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Grosse Schauspielhaus

Sala de espectáculos
  • 1919 - 1921
  •  
  • HITZIG, Friedrich
  • POELZIG, Hans
  •  
  • Berlín
  • Alemania
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FUSCO Renato de ., Historia de la arquitectura Contemporánea. Ed. Celeste. Madrid,1992.


Págs.205-261.“La vanguardia figurativa” 


La vanguardia arquitectónica y la arquitectura del expresionismo. En el siguiente capítulo volveremos sobre la génesis del racionalismo para afrontar aquí el tema de la verdadera y propia arquitectura del expresionismo. En rigor, las obras que pueden clasificarse como tal con seguridad son pocas: el Grosses Schauspielhaus, realizado por Hans Poelzig, en 1919, en Berlín; las oficinas de la Höchst Farbwerke, de Behrens, en Frankfurt (1920-24); la Einsteinturm, de Mendelsohn, en Potsdam; el Monumento a los Caídos de Marzo, en Weimar, de Gropius, de 1921; la fábrica de sombreros Steinberg, en Luckenwalde (1921-23), del mismo Mendelsohn; el palacio de oficinas llamado Chilehaus, de Hamburgo, realizado por Fritz Höger en 1923; el segundo Goetheaneum, de Dornach, proyectado en 1923 por Rudolf Steiner; los almacenes Schocken, en Stuttgart, de Mendelsohn, del '26, etcétera.


 Este grupo de obras presenta aparentemente pocas características invariantes, de ahí la tesis que sostiene más de un autor de que no ha habido una arquitectura expresionista propiamente dicha. Por el contrario, además de reconocer las constantes el uso del hormigón armado aprovechando todas sus posibilidades plásticas, la adopción del vidrio independientemente de su propiedad física de transparencia, la insistencia en las líneas cóncavo-convexas y en cualquier caso irregulares, la ruptura con la estereometría pura tan recurrente en el protorracionalismo, el gusto por el detalle, la intención de fundir orgánicamente el edificio con su entorno más inmediato, etc.- podríamos encontrar otros vínculos entre las obras citadas, como, por ejemplo, el motivo tan empleado de las franjas de ventanas que construye Hans Poelzig en 1910 en Breslavia, retomado más tarde por Mendelsohn, o la frecuente solución de esquina con curvas de amplio radio que adopta también el propio Mendelsohn, que continúa siendo el arquitecto expresionista más significativo.


 En la limitación de nuestro discurso no nos detendremos más en este tipo de análisis, reduciéndonos a observar que las pocas construcciones a que hemos aludido presentan una contextualidad y un sentido explicito que se inserta en el conjunto de las imágenes producidas por la vanguardia. Engarzados en los dibujos de la Gläserne Kette, los edificios referidos configuran un conjunto orgánico que legitima sin dudas la existencia de una arquitectura expresionista. Por lo demás, la misma obra maestra de Mendelsohn y de toda la escuela, la Einsteinturm, encuentra su ratificación más amplia, convirtiéndose sin más en el emblema de un estilo, cuando la relacionamos con la vasta colección de dibujos que realizó el autor desde 1914 a 1923.


 Pero la mejor prueba de que el expresionismo se manifiesta también en la arquitectura es el hecho de que, como ya hemos mencionado, la evolución de esta tendencia sobrepasó el período de la primera postguerra, acompañando y corrigiendo toda la producción racionalista y orgánica. Como observa Zevi, «el expresionismo es un componente permanente de la arquitectura moderna, desaparece y vuelve a surgir continuamente en la evolución histórica y en la vida de cada arquitecto. Nace mucho antes de los célebres dibujos de Erich Mendelsohn y de su torre de Einstein: basta pensar en Antonio Gaudí. Y emerge de nuevo cuando todos han decretado su muerte: recordemos la Chapelle de Romchamp, de Le Corbusier. Sufren experiencias expresionistas Wright, Mies van der Rohe, Gropius; para Wright serán siempre fundamentales (...). Pero el fenómeno es mucho más amplio y complejo: para superar la hibernación racionalista y el conformismo académico que le sucede, se recurre necesariamente al expresionismo"


 El caso más palpable de la actualidad de esta orientación arquitectónica nos lo ofrece Hans Scharoun, el arquitecto que permaneció fiel al expresionismo durante toda su vida, que en esta segunda postguerra, con la unidad de habitación «Romeo y Julieta», de 1959, y sobre todo con la Philarmonie de Berlín, terminada en 1963, ha creado las obras más significativas de los últimos años.


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PEEL L, POWELL P, GARRET A., Introducción a la Arquitectura del siglo XX. CEAC. Barcelona, 1990.


Págs.40-41“Expresionismo”


Uno de los mejores ejemplos de arquitectura expresionista que se construyeron era la remodelación de Hans Poelzig del Grosses Schauspielhaus en Berlín para el director de teatro Max Reinhardt, en 1919. Se trataba de un auditorio de 5.000 asientos festoneados de estalactitas como una enorme cueva. Los carámbanos colgantes eran adornados con reflectores que, accionados antes de la representación, estaban ingeniosamente pensados para que transportasen al público a un mundo de ensueño.


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PEVSNER, N.,  Pioneros del diseño moderno, desde W. Morris hasta W. Gropius. Edit. Infinito. Buenos Aires, 2003


Págs. 161-186 La inventiva y la vena de fantasía en estos edificios, hizo de Poelzig el dirigente del Expresionismo arquitectónico alemán durante los primeros años posteriores a la Primera Guerra Mundial, cuando este estilo desenfrenado culminara en pintura, escultura y también arquitectura. Su Grosses Schauspielhaus es de 1919.


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RIVERA,D.,La otra arquitectura moderna. Expresionistas, metafísicos y clasicistas.1910-1950.


Reverté. Barcelona, 2017.


Págs. 220-365."El optimismo del Art Déco". Muchos de los rasgos básicos del Art Déco habían sido anticipados por algunos movimientos anteriores, especialmente la Seccesión vienesa, la Escuela de Amsterdan y el expresionismo del norte de Europa. Los planos nítidamente recortados, las cuñas , el zigzag, los tonos oscuros y la combinación de materiales suntuosos aparecen sucesivamente en el Palais Stoclet de Josef Hofmann (1905-1911), en la Scheepvaarthuis de Johan van der Mey (1912-16) o en la Grundtvigs Kirke de P.V. Jensen-Klint (1913-26), mientras que las ondas radiantes y la luz difusa y escondida, formaban parte de la Grosse Shauspielhaus construida por Hans Poelzig (1919). Pero un auténtico edificio art déco no se confunde con estos precedentes, sobre todo en los Estados Unidos, donde el estilo alcanzó su madurez más completa, y donde sería la tendencia dominante durante al menos veinte años.


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FRAMPTON Kenneth.,  Historia crítica de la  Arquitectura Moderna. Gustavo Gili. Barcelona, 1987.  


Pág.118-124.La Cadema de Cristal. El Expresionismo arquitectónico europeo. 1910-1925 ” 


Paradójicamente, no fue Taut, sino Hans Poelzig, quien hizo realidad la imagen por excelencia de la cristalina ‘corona de la ciudad’. La Grosse Schauspielhaus, la sala de espectáculos de 5.000 plazas que diseñó Max Reinhardten Berlín en 1919, con su centelleante y luminosa disolución de la forma y el espacio, se aproximaba más a Scheerbart que cualquiera de las realizaciones de Taut en la posguerra. Sobre su fantástico interior plagado de estalactitas, Wassili Luckhardt escribía: “El interior de la gran cúpula está adornado con multitud de piezas colgantes a las que la concavidad de la bóveda a la que están sujetas proporciona un movimiento levemente curvo que, especialmente cuando la luz se proyecta sobre los diminutos reflectores situados en las puntas, se crea la impresión de cierta disolución e infinitud”.


 

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