Págs. 186-302. La evolución de las nuevas posibilidades.
pág.259. Las grandes exposiciones.
Las exposiciones. En la segunda mitad del siglo XIX, con la industria en su mayor expansión, las exposiciones industriales proporcionaron las mejores oportunidades a la arquitectura verdaderamente creativa. Hacia finales del siglo -cuando la industria ya había llegado a tomarse como algo completamente normal y ya no se consideraba algo nuevo y maravilloso- esas exposiciones perdieron su fuerza creativa. Entretanto habían surgido nuevos problemas que exigen nuevas soluciones.
Facilitar la comparación de productos. Las exposiciones nacieron casi al mismo tiempo que la industria moderna; aparecieron cuando se hizo patente el paso del trabajo manual a la producción mecánica. Durante todo este periodo, personas de muchos países trabajaron febrilmente para inventar nuevas máquinas y nuevos procesos. Los propósitos principales de las exposiciones iniciales eran reunir los resultados de este trabajo, presentar los nuevos descubrimientos unos junto a otros, y facilitar así su comparación y su adopción. El desarrollo de la industria en todas sus ramas se aceleró gracias a estas exposiciones, en las que estaba representada cada una de las esferas de la actividad humana: se exhibían los utensilios, métodos y productos de las minas, las factorías, los talleres mecánicos y las granjas, junto con obras artísticas y trabajos de artes aplicadas.
La exposición industrial encarnaba una síntesis de las intenciones aún no formuladas del siglo XIX; y pronosticaba la transformación que iba a tener lugar en el hombre y también en la industria, en los sentimientos humanos y también en su entorno. Las exposiciones eran parte del avance de la industria, y estaban estrechamente ligadas a su destino.
Dos períodos en la historia de las exposiciones. La historia de las exposiciones se divide en dos periodos. El primero de ellos se abre y se cierra en París; comienza con la primera exposición internacional que se celebró (la de 1798) y termina con la exposición de Paris de 1849. Las exposiciones de este período inicial fueron posibles gracias al desmantelamiento de los gremios 1791, y todas nacieron un carácter puramente nacional
El primer período, exposiciones nacionales. Paris, 1798. La Première exposition des produits de l' industrie abrió sus puertas en el Champ de Mars de París en septiembre de 1798. Con ella se inauguró un movimiento expositivo que llevaría a algunos de los más extraordinarios logros del siglo XIX. El comienzo de París en 1798 fue muy modesto. Se presentaron algunos artículos de lujo, pero el precedente de casi todas las exposiciones futuras lo estableció la posición central otorgada a los artículos de uso cotidiano: relojes, papeles pintados, telas o hilo de algodón (un hilo que «se cardaba y se hilaba por medios mecánicos» como el catálogo se cuidaba de afirmar).
Tan sólo hubo 110 expositores en esta primera muestra, pero ello no resta valor a su importancia. La intención era primordialmente hacer una especie de fiesta popular en conmemoración de la libertad que se había conquistado gracias a la Revolución con respecto a las restricciones gremiales. Esta motivación festiva explicaba su ubicación en el Champ-de-Mars, escenario de todas las celebraciones nacionales desde la caída de la monarquía. Fue la Proclamation de la liberté du travailen 1791 lo que dio por primera vez a cada ciudadano el derecho a ejercer cualquier oficio que desease. Y lo que era aún más importante: esta proclamación, según la nueva libertad de producción, dio respaldo oficial a ese progreso de la industria y de la invención del que todo el mundo esperaba grandes cosas. «Estas artes no habían podido desarrollarse todavía a causa de innumerables trabas. Pero la libertad las vengaría. Bajo la égida de la libertad, las artes útiles estaban llamadas a tener un brillante porvenir.»