en la exposición de Colonia. Pero la exposición ofrecía también un marco para la controvertida cuestión de la postura que debía adoptar el Deutscher Werkbund respecto a la relación entre la producción industrial y el diseño individual artístico. Entre la tipificación defendida por H. Muthesius y el individualismo defendido por Henry Van de Velde.
En el pabellón expositivo de Gropius podemos ven en parte este debate entre las dos posturas antes citadas. Su complejo representivo, unía la monumentalidad con los motivos típicos de la arquitectura del Movimiento Moderno arquitectónico, mediante la disposición de cada uno de los componentes constructivos y, sobre todo, por el diseño de las fachadas. Tal y como Gropius había proclamado ya en su conferencia Monumentale Kunst und industiebau (Arte Monumental y construcción industrial) de 1911, el complejo de Colonia se caracterizaba tanto por la clara disposición de cada uno de los elementos, como por la secuencia y serialidad. En efecto, la construcción simétrica, compuesta por los edificios de entrada y de oficinas así como por la nave de máquinas trasera, presentaba una articulación aditiva de diversos cuerpos constructivos, unos paños ciegos de ladrillo y unas superficies vidriadas claramente separadas entre sí, así como una entrada con carácter de pórtico que recordaban las construcciones representativas antiguas. A todo ello se unía por un lado, reminiscencias de la influencia de Behrens y, por otro, una especie de recuerdo a Frank Llpoyd Wright en la forma cúbica , la diferenciación entre materiales y el equilibrio entre elementos de soporte y carga típicos del arquitecto americano antes de la I Guerra Mundial. Pero también las cajas de escaleras en las esquinas del edificio, totalmente acristaladas, y el muro cortina del lado del patio de entrada del edificio de oficinas acentuaban claramente rasgos de una estética constructiva moderna de la que ya estaba impregnada la fábrica Faugus. Esta monumentalidad de la construcción se extendía también a la nave de las máquinas, cuya estructura de cubierta no estaba completamente acristalada. De frente se cerraba parcialmente con un muro que bordeaba el hastial, generando un gran contraste entre superficies y materiales, confiriendo a la construcción una fuerte corporeidad. Los numerosos murales y las esculturas de Georg Kolbe, Richard Sheibe o Gerhard Marck dispuestos dentro o en las inmediaciones del edificio de oficinas, subrayan las enormes ambiciones artísticas de la fábrica modelo.
El pabellón de cristal de la Deuter Gasmotorenfabrik, también proyectado por el estudio de Gropius y lindante con el citado complejo fabril, presentaba una síntesis similar de monumentalidad y estética constructiva.
Una vez finalizada la exposición el complejo se conservó pero fue demolido tras la I Guerra Mundial. Aunque la historiografía del Movimiento Moderno ha tratado el complejo de Colonia con más reservas que la fábrica de Fagus (posiblemente por su representativa monumentalidad), el primero constituye un claro ejemplo de la búsqueda de Gropius de una síntesis de funcionalidad acorde con los requerimientos, sinceridad constructiva, grandeza y monumentalidad."