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MONTANER, Josep María., Sistemas arquitectónicos contemporáneos. Gustavo Gili. Barcelona, 2008.


págs.10-25. “La crisis del objeto” 


Las experiencias sobre el espacio público, el arte y la arquitectura modernas han potenciado un fenómeno totalmente nuevo, que no es el espacio público tradicional de la ciudad clásica, pero que tampoco es un vacío sin atributos y una dispersión sin leyes compositivas, tal como algunos autores han pretendido. Lo que se ha creado ha sido una nueva relación entre los objetos abstractos sobre plataformas; una nueva experiencia entre la escala del cuerpo humano y las diversas escalas urbanas; una manera abierta de configurar las estructuras urbanas, separando el tráfico rodado del peatonal; unas nuevas formas de campus universitarios; unos nuevos centros urbanos, como la formalización de la Alexanderplatz en el Berlín oriental de la segunda posguerra; unos lugares abstractos caracterizados por la presencia de obras de arte contemporáneo -desde Isamu Noguchi hasta Richard Serra-; una manera de hacer ciudad donde convivan, contrastando, lo moderno con lo antiguo. Se han creado, en definitiva, los paisajes urbanos modernos, donde el espacio público se convierte en el contexto y en la materia básica de los sistemas arquitectónicos contemporáneos.


págs. 64-89.“Sistemas orgánicos” 


El arte contemporáneo ha sido testimonio de la incorporación de las referencias orgánicas. En las creaciones de autores como Jean Arp, Louise Bourgeois, Henry Laurens, Joan Miró, Henry Moore e Isamu Noguchise ha manifestado esta adopción creativa de las formas procedentes de la naturaleza, con especial énfasis en formas orgánicas que serían referibles al cuerpo femenino. Por otra parte, las obras de land art,donde se hace intervenir a la naturaleza, constituyen otra tradición de sistemas artísticos basados en el terreno, la topografía y la materialidad de la tierra. Fundadas en la tradición de la fenomenología, las obras de Robert Morris, Nancy Holt, Richard Longy otros inducen al espectador a sumergirse en la experiencia del tiempo, un tiempo procesual y transcurrido, que tiene que ver con los ciclos naturales: noche y día, las estaciones del año, la evolución de los suelos y de las especies. Las obras de land art, por lo tanto, penetran en el tiempo inmemorial, de larguísima duración, de la naturaleza. Por ejemplo, The spiral jetty(el muelle en espiral) en Utah (1970) de Robert Smithsonse refiere al tiempo de la evolución de lo vivo.


 

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