págs.23-25 La doble vivienda diseñada en 1923 para raoul La Roche y Albert Jeanneret en AUteuil, a las afueras de Paris, marca un hito en la reflexión arquitectónica de Le Corbusier, muy atento a los enfoues de los vanguardistas europeos. Los primeros proyectos, en un terreno situado en un barrio burgués, que entonces aún poseía un ambiente de pueblo, era una mera especulación inmobiliaria, al igual que tantos proyectos menores en los que trabaja Le Corbusier en Paris. Al final sale adelante un proyecto más modesto, por lo que se desechan los bosquejos simétricos del principio. En efecto este proyecto marca el inicio del interés de Le Corbusier por las investigaciones de sus contemporáneos europeos. A pesar de que a partir de ahora será hostil a numerosas investigaciones alemanas, defiende la Bauhaus de Weimar en el momento en que es cerrada. Sin embargo, todavía es poco sensible a los matices dentro del movimiento de la vanguardia rusa, a pesar de su correspondencia con Ehrenburg y El Lissitzky.
No obstante, reacciona con entusiasmo al ver las maquetas de Theo van Doesburg y Cornelis van Eesteren, unos "arquitectos del grupo Se Stijl", expuestas en la galería de "L´Effort moderne" en Paris en octubre de 1923, tanto que revisa los principios en que se había basado hasta entonces para diseñar las habitaciones. En vista de sus "contraposiciones", modifica el proyecto de La Roche-Jeanneret y sustituye las pequeñas ventanas abiertas en las paredes por grandes superficies acristaladas. La casa se convierte en un ensamble de grandes placas planas, de mampostería o acristaladas, donde las aperturas convencionales coinciden ahora con los artistas. Su arquitectura sugiere una ruptura con todos los lenguajes anteriore que fijan el estereotipo de casa.
Así mismo, la serie de espacios interiores de Casa La Roche, que culmina con la rampa de la galería de pinturas, se ordena como un "paseo arquitectónico". Le Corbusier lleva a cabo aquí por primera vez un concepto inspirado en el estudio de la Acrópolis de Atenas: un teatro para procesiones, como lo había propuesto Auguste Choisy en "Histoire de l´Architecture" a finales del siglo XIX. Un recorrido encadena las vistas que se ofrecen de forma alternativa en tres niveles: hacia arriba, horizontalmente y hacia abajo. Cuando se sube la escalera desde la entrada, se descubre la amplitud del vestíbulo y aparece su relación con el comedor. A la altura de la copa de los árboles - la casa se ubicó respetando los árboles allí existentes - el paseo conduce a la galería de pintura, cuya pared curva soporta una rampa que lleva a "la terraza jardín". La galería ofrece un marco luminoso a los cuadros cubistas y puristas adquiridos por Le Corbusier y Ozenfant por encargo de Raoul La Roche.
Con las nuevas modalidades del trabajo formal exploradas en esta casa, Le Corbusier abandona el racionalismo constructivo de Auguste Perret, todavía presente en la casa "Dom-ino" y aborda sin prejuicios el despliegue de superficies desprovistas de funciones estructurales. La aparente irregularidad de la casa se justifica por el hecho de que "al surgir cada órgano al lado de su vecino, siguiendo una razón orgánica, el interior campa a sus anchas y define el exterior que adopta todo tipo de salientes". Este modo de composición deductiva, donde el plano es un "generador" que define todos los volúmenes de la casa, reproduce el enfoque de los racionalistas franceses de finales del XIX. Sin embargo la presencia de un principio formal que crea relaciones entre los distintos elementos del edificio modera esta irregularidad. Mientras que se dise sobre la base del núñan y se unen nuevos espacios en el interior, las proporciones de los volúmenes y las aperturas externas se definen por un" trazo regulador" sobre la base del número aúreo y prescribe las medidas y el emplazamiento de cada elemento."
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Págs. 163 - 181.“La búsqueda de la forma ideal por parte de Le Corbusier”
Sólo en 1924 consiguió Le Corbusier encontrar a alguien dispuesto a llevar a cabo sus ideas de casas producidas en serie a gran escala, pues fue entonces cuando convenció a un excéntrico industrial de Burdeos, Henri Frugés, de que construyese casas para sus trabajadores en Pessac según las directrices de la Citrohan. Pese a los aumentos de costes y a cierta experimentación errática con las técnicas del hormigón 'a pistola', parte de esta ciudad jardín suburbana se llegó a construir. Los muros lisos de las casas cúbicas se pintaron en una rica gama de atrevidos verdes, azules y marrones, además del blanco. En la Francia de la década de 1920 (a diferencia de la Alemania de la República de Weimar), había relativamente pocas oportunidades para la vivienda pública, por lo que el arquitecto hubo de contentarse con transformar su prototipo como lo permitían las circunstancias. Puesto que sus clientes solían provenir de ese sector de la sociedad parisiense que Wyndham Lewis llamó acertadamente `la bohemia de clase media alta', Le Corbusier tuvo que renunciar a su ambición de efectuar una transformación importante del entorno moderno y contentarse con proyectar elegantes demostraciones de sus principios generales en pequeñas parcelas suburbanas alrededor de París.
Así, entre 1920 y 1924 le encontramos construyendo casas o estudios para su amigo Ozenfant , para el escultor Lipchitz, y para el banquero suizo y coleccionista de pinturas Raoul La Roche . En estos experimentos iniciales, Le Corbusier desarrolló una técnica para sacar las cosas de su contexto habitual y establecer para ellas nueva vibraciones de significado. Así, por ejemplo, las ventanas fabriles o los lucernarios industriales en diente de sierra se incrustaron repentinamente en el escenario doméstico. Las viviendas cúbicas y encaladas, con cubiertas planas y terrazas que evocaban lejanos ecos mediterráneos, se encontraban ahora en París . Los salones, las cocinas y los dormitorios presentaban nuevas e inesperadas relaciones, a menudo en plantas que habitualmente no estaban reservadas para ellas. Podría decirse que esta técnica de 'perturbación' se usaba para forzar el rechazo de los viejos hábitos y las costumbres trasnochadas.
En la Francia de la década de 1920 (a diferencia de la Alemania de la República de Weimar), había relativamente pocas oportunidades para la vivienda pública, por lo que el arquitecto hubo de contentarse con transformar su prototipo como lo permitían las circunstancias. Puesto que sus clientes solían provenir de ese sector de la sociedad parisiense que Wyndham Lewis llamó acertadamente “la bohemia de clase media alta”. Le Corbusier tuvo que renunciar a su ambición de efectuar una transformación importante del entrono moderno y concentrarse con proyectar elegantes transformaciones de sus principios generales en pequeñas parcelas suburbanas alrededor de Paris. Así entre 1920 y 1924 le encontramos construyendo casas o estudios para su amigo Ozenfant, para el escultor Lipchitz, y para el banquero suizo y coleccionista de pinturas Raoul La Roche. En estos experimentos iniciales Le Corbusier desarrolló una técnica para sacar las cosas de su contexto habitual y establecer para ellas nuevas vibraciones de significado. Así, por ejemplo, las ventanas fabriles o los lucernarios industriales en diente de sierra se incrustaron repentinamente en el escenario doméstico. Las viviendas cúbicas y encaladas, con cubiertas planas y terrazas que evocaban lejanos ecos mediterráneos, se encontraban ahora en Paris. Los salones, las cocinas, los dormitorios presentaban nuevas e inesperadas relaciones, a menudo en plantas que habitualmente no estaban reservadas para ellas. Podrían decirse que esta técnica de “perturbación” se usaba para forzar el rechazo de los viejos hábitos y las costumbres trasnochadas.
La casa La Roche/Jeanneret fue proyectada en 1923, justo cuando las ideas arquitectónicas de Le Corbusier estaban empezando a cristalizar; se levanta al final de un fondo de saco en el 16" arrondissement y su planta en forma de L se ajusta a dos de los lados del solar oblongo. En realidad son dos casas unidas (tina para La Roche y la otra para el hermano de Le Corbusier , Albert, y su cuñada, Lotti Raaf) y uno de los principales problemas del encargo era unificar las exigencias de los parientes de Le Corbusie - que estaban recién casados y querían una casa compacta - con las de un coleccionista soltero que quería usar su vivienda para exhibir sus soberbias obras de arte puristas y cubistas. Los volúmenes principales de la casa son, en primer lugar, el largo prisma que contiene la vivienda de Jeanneret y las zonas privadas de La Roche , y, en segundo lugar, un elemento curvo que se alza libre por encima del terreno sobre esbeltos pilotis y que contiene un estudio que de hecho es un espacio de exposición para las pinturas de La Roche . Entre esos dos volúmenes está el vestíbulo de entrada a la casa La Roche , usado también como espacio de exposición. Éste tiene tres alturas y en el penetran balcones volados y una especie de puente que corre justamente tras los cristales y que proporciona una serie de puntos de vista elevados, lo que trae a la mente la cubierta de un transatlántico ilustrado en Hacia una arquitectura con el pie: A los arquitectos. Obsérvese el valor del largo paseo, el volumen satisfactorio e interesante, la unidad de materiales, la hermosa combinación de los elementos de construcción sanamente expuestos y ensamblados con unidad.
Las venana están enrasadas con el plano de la fachada de modo que el efecto es el de una gina piel que envuelve con tersura la secuencia de espacios interiores. ëstos tienen las pocas superficies y las parades despejadas pintadas de blanco, verde o marrón. El solapamiento de plano y las superficies transparentes de vidrio recuerdan las análogas cualidades de intrepretación de las pinturas puristas. Pero también existe una relación con el tema del Purismo, puesto que los accesorios de la casa (radiadores, bombillas a la vista, sencillas sillas Thonet, picaportes depuertas y ventanas metálicas) son obviamente de procedencia undustrial. Al igual que las botellas y las partes de las máquinas en los cuadros, se trata de objets-types; objetos que "tienden hacia un tipo que viene determinado por la evolución de las formas entre el ideal de máxima utilidad y las necesidades de la fabricación oconómica". Aquí había implícita cierta retórica, dado que las principales carpinterías de las venanas hubieron de realizarse expresamente para que pareciese de origen fabril y producidas en serie.
Los esacio de la casa Roche se han enlazado ingeniosamente en una secuencia para permitir la epliración gradual del interior. Le Corbusier bautizó ese recorrido como promenade architecturales o "paseo arquitectónico"; y criticaba las figuras en estrella y los ejesd e la planta de La Écoles des Beaux Arts, porque ran meros trazados sobre el papel; una buena planta debería contener "una cantidad enorme de ideas y una intención motriz" y debería proyectar los volúmenes en el espacio enuna jerarquía ordenada de índole más sutil, teniendo en cuenta el emplazamiento, el juego de la luz, y la revelación gradual de la forma y la idea del edificio a lo largo del tiempo. A medida que se atraviesa el volumen triple de la Casa Roche, se empiezan a captar las intenciones de Le Corbusier. Los elementos pasan imperceptiblemente a formar nuevas relaciones, y el interior y el exterior quedan momentáneamente fundidos; se vislumbra la blanca pared exterior del estudio curvo salpicada de sombras. yuxtapuesta a las paredes interiores de carácter análogo. El paseo continúa después alrededor de este volumen curvo y sube hasta el nivel superior de la casa pro medio de una rampa curva ajustada al perfil de la pared. Se vuelve así al punto de partida, se ven las valconadas que se cruzan por debajo y se aparece enla terraza de la azotea, que recuerda inmediatamente la cubierta de un barco; allí se crea un pequeño jardín, formado por plantas de hoja perenne al nivel de los tejados circundantes.
También se saca mucho partido de la idea de un edificio entendido como un objeto suspendido en el espacio, especialmente en el ala de estudio. Las superficies curvas en la lu contrastan fuertemente con el vacio de sombra interior, y en el centro se alza un único piloti cilíndrico retranquedo bajo el forjado; éste se encuentra en el eje de l larga calle de acceso y se ve contra el fondo de unmuro cubierto de hiedra que delimita el solar. En efecto, el ala del estudio era una muestra de doctrina urbanistica, pues ya formaba parte del pensamiento de Le Corbusier la idea de que toda la ciudad moderna debería estar lavantada una planta, dejando libre el terreno para la circulación de los coches. Las ventanas corridas horizontales y los muros planos de la casa La Roche /Jeanneret contribuyen a generar una sensación de ingravided (precisamente la clase de ilusión elogiada por los artistas De Stijl) y el volumen curvo del ala del estudio en particular parece flotar en el aire. Si hay ciertas analogías con los planos entrecruzados de la casa Schröder, por ejemplo, han de encontrarse en el volumen triple del vestíbulo de entrada, donde unas superficies blancas y de colores singrosos aparente se deslizan unas sobre otras enun juego de ambiguedades y transparencias. Pero el edificio de Le Corbusier contiene también sus ecos ocultos del pasado. Poco después de su terminación, el arquitecto escribía: "Aquí, sacados a la luz ante nuestros ojos modernos, hay hechos arquitectónicos de la historia".
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