De formación gótica, evoluciona hacia la estética renacentista a través de una asimilación progresiva de los temarios decorativos lombardos. Es el primer conformador del renacimiento salmantino y maestro mayor de la Catedral Nueva (1534); levanta la sacristía de la Universidad (1505), traza la iglesia de San Esteban (1524), que sigue el tipo de iglesia conventual de tiempos de los Reyes Católicos con fachada telón, y trabaja en el patio del Colegio de los Irlandeses (1529), donde la columna abalaustrada adquiere dimensiones arquitectónicas. Introduce el Renacimiento en Galicia al hacer el Colegio Fonseca (Santiago de Compostela, 1529), cuya portada es una interpretación de la que Diego de Siloé realizó para los Irlandeses de Salamanca. Extendió el foco salmantino hacia Extremadura al encargarse de la dirección de la catedral de Plasencia (Cáceres, 1513), cuya portada telón con su superposición de arcos y densa decoración es uno de los testimonios más sobresalientes del Plateresco.