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MONTANER J.M. MUXI Z., Arquitectura y política.Gustavo Gili. Barcelona, 2011. 


Págs. 27-78“Historias” 


TRADICIONES CRÍTICAS CONTEMPORÁNEAS


En las décadas de 1860 y 1970 se desarrolló una nueva ética, con la voluntad de construir un proyecto crítico, especialmente en Italia, donde hubo un renacimiento del pensamiento marxista, siguiendo las raíces de la Escuela de Frankfut, de la teoría de Antonio Gramsciy del pensamiento estructuralista, expresado de maneras diversas en autores com Manfredo Tafuri, Aldo Rossi, Giorgio Grassi y Carlo Aymonino.


Como herencia de la línea problematizadora de la Escuela de Frankfurt y de su vertiente de vanguardia negativa y nihilista, surgen las interpretaciones de Peter Eisenman. A lo largo de su producción teórica, Eisenman insiste en que la arquitectura contemporánea, no clásica, ha de ser antifuncionalista, antihumanista y debe ir contra la idea de lugar. En su texto crucial El fin de lo clásico, con un objetivo similar al de Davir Watkin, Eisenman intentó destruir sistemáticamente los tres grandes ejes de la arquitectura moderna, considerados como ficciones; la posibilidad de representación (o posibilidad de transmitir significados), la acción de la razón (o precisión científica) y el sentido de la historia (zeitgeist).


Con esto llegamos al momento actual, en el que predomina la figura estelar, totalmente distorsionada por los medios de comunicación de masas,  de los arquitectos internacionales. Si los arquitectos más destacados de la década de 1980, como Hans Hollein, James Stirling, Aldo Rossi, Giorgio Grassi, Carlo Aymonino, Alvaro Siza o Rafael Moneorespondían y responden a un perfil profesional asequible, buena parte de ellos enraizados en la enseñanza universitaria, con un estudio pequeño y artesanal, las figuras actuales como Jean Nouvel, Norman Foster, Richard Rogers, Santiago Calatrava, Rem Koolhaas, Herzog&De Meuron, Zaha Hadid o Toyo Itoestán lejos de la universidad, trabajan según una lógica empresarial, con su marca de empresa, sus grandes estudios en diversas sedes y su necesaria dependencia de los encargos de las grandes corporaciones y de los favores de los medios de comunicación.


 

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